Lo necesitaba ya el Mallorca y lo necesitaban sus aficionados. Un partido dinámico, con buen juego e intenso que demostrase a la grada que la unión hace la fuerza. Y vaya si esto quedó demostró en Iberostar Estadio. 

El club bermellón recibía en su casa al líder de la clasificación, el Club Deportivo Leganés, con la mira puesta en seguir sumando puntos en su camino por la permencia. No obstante, el Leganés también tenía su objetivo, ganar si o si para seguir arriba y poder conseguir el ascenso directo a la Liga de las estrellas. El RCD Mallorca no traía grandes bajas, más allá del hecho de no contar con más de cuatro defensas en su convocatoría, los cuales fueron alineados de inicio. El club madrileño, en cambio, llegaba de Madrid con bajas importantes, las cuales mermarían considerablemente al equipo en su faceta ofensiva. 

Una primera parte muy descafeinada 

El partido comenzó con un Mallorca algo perdido sobre el terreno de juego. El equipo entrenado por Fernando Vázquez no encontraba el camino hacia la otra portería y sufría mucho a la hora de crear jugadas. Igualmente, el Leganés tampoco conseguía crear demasiado peligro en la meta defendida por Timon Wellenreuther.

En el minuto 21, se lesionó Eduard Campabadal dejando la defensa en cuadro y siendo sustituido por el que sería el hombre del partido, Adrián Colunga. La no convocatoría de más jugadores de corte defensivo, obligó a Fernando Vázquez a variar el esquema inicial. Héctor Yuste pasó a ser central, mientras que Company cogió las riendas del lateral derecho.  

Únicamente, apreciamos una jugada de peligro en toda la primera parte. Una buena jugada del Leganés allá por el minuto 30, concluyó con un buen disparo del argentino Alexander Szymanowski que detuvo Wellenreuther.

Por contra, el Mallorca no se prodigó en ataque en los primeros cuarenta y cinco minutos. No consiguieron llegar en ninguna ocasión clara para probar al meta visitante Jon Ander Serantes debido a la gran colocación del equipo entrenado por Asier Garitano. Así, llegamos al descaso en un partido sin demasiado ritmo, con dos equipos que se respetaban en exceso.

Un partido con nombre propio, Adrián Colunga

La segunda parte introdujo un cambio importante para el devenir del mismo. El Mallorca dio un paso hacia delante y subió sus líneas ofensivas presionando la salida de balón del Leganés. 

El trabajo colectivo daría sus frutos en el minuto 53 con el primer tanto del encuentro. Sissoko filtraba un gran balón para Adrián Colunga, quien conseguía resolver con mucha clase ante Jon Ander Serantes para poner el 1-0 en el marcador. El gol pareció empujar aún más arriba a los bermellones, mientras que el Leganés adelantría sus líneas y dejaría espacios que posteriormente le harían sufrir. 

Un penalti muy dudoso en el minuto 73 ayudó a que el cuadro balear se pusiese dos por encima en el marcador. Adrián Colunga fue el encargado de ejecutar el penalti para así conseguir un doblete que suponía un duro golpe al líder de la Liga Adelante.

Tras el tanto, el Leganés pareció dejar caer los brazos. El Mallorca supo aprovechar una de sus principales armas, el contragolpe, para asentar la estacada final a un equipo que no estuvo como acostumbra. Prueba de ello, el tanto de Alfredo Ortuño en el minuto 83, el cual supondría el lazo final de un partido fantástico para los intereses locales. 

Con esta victoria, el RCD Mallorca recorta distancias con el Numancia -éste con un partido menos-, mientras que el Leganés se mantiene a la espera de ver que hace el Deportivo Alavés para así poder mantener el liderato una jornada más.