El partido de ayer podría definirse con múltiples frases del refranero castellano pero, posiblemente, la que más se aproxime sea aquella de quien perdona lo acaba pagando. Y es que el Málaga se mostró superior a su rival pero una vez más, y ya es la novena, el equipo de Javi Gracia se mostró inútil de cara a portería y no consiguió anotar ningún gol en los noventa minutos de partido.

Ayer, el Málaga dominó el partido pero en los metros finales, los jugadores no consiguen marcar gol. Los blanquiazules necesitan disparar más a puerta pues, en muchas ocasiones, marean demasiado la jugada y se acaba yendo al traste con algún error o con un centro malo. Pero también hay que tener en cuenta que ayer Adán realizó un par de paradas de gran calidad y fue el mejor o al menos de los mejores de su equipo.

Un gol de Rubén Castro, a falta de algo menos de media hora para el final del partido, supuso un mazazo para los pupilos de Javi Gracia que pese a controlar la pelota fueron ineficaces de cara a portería

Desde el banquillo, Javi Gracia hizo todo lo posible para conseguir anotar algún gol. De inicio salió con uno de sus esquemas habituales, con un 4-2-3-1 aunque algo modificable debido a la inclusión en el once de Tighadouini en lugar de Horta. Con esto, Recio y Tissone formaban en el centro del campo y por las bandas tenían a Duda y Juankar, dejando a Tighadouini con espacio entre la mediapunta y la delantera, en una especie de segunda punta. Finalmente, Charles, como viene siendo habitual, ocupó la punta de ataque.

En defensa hubo una gran novedad y es que, Angeleri, que hace no mucho se rompió el radio de su brazo derecho, salíó de titular (con un fuerte vendaje) en el centro de la zaga, junto a Weligton. Los laterales fueron para Boka y para Rosales que trataron de ayudar en ataque lo máximo posible, aunque una salida por el lado del venezolano costó el gol rival.

Planteamiento inicial: un 4-2-3-1 variable

Javi Gracia no introdujo grandes sorpresas en el once inicial. Las dos notas más destacadas fueron la titularidad de Angeleri que había estado lesionado y la entrada de Tighadouini por Horta en busca de algo más de remate y finalización pero un poquito menos de toque.

Precisamente la entrada del marroquí hizo que el esquema de Gracia fuese variable ya que Tigha se movía en la mediapunta pero con mayor libertad y, en fases del encuentro, actuaba como un segundo punta haciendo que el esquema de Javi Gracia pasase a ser un 4-4-1-1.

Esta variación buscaba más presencia arriba para que Charles tuviese un socio más cerca cuando recibía el balón. Mientras tanto, por las bandas, Juankar se mostraba tan rápido como siempre y protagonizó alguna buena jugada por su banda, mientras que Duda, un poco falto de velocidad, tendía a irse hacia dentro. Del portugués cabe mencionar su pérdida de toque en las faltas y es que, ni una de sus faltas, que antaño tan bien iban dirigidas, acaban en el lugar adecuado.

En el centro del campo, tanto Recio como Tissone manejaban bien al equipo. Desde su posición mandaban buenos balones a los jugadores más incisivos en ataque y, en defensa, se supieron colocar bastante bien durante todo el partido.

Curiosamente, en un partido donde el Betis apenas llegaba, y los centrales malagueños no tenían mucho trabajo, el gol verdiblanco se produjo por otro fallo defensivo del Málaga. En la salida de un balón, a Angeleri se le fue largo un control y, en vez de mandar fuera la pelota, se la pasó a Rosales que, un tanto vendido, erró y le quitaron la pelota. El final de la jugada ya se sabe, 0-1 para el Betis.

Esa fue la tónica del Málaga hasta que le marcaron el gol en el minuto 63. A partir de ahí, todos los jugadores asumieron tareas más ofensivas y se buscaba el gol con más ahínco.

Gol del Betis y cambios de Javi Gracia

Con el gol del Betis, Javi Gracia reaccionó pronto y realizó un cambio sorprendente, arriesgado y muy ofensivo. Sacó del campo a Recio e introdujo a Cop. El mister veía que el Betis daba por perdido el centro del campo ya que el Málaga se había mostrado muy superior y los verdiblancos optaban más por el contraataque.

Con ese cambio, se produjo otro a nivel de esquema. Duda retrasó su posición para ayudar a Tissone que se quedó como único mediocentro del equipo lo que produjo que el esquema mutara a una especie de 4-1-3-2.

El técnico navarro vio que su cambio no surtía efecto e introdujo dos nuevos cambios. Apostó por el descaro de la juventud cambiando a Horta por Juankar en el 76 y a Mastour -que debutaba- por Tighadouini.

El equipo acabó totalmente desordenado, con Angeleri y Weligton buscando balones por arriba el área rival, con Mastour, Horta, Cop y Charles de delanteros y con Duda y Tissone algo más atrás. Vale que eran los minutos finales, pero sin orden el equipo se atascó y fue incapaz en los últimos minutos de hacer lo que no habían hecho durante todo el partido.