En un día remarcado como es la Diada de Catalunya, el Gimnàstic de Tarragona y el Albacete Balompié se enfrentaban a partir de las doce de un nublado día en el Nou Estadi de Tarragona ante 2180 espectadores en el encuentro correspondiente a la segunda eliminatoria de la Copa del Rey. Los locales encadenaban tres victorias seguidas, contando una por 4-2 en la tanda de penaltis ante el Alcoyano que les permitía acceder a esta segunda ronda; mientras que los visitantes llegaban con un promedio de victorias del 100%, incluyendo un 1-2 en Almendralejo en la primera eliminatoria de la competición del KO.

 

Control neutralizado

 

El equipo entrenado por Luis César Sampedro -que la afición local recordará entre otras cosas por conseguir un ascenso a Primera División- comenzó el partido con más intensidad y se hizo con el dominio de los primeros compases. En el minuto siete llegó el primer lanzamiento entre los tres palos y fue por parte de los manchegos: un centro desde la banda derecha de su ataque fue rematado por Juanra, que obligó a Tomeu -que acababa de entrar en substitución del lesionado Reina- a realizar la primera parada del partido. Pero conforme los minutos corrían en el marcador del Nou Estadi, el dominio del partido fue neutralizado por los de Santi Castillejo, que comenzaban a acercarse al área rival; lo hicieron cuando se cumplía el minuto diez de juego con un gran pase interior de Rocha que los delanteros granas no llegaron a rematar por centímetros.

 

Cuando ya se sobrepasaba el ecuador de la primera parte de juego, llegaron dos ocasiones; una por cada bando: primero fue el turno de Juanra, que hizo un buen lanzamiento que fue directamente a las manos del portero local; que lanzó rápidamente un contraataque que Rocha culminó con un chut por encima del larguero cuando estaba sólo ante Domínguez en la que fue la ocasión más clara para los tarraconenses. También aprovechando un error de la defensa, lo intentó Querol cuando el luminoso marcaba la primera media hora de juego, pero su lanzamiento fue flojo y raso, por lo que Domínguez lo atrapó sin problemas.

 

Sorprendente resultado al descanso

 

Conforme el encuentro se acercaba al descanso, el dominio del juego volvía a ser ligeramente superior a los manchegos, pero las ocasiones más claras llegaban por parte de los catalanes. A falta de siete minutos para el descanso, una buena combinación entre Sergio Molina con Jorge Díaz terminó con un chut de el segundo que fue bloqueado por Aleix Coch, evitando así una clara ocasión que podría haber supuesto el primer tanto del partido. En los últimos cinco minutos, las ocasiones locales fueron prácticamente constantes: en el cuarenta y dos, Giner asistió desde la izquierda a Querol, que cuando estaba preparado para mandar el balón al fondo de las mallas, vio como Miguel Núñez lo evitaba sacando el esférico desde la misma línea de gol.

 

Cuando faltaban pocos segundos para que el colegiado valenciano señalase el camino de vestuarios, de nuevo lo probaron los tarraconenses aprovechando la velocidad: una nueva recuperación de Beñat Alemán propició una jugada que terminó con un lanzamiento de Verdú por encima del larguero visitante. Con un resultado de 0-0 que no demostraba las ocasiones que ambos habían tenido, se llegó al descanso.

 

El Nàstic salió con fuerza y se adelantó

 

Los primeros minutos de la reanudación tuvieron claro color local, y es que fueron los catalanes los que tenían el control de las ocasiones y se acercaban con peligro a la meta defendida por Domínguez. El primer intento llegó en el tercer minuto de la segunda mitad, con un lanzamiento de falta de Rubio desde la frontal del área, que topó con la barrera manchega. También lo intentó Rubio, poco antes del ser substituido, con un lanzamiento que fue directamente a las manos del meta; el Gimnàstic estaba cerca del tanto. Cumplido el primer cuarto de hora de la segunda parte de nuevo lo probaron los catalanes, en esta ocasión con un chut potente de Giner que entre el larguero y Domínguez evitaron que sirviera a los de Santi Castillejo para adelantarse en el marcador. Pero en el minuto sesenta y cuatro fue la vencida: prácticamente desde la línea de gol, Querol remató el balón con el tacón para que este se colara por la linea de gol y reflejase el merecido 1-0 en marcador. Con el gol, el dominio de los tarraconenses fue aún mayor y las ocasiones se sucedían, pero cuando todo parecía indicar que iba a llegar la sentencia, los manchegos consiguieron el empate.

 

Samu enmudeció el Nou Estadi

 

Como decíamos, los de Santi Castillejo dominaban a placer ante un Albacete que quedaba muy lejos de la buena imagen ofrecida en la primera parte, pero -cosas del fútbol- fueron los segundos los que anotaron el segundo gol del encuentro: Samu, en dudosa posición, recibió el esférico en el área, controló y batió a Tomeu con chut cruzado al palo largo del portero grana. El gol cayó sobre el feudo grana como un jarro de agua fría, pues no era de esperar. Lo que sí era de esperar era que el conjunto albaceteño se animara con el marcador de nuevo en tablas, pero esta reacción llegó sin ocasiones de peligro. Los quince minutos posteriores al tanto de Samu resultaron insuficientes para una reacción, por lo que los noventa minutos reglamentarios terminaron con el resultado de 1-1.

 

Prórroga inútil

 

Los noventa minutos no sirvieron para decidir el pase, y los treinta de la prórroga tampoco. Las ocasiones -contadas- fueron todas por parte de los locales, que se quedaron en superioridad numérica en el 113' por la doble cartulina amarilla que vio el capitán Miguel Núñez. En el cinco de la primera parte Querol estuvo cerca de decantar el pase a favor de los catalanes con una nueva genialidad futbolística. No fue hasta el cinco de la segunda parte de este tiempo añadido cuando llegó la segunda ocasión de gol, fue un chut de falta directa por parte de Rocha que Domínguez mandó a saque de esquina. Cuando sólo quedaban cinco minutos para el fin de la prórroga, de nuevo el portero visitante evitó el que hubiera sido el definitivo tanto, haciendo así necesaria una tanda de penaltis.

 

Desde los once metros, la fortuna y un estelar Tomeu Nadal le concedieron al Nàstic el pase a la tercera fase de la Copa del Rey: Verdú adelantó a los locales, y Calle hizo lo propio para empatar la tanda. La diferencia la marcó Tomeu, que después de el gol de Viale, evitó el de Israel para darle ventaja a los catalanes. David Sánchez tampoco falló en el tercer lanzamiento, pero de nuevo el portero balear evitó el gol manchego de José Carlos. De este modo, Giner tenía la dorada oportunidad de situar el 4-1 en la tanda, la aprovechó los tarraconenses avanzan ronda.