Parece que la butaca del banquillo mallorquinista volverá a cambiar a finales de esta temporada. Tras una hegemonía de casi cuatro años de Joaquín Caparrós, Gregorio Manzano llegó al club hace tres meses para reflotar a un equipo hundido en el abismo. Aunque el "catedrático" mantuvo las esperanzas a la afición con dos victorias consecutivas, los últimos resultados han vuelto a hundir a un equipo que se precipita sin freno al abismo.
Por eso, Serra Ferrer ha empezado a moverse y trabajar de cara a la próxima temporada. Salvo que haya un milagro, el equipo bermellón estará en Segunda y Gregorio Manzano dejará la entidad balear. El máximo accionista del club tiene en su agenda dos candidatos para suplir a Manzano. El primero sería Rubí, actual técnico del Girona y que está haciendo del conjunto catalán un equipo compacto, con carácter, con un estilo atractivo y que puede ascender a Primera División. Ese podría ser el principal problema. Si el club catalán sube a Primera, la llegada de Rubí sería casi imposible.
Por otro lado, Serra Ferrer habría contemplado la posibilidad de tentar a Lluís Carreras, técnico del Sabadell y que había hecho soñar a los del Vallés con la opción de estar en puestos de ascenso. Su estilo de juego, impregnado en sus raíces azulgranas, sería el punto a favor. Además, Carreras fue jugador del Mallorca y conoce la idiosincrasia del club y entendería la importancia que tendría regresar a la élite. Es el que tiene más puntos para suplir a Manzano.
Todos estos nombres dependen, evidentemente, en cómo finalice esta campaña y si Gregorio Manzano consigue salvar al equipo. En caso que no sea así, el entrenador andaluz ya sabe que si desciende no seguirá en Mallorca.