El partido correspondiente a la jornada número 22 de la Liga, que enfrentaba a Málaga y Eibar, se saldó con la victoria por 1-2 para los visitantes. Juanpi adelantó a los blanquiazules y después Santa Cruz sentenciaba en el 90. Bastón haría el gol por parte del Eibar para maquillar así el resultado. Tres puntos muy importantes para un Málaga que llevaba tres encuentros sin ganar.

En lo referente a las amonestaciones, Mateu Lahoz mostró cuatro amarillas en un encuentro muy disputado y con muchas faltas, hasta 26 veces se paró el juego en Ipurúa. El colegiado del Comité de Árbitros de Valencia mostró todas las amarillas en los últimos 45 minutos de juego, dejando, dejando el nivel de recibir amarilla muy alto, algo grave o de peligro en la meta rival tenía que pasar para ver tarjeta. Tres de ellas fueron a parar al cuadro visitante, para Charles (51´), Albentosa (65´) y Miguel Torres (85´). La amarilla restante iba a parar a Dani García (59´), único amonestado del Eibar en el día de hoy.

La primera del partido iba para el delantero brasileño Charles. El delantero boquerón zancadilleaba a Keko, que sonó para recalar en el cuadro andaluz, y recibía la amarilla. Mala decisión de Charles, pues no tenía opciones de ganar el balón, amarilla merecida. La segunda amarilla del partido iba para Dani García. El mediocentro del Eibar derribaba a Juanpi tras una gran acción del jugador venezolano, la única forma de pararle en ese momento.

Juanpi y Rosales acorralan a Dani García| Fotografía: @LaLiga
Juanpi y Rosales acorralan a Dani García| Fotografía: @LaLiga

La tercera amarilla del partido la iba a ver Raúl Albentosa. El central del Málaga, exjugador del Eibar, veía la cartulina amarilla tras agarrar a Sergi Enrich en una disputa de balón donde el delantero del Eibar iba con ventaja. La cuarta y última amarilla iba a parar al lateral del Málaga, Miguel Torres. El defensa madrileño era amonestado en los instantes finales del encuentro tras protestar una decisión del colegiado del encuentro, Mateu Lahoz. Ahí no fue bueno el valenciano y no toleró las protestas del jugador boquerón. 

Así terminaba un partido intenso pero sin faltas de excesiva dureza, sólo cuando eran merecidas y algo excesivas sacaba el brazo a pasear Mateu, que no quiso tener excesivo protagonismo en el día de hoy. 

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