El Mallorca vuelve a sonreír. Los bermellones han roto una racha de cinco partidos sin ganar, se han reencontrado con el gol y salen del descenso en el día del estreno de su nuevo entrenador, Pepe Gálvez. Los goles de Bianchi y Brandon en la segunda parte dan aire a un Mallorca diferente.

El Mallorca ya nota el ‘efecto Gálvez’. El entrenador apostó por un planteamiento valiente y se deshizo del trivote de su antecesor, que ya es historia. Damià Sabater entró en el once para formar pareja con Héctor Yuste, y Brandon volvió a la titularidad después de estar un mes lesionado. El canterano, que fue el gran protagonista de la tarde, jugó por detrás de Bianchi y se mostró muy incisivo. "Cada vez que Brandon toca la pelota, pasa algo", comentó su entrenador al acabar el partido. Con todo esto, la consecuencia del planteamiento de Gálvez fue un Mallorca mucho más ofensivo y con más capacidad para crear jugadas. 

Ayer también se estrenaba la nueva grada norte, una grada que sin duda aportó presión y permitió a los espectadores ver el partido desde una perspectiva desconocida hasta la fecha. La afición ahora está cerca del campo y ayer también empujó

El nuevo Mallorca de Gálvez se mostró intenso desde el minuto uno, y la superioridad de su equipo era más que evidente. El equipo saltó al césped de Son Moix con la idea del gol entre ceja y ceja,  y en el minuto cuatro Bianchi tuvo la primera oportunidad, pero el disparo le salió demasiado centrado. También la tuvo Brandon, que tras un saque de esquina y una posterior dejada de Costas, remató una pelota en el área pequeña que Sánchez consiguió despejar.  Por su parte, el Albacete intentaba llegar al área del Mallorca, pero sin demasiado peligro, salvo en una acción en la que Portu se plantó solo ante Wellenreuther. Allí estaba Joan Oriol, que llegó providencial para robarle la pelota y desbaratar la acción. El Mallorca cuajó una buena primera parte, pero como de costumbre le faltó acierto de cara a gol. 

No disminuyó la intensidad de los locales en la segunda parte, y el premio llegó en el minuto 50, cuando Moutinho se internó en el área y provocó penalti. Bianchi, peleado con el gol, asumió la responsabilidad de lanzar el penalti, y el italiano no falló. Le pegó fuerte y a la escuadra, haciendo imposible la estirada del guardameta visitante. El Albacete estiró sus líneas para buscar el empate, pero el Mallorca estaba muy bien situado y los manchegos no fueron capaces de poner en apuros al portero alemán. El Mallorca se liberó de la tensión y Brandon estuvo apunto de hacer el segundo después de un buen centro de Pereira desde la derecha. Justo después, en el minuto 70, Costas asista en campo propio y deja a Brandon solo ante el portero. El delantero, de solo 20 años, demostró tener mucha sangre fría a la hora de regatear al portero y a un defensa para plantarse en la misma línea de gol y solo tener que empujarla. El cantero no falló la tercera que tuvo y sentenció el partido

Por primera vez esta temporada el Mallorca fue capaz de marcar dos goles en Son Moix, algo que no se veía desde el pasado 25 de abril en el partido contra el Tenerife. Victoria justa, pues el Mallorca fue superior los 90 minutos y consiguó que su público disfrutase de un equipo goleador. Al final la afición lo celebró haciendo la ola. Con esta victoria el Mallorca consigue salir de los puestos de descenso y levanta los ánimos de una plantilla y afición hundida. Los de Gálvez vencieron, pero también convencieron.