Haciendo balance de la temporada, el conjunto de la costa del sol se ha quedado a un paso de entrar en competiciones europeas. Algo inimaginable en las primeras jornadas, cuando el conjunto blanquiazul se encontraba en puesto de descenso y con una efectividad nula. Poco a poco con la serenidad y la templanza del entrenador y con el trabajo y sacrificio del equipo empezaron a llegar los buenos resultados.

Javi Gracia llegó a Málaga criticado, ya que llegaba al club tras descender al equipo de su tierra, el Osasuna. Pero aún tras descender a dicho club, llamó la atención de la directiva, y Al-Thani rápidamente se hizo con los servicios del navarro. Desde el primer día en que llegó, nos dio señas de que era un entrenador tranquilo, sereno y humilde, sin criticar absolutamente a nadie. Esta temporada tras sufrir ciertas bajas importantes como la de ambos Samu, el entrenador navarro tiró de cantera y se sacó de la chistera a Juanpi y a Fornals. 

Esta temporada ha sido un claro ejemplo de superación tanto por parte del entrenador como del equipo siendo ambos una auténtica piña. Gracia ha sido durante toda la temporada fiel a su estilo, optando por el 4-4-2, teniendo una defensa bien armada, un centro del campo bien cubierto y dos puñales arriba. Durante las primeras jornadas el equipo supo defender a la perfección, pero en la zona de ataque se encontraban con la pólvora mojada. Poco a poco, o como dice el Cholo, partido a partido, los goles empezaron a llegar y con sigo el buen fútbol. El equipo ha sacado el balón jugado desde atrás, han presionado todos como un acordeón y han preferido tocar en vez de optar por un balón en largo que hubiera sido lo más fácil. Además de esto hay que destacar la grandísima función tanto de Camacho como Recio plasmando a la perfección las ordenes de Gracia,  tocar, robar, y mantener la posición para tener el equipo tenga ese equilibrio tan importante en el mundo del fútbol.

Javi Gracia dando órdenes a Camacho, fuente: Málaga.
Javi Gracia dando órdenes a Camacho, fuente: opinióndemálaga.

Gracias a esto el equipo ha acabado en la octava posición a tan solo un puesto de competiciones europeas, y ha sido el tercer equipo menos goleado de toda la liga, gracias al esquema de su técnico, de su líder, Javi Gracia. El técnico navarro parecía con toda certeza el entrenador idóneo para el Málaga, trabajador, humilde, cercano con los jugadores. Pero, una oferta del Rubín Kazan ruso lo cambió todo, le ofrecían un contrato de cuatro temporadas con un sueldo de cuatro millones por cada una de ella, un total de 16 millones por cuatro años, una oferta como dijo el propio Gracia, irrechazable. A los aficionados malaguistas solo les queda despedir al técnico navarro, dar las gracias por estos dos años maravillosos de buen fútbol, y esperar que su actual técnico Juande Ramos iguale o supere los puntos de Javi Gracia.