Nàstic de Tarragona y Girona CF se volvieron a ver las caras, de nuevo en el Nou Estadi, cinco días después del partido de liga que terminó 1-0. Esta vez en un partido correspondiente a la segunda eliminatoria de la Copa del Rey 2015/16. Como era de esperar, tanto Vicente Moreno como Pablo Machín hicieron numerosos cambios: ninguno de los jugadores titulares del partido de liga jugaron de inicio este partido copero.

De menos a más

Este partido con poco interés comenzó de forma aburrida. El Nàstic tuvo más peso del balón en los primeros minutos, pero con el paso de los minutos los de Machín despertaron. De hecho, la primera ocasión fue para el Girona. Fue una falta que Borja García disparó a la izquierda de la meta defendida por Tomeu (12'). Los tarraconenses respondieron en el 19' con otra falta. En esta ocasión, Naranjo disparó directamente a las manos del portero visitante, Germán.

Poco a poco, a la par que los gerundenses despertaban, el partido iba cogiendo emoción. En el 23' un disparo lateral de Sebas fue atrapado por Tomeu sin demasiados problemas. Sólo un minuto más tarde, Alcalá dudó en el área pequeña, obligando a reaccionar al portero Germán, que protegió el balón y lo desvió a saque de esquina. Acto seguido, un centro de Serrano fue despejado por Manolo Martínez, pero el balón hizo un efecto y acabó saliendo a córner rozando el palo derecho de Tomeu.

Llegó el primer gol

Los tarraconenses avisaron en el 27' de su peligro al contraataque. Una rápida jugada comandada por Xisco Muñoz y Palanca acabó con un disparo del primero demasiado flojo para intimidar al portero gerundense. Ya en los últimos minutos de la primera mitad, el Girona buscó el gol desde el córner. En el 36' Eloi Amagat centró al área, donde Alcalá remató de cabeza solo pero demasiado alto. Después, con el mismo asisitente, Vivanco peinó el balón a la derecha de la portería grana.


Todo parecía indicar que se iba a llegar al descanso con el resultado inicial, pero no fue así. El lateral derecho Jordi Calavera aprovechó un gran pase interior. El joven canterano grana hizo suya la banda derecha y centró al área. Allí apareció Palanca. Solo en la frontal del área pequeña, sólo tuvo que empujar el balón al fondo de la red para hacer el 1-0 (42').

El descanso cambió al Girona

Los hombres de Pablo Machín saltaron varios minutos antes al césped que los de Moreno y que los colegiados. Aun así, el descanso surgió efecto en el Girona, que comenzó la segunda parte muy activo. Los visitantes se volcaron en ataque desde el primer minuto de la reanudación y dispusieron de algunas buenas ocasiones. En el 50' la primera, un disparo de Pol Llonch que rozó el travesaño de la portería local.

En la segunda mitad el Girona mejoró mucho y buscó un gol que encontró

En el 52' Tomeu tuvo su primera gran intervención, rechazando un chut de Sebas, después de una jugada individual por banda izquierda en la que nada pudo hacer Calavera. Sólo un minuto después un centro desde la otra banda lo remató Borja García fuera por poco. Las llegadas visitantes se sucedían, pero en el 58' Naranjo tuvo la sentencia en sus botas, pero pensó demasiado, no definió y Alcalá salvó los muebles desviando a córner.

Y llegó el empate

Era cuestión de tiempo. Quedaba mucho por delante y el Girona estaba siendo claramente superior al Nàstic. Avisó en el 61' con una falta de Eloi Amagat que, cuando iba a entrar por la escuadra derecha de la portería local, Tomeu desvió providencialmente para los intereses locales. Más adelante Borja García volvió a internarse sin problemas por la banda izquierda del ataque gerundense, y su definición se marchó por línea de fondo rozando el palo -según el colegiado riojano porque un jugador del Nàstic lo desvió.

A la tercera fue la vencida: en un grave error de la defensa local, apareció Jairo Morillas para mandar el balón al fondo de la red y volver a situar las tablas en el vídeo-marcador del Nou Estadi (71').

'Final' de locos

El partido tuvo un 'final', entre comillas, de locos. En apenas tres minutos hubo dos goles, que forzaron la prórroga cuando menos esperada era. Después del empate de Jairo, Girona tuvo una clara ocasión: Serrano entró en el área como quiso y acabó encarando a Tomeu, que le ganó la partida tapando su chut con el pecho (77'). Más adelante Pol Llonch intentó superar al portero grana con un disparo potente desde la frontal que el segundo atrapó en dos tiempos (84').

Palanca marcó los dos goles granas y el definitivo en la tanda de penaltis

Marcos, recién incorporado, fue el único futbolista grana que intentó superar a Germán. Lo hizo con un disparo desde unos 25 metros que se marchó directamente fuera (87'). Era el último minuto del tiempo reglamentario cuando llegó el segundo tanto del Nàstic: buen contraataque, pase de Emaná a Palanca y golazo del tarraconense, ajustando el balón a la escuadra. Aunque sin merecerlo demasiado, el Nàstic estaba a escasos segundos de pasar de ronda, pero el Girona no se rindió: en el 90+1' Marcelo aprovechó otro error de la defensa grana en el área y marcó el 2-2.

El Nàstic pasó en los penaltis

Como suele pasar, el empate no se rompió en la media hora que duró la prórroga. Los granas tuvieron las mejores ocasiones: un disparo de Jordi Calavera que rozó el palo (94') o un chut de Emaná -el más activo- que Germán desvió a córner (106'). Sin duda la más clara la tuvo Palanca, que en el último instante se quedó solo frente al portero del Girona, pero no lo puedo superar.

Así pues, tanda de penaltis. En el Girona marcaron todos (Jairo, Álamo, Clerc y Felipe) excepto el tercer lanzador: el penalti de Mercelo lo despejó Tomeu. Para el Nàstic marcaron Marcos, Emaná, Tejera, Rocha y Palanca, que hizo el definitivo.