El Málaga CF conoció de nuevo el sabor amargo de la derrota tras siete jornadas consecutivas sin perder. El partido fue bronco y con mucha tensión y grandes cotas de temperatura. Iborra fue expulsado por doble amarilla a los diez minutos de salir al terreno de juego, y Arthur Boka hizo lo mismo en menos de un minuto. Trémoulinas y Amrabat estuvieron enzarzados en un disputa personal y Vitolo soltó un codazo al costamarfileño que propició el segundo gol sevillista, y que en la venganza de Boka, estuvo su segunda cartulina amarilla. Las prisas por conseguir la posesión de balón y las pérdidas precipitadas marcaron un enfrentamiento donde dos chispazos de Gameiro acabaron con un buen Málaga, que ve así truncada su gran racha positiva y se aleja de Europa.

En ese encuentro estuvieron las integrantes del Málaga femenino, que aprovecharon el viaje hacia Cáceres para disputar su próximo partido e hicieron una breve parada en la capital andaluza para estar junto a los mil aficionados desplazados animando a la plantilla blanquiazul. El bus de las futbolistas salió a mediodía para Nervión para estar a tiempo a la hora de inicio del derbi. Un acto de compromiso con el primer equipo masculino de la entidad y de gran apoyo que agrederán tanto jugadores como las personas que las acompañaron en las gradas.

Tras el encuentro, las blanquiazules deberán subirse de nuevo al autobús para reanudar la marcha hacia la provincia extremeña, donde el domingo a las 12:00 afrontarán el primer encuentro de la segunda vuelta de la liga en el Estadio Manuel Pinillas contra el equipo local, el Cáceres. Encuentro difícil para las féminas en un campo complicado en la presente temporada. Manuel Hernández Navarrete, técnico del conjunto costasoleño, deberá plantear muy bien la colocación de las suyas en el césped y saber leer el duelo para poder conseguir la victoria.