El 26 de septiembre de 2015 el Málaga CF visitaba el Santiago Bernabéu tras un inicio de liga horrible. Los de Javi Gracia se presentaron en Madrid después de haber logrado tan solo dos puntos en las primeras cinco jornadas del campeonato, tras empatar a cero ante Sevilla y Eibar.

Por su parte, el equipo entonces entrenado por Rafael Benítez llegaba líder de la competición tras haber vencido al Athletic Club en San Mamés (1-2) y anteriormente haber aplastado a Betis (5-0) y Espanyol (0-6). Sin embargo, el conjunto merengue sufrió más de lo esperado para batir al Granada en el Bernabéu, en lo que fue la antesala al partido contra el Málaga: un Real Madrid sin gol.

Los blanquiazules llegaban al Bernabéu sabedores de su mala situación, pero confiados en sacar un buen resultado a partir de su gran defensa.

Un gran Carlos Kameni hizo paradas imposibles

Javi Gracia se presentó en el templo madridista con una sorpresa en el once inicial: el navarro dio la alternativa a Pablo Fornals en una de las mayores plazas del panorama mundial. El Málaga salió al verde del Bernabéu con Kameni; Rosales, Angeleri, Welligton, Miguel Torres; Fornals, Tissone, Recio, Juankar; Amrabat, Tighadouni. La apuesta del técnico malaguista era clara: orden defensivo y velocidad a la contra. El Málaga tenía auténticas balas en el terreno de juego con Amrabat, Tighadouni o Juankar, que pusieron en más de un aprieto a la zaga madridista.

Miguel Torres pugna con Isco por el balón | Foto: Málaga CF
Miguel Torres pugna con Isco por el balón | Foto: Málaga CF

Otro factor que provocaba indicios optimismo en los costasoleños fueron las bajas del Real Madrid. Los locales se presentaron ante su afición con Keylor Navas; Carvajal, Varane, Nacho, Marcelo; Isco, Kroos, Modric; Ronaldo, Benzema, Jesé. Nada más y nada menos que Gareth Bale, James Rodríguez y Sergio Ramos se perderían el choque ante los andaluces.

Tras el pitido inicial del colegiado, el Málaga se mostró tremendamente ordenado y el conjunto de Rafa Benítez no encontraba resquicios en la zaga rival. Por si fuera poco, Amrabat y Tighadouni eran capaces de crear espacios y poner en peligro la portería de Keylor Navas.

Amrabat pelea con Modric | Foto: Real Madrid
Amrabat pelea con Modric | Foto: Real Madrid

La primera parte no dejó grandes ocasiones en el partido, pero sí la sensación de que el Málaga le pondría las cosas muy difíciles al Madrid. Además, el runrún en el Bernabéu era cada vez más constante ante los contínuos fallos de sus delanteros delante de un Kameni providencial. Los fantasmas de la sufrida victoria ante el Granada se aparecían de nuevo en el feudo blanco.

El Real Madrid salió al césped tras el descanso con otra cara totalmente distinta. Aunque el atasco ofensivo seguía siendo monumental en los locales, los continuos zarpazos de un Cristiano Ronaldo desacertado hacían temer lo peor al hincha malaguista. Fue entonces cuando Kameni se terminó de destapar como la bestia blanca. Parada tras parada, desquició a los Benzema, Cristiano y compañía.

Kameni fue una muralla | Foto: Real Madrid
Kameni fue una muralla | Foto: Real Madrid

En la última media hora, el Málaga se olvidó de atacar y el Madrid no paraba de chutar. Los balones le llovían a Kameni, que mostraba gran seguridad. En el minuto 77, Amrabat fue expulsado y entonces el Málaga tuvo que aguantar durante un cuarto de hora con uno menos en el Santiago Bernabéu. Y lo logró.

Los de Javi Gracia lograron un meritorio empate en un estadio casi inexpugnable, en lo que fue el punto de inflexión para la tremenda escalada que realizarían en las próximas jornadas los de la Costa del Sol.

Cristiano acabó desquiciado con el arquero malaguista | Foto: Málaga CF
Cristiano acabó desquiciado con el arquero malaguista | Foto: Málaga CF

Ahora, el objetivo del Málaga es redondear el trabajo realizado aquel día de septiembre e intentar ganar a un equipo que ahora entrena Zidane.  El conjunto madridista se juega la vida, pues todo lo que no sea sumar tres puntos conllevaría despedirse de ganar la Liga un año más. Cinco meses después, las cosas han cambiado mucho en ambos equipos. El Málaga ya no es aquel equipo sin ideas y el Madrid ahora es feliz bajo las órdenes de Zidane. Nadie sabe qué ocurrirá en La Rosaleda este domingo, pero lo cierto es que el Málaga defenderá su territorio con uñas y dientes ante un Real Madrid que llega tras vencer a la Roma sin pasar demasiados apuros con una exhibición de Cristiano Ronaldo. Las cartas están sobre la mesa.