Tras llevar un mes sin conocer la derrota, contando Liga y Copa, llegó una derrota algo dolorosa para los hombres de Javi Gracia. Cayeron por 2-1 en tierras hispalenses gracias a dos zarpazos de Kevin Gameiro, al que le bastaron tan sólo 2 minutos para dejar hecho polvo a un buen Málaga. Tras esta derrota, estas son las claves del partido de ayer en el Sánchez-Pizjuán.

El árbitro tuvo algo que ver

En este encuentro que abría la jornada número 20, el árbitro no estuvo fuera del partido en ningún momento. Transcurría el encuentro y era en el área del Sevilla donde iba a estar la polémica. Manotazo de Tremoulinas sobre Welligton que, de haberlo visto el colegiado, hubiese supuesto un penalti a favor del cuadro malagueño y por qué no, el primer gol del partido. Tras el primer gol de pillo de Gameiro, antes de llegar el segundo, justo en esa jugada, Vitolo impacta sobre la cara de Boka con su codo, el árbitro deja seguir y no señala nada. Esto produjo la ira del capitán del Málaga, Welligton. Además, tuvo más protagonismo aún en dos expulsiones, las dos merecidas. Una para cada equipo, las dos por doble cartulina amarilla.

Kevin Gameiro no perdona

El francés consiguió dos nuevos tantos para irse hasta los 11 goles en esta presente campaña. Con dos zarpazos, totalmente consecutivos, en dos minutos, consiguió dejar al Málaga muy tocado justo antes del descanso. Como ya se sabe, es un goleador nato, y una simple ocasión, puede acabar en gol si el balón cae en sus pies. Estos dos tantos del francés, hicieron que el partido se fuese casi sentenciado al descanso, pero los pupilos de Javi Gracia nunca se rindieron.

Buena presión del Málaga

El conjunto dirigido por Javi Gracia ejerció una buena presión sobre los sevillistas, pero no supieron consumar esa enorme presión convirtiendola en goles. Verdaderamente, el Málaga no demostró mucho peligro de cara a la portería defendida por Sergio Rico, lo que hizo que sólo anotasen un gol, lo que no les valía para remontar el marcador adverso. Tras demostrar la ambición del equipo y las inmensas ganas con las que afrontaron el encuentro, los jugadores regresaban a Málaga con una amarga derrota que les deja tocados tras llevar siete partidos sin perder.