Muchas esperanzas estaban depositadas en Camacho, un centrocampista que se había convertido en el timón del Málaga CF en estas últimas temporadas. Javi Gracia no podía contar con él por unas pruebas que se le realizaron en Barcelona para determinar el alcance de su pubalgia. Su tiempo de baja ya era conocido al inicio de la temporada y, por eso, el navarro ha tenido que estar improvisando con un centro del campo formado por Tissone y Recio, ambos jugadores de corte defensivo que dejan pocas virtudes en ataque y creación. De esto carecía el equipo blanquiazul y, sin lugar a dudas, se notó en el terreno de juego durante las siete jornadas previas.

El partido contra el Valencia CF estaba marcado en rojo en el calendario para todos los aficionados al Málaga CF. Las coincidencias eran muchas. Por un lado, el argentino y el centrocampista español estaban sancionados por ver una tarjeta roja y la quinta cartulina amarilla de la temporada, respectivamente, ante la Real Sociedad. Por otro, el aragonés había comenzado a ejercitarse tras el encuentro ante el Real Madrid y se había venido entrenando con el grupo sin ningún tipo de problemas. De esta forma, las condiciones eran ideales para el debut de Ignacio Camacho en el centro del campo.

Sin embargo, el debut no fue el soñado. El Málaga CF ha vuelto a perder un partido en Liga BBVA durante esta temporada y, en esta ocasión, no ha podido imponerse a un Valencia CF que ha aprovechado fallos defensivos del equipo de Javi Gracia. Desde el principio, Camacho ha formado pareja con Pablo Fornals, el joven canterano que está contando con bastantes minutos en el primer equipo. Ha conseguido aguantar los 90 minutos de partido e, incluso, se ha animado a disparar en alguna ocasión, aunque sin suerte. A pesar de haber cometido tres faltas, no ha sido amonestado y sus cortes y robos en balones aéreos han sido determinantes para mantener con vida a los blanquiazules en el partido.

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