El CD Lugo consiguió ganar en un estadio donde sólo un par de equipo lo han hecho en casi un año y medio. Este estadio es el Nou Estadi, el de un Nàstic de Tarragona que cuando se encontró a sí mismo sobre el césped descubrió que ya era demasiado tarde, pues el conjunto gallego ya ganaba por 1-2 y quedaba menos de media hora por delante.

El Lugo estaba cómodo

Mal comenzaron las cosas para el equipo tarraconense. Era el segundo minuto de juego cuando Marcos, tras un pequeño choque con un jugador visitante, cayó al suelo avisando al banquillo. Él mismo notó mientras caía al suelo la gravedad de la más que probable lesión, que le obligó a salir en camilla y ser substituido por Stephane Emaná, el hermano pequeño de Achille Emaná.

Marcos se lesionó en el 2' y Stephane Emaná entró en su lugar

En lo que se refiere al partido en sí, el equipo gallego se mostró cómodo en el césped del Nou Estadi. Si bien el Nàstic tampoco sufría, eran los hombres de Luis Milla los que tenían más el control del esférico. También tuvieron la primera aproximación al área rival: fue en el 7’, cuando Naranjo cometió una falta lateral que los visitantes centraron al área sin éxito. Dos minutos después Palanca centró al área, pero Naranjo tardó en chutar y cuando lo hizo le taponaron el disparo. Más adelante quien tardó demasiado fue Palanca; tanto, que la peligrosa contra local acabó en nada (17’).

Los minutos pasaban y el Lugo seguía jugando seguro con pases en corto. En el 20’, gran jugada de extremo de Igor Martínez, pero cuando centró al área el esférico ya había salido por la línea de fondo y colegiado anuló la jugada. De forma casi inmediata, chut fuerte de Naranjo que fue directamente a las manos de un seguro José Juan.

Recién superado el ecuador de la primera mitad, los hombres de Vicente Moreno tuvieron dos llegadas peligrosas al área gallega. En el 23’, falta lateral sacada por Palanca que Emaná remató de cabeza obligando a José Juan a reaccionar para evitar el esférico a córner. Fue, sin duda, la ocasión más clara. Poco después los hermanos Emaná consiguieron robar una bola a la zaga lucense, pero Stephane, a puerta vacía, no llegó al balón y no lo pudo rematar.

Tensión en la afición

El juego del Lugo estaba sorprendiendo a gran parte de la afición del Nàstic. Algunos, aunque de forma tímida, comenzaron a quejarse de las pocas ideas del equipo local para llegar a la meta rival. Además, las ocasiones visitantes comenzaron a llegar de forma peligrosa en estos minutos. David López lo intentó desde la frontal, pero su chut se fue directamente fuera (27’).

El Lugo tuvo más control en la primera mitad. (Imagen: LaLiga).
El Lugo tuvo más el control en la primera mitad. (Imagen: LaLiga).

En el 28’ llegó la ocasión más clara para los gallegos. Primero Campillo chutó fuerte y seco. Reina evitó que el balón se colara en su meta, pero dejó el rechazo en el área, donde apareció Jonathan Pereira. El delantero chutó a puerta y el esférico se perdió por la línea de fondo rozando el palo izquierdo de Reina. Ya en el último minuto de la primera parte, Pereira cayó al área pidiendo un posible penalti, pero el colegiado no solo no lo señaló sino que amonestó al jugador con tarjeta amarilla por supuesta simulación.

Un gol tras otro

Tanto se hicieron esperar, que cuando llegaron, lo hicieron uno detrás de otro. Hablamos de los goles. Era el 53’ cuando, tras varios errores graves de la defensa grana, Jonathan Pereira se encontró solo en el segundo palo y sólo tuvo que empujar el balón al fondo de la red para hacer el 0-1. Pero la alegría le duró poco al conjunto gallego, pues dos minutos más tarde, Naranjo entró en el área con una buena jugada personal y, cuando estuvo frente al portero, lo batió y devolvió el empate al marcador.

Dos minutos le duró la ventaja en el marcador al Lugo. Pero, lejos de venirse abajo, el equipo gallego siguió buscando la victoria. Avisó en el 59’ con un chut fuerte de Igor que Reina consiguió atrapar. Dos minutos después, quien vio esfumarse la alegría fue el Nàstic: córner a la derecha de la portería grana mal defendido por la zaga y que Carlos Hernández aprovechó para rematar de cabeza al fondo de la red. Otra vez, el Lugo por delante en el electrónico.

El Nàstic buscó el empate sin éxito

Tras el segundo gol gallego, claro cambio de roles. Si hasta el momento el control había estado más o menos dividido, a partir del 62’ el Nàstic tomó todo el peso del partido en busca del gol mientras el Lugo se iba cerrando en su campo y buscando la sentencia al contraataque.

El Nàstic buscó el gol en reiteradas ocasiones, pero no lo encontróLos tarraconenses buscaban con insistencia el gol por la banda izquierda, con numerosos centros de Mossa al área, pero los de Moreno no creaban demasiado peligro. La más clara llegó en el 67’, cuando en uno de estos centros Emaná estrelló el balón contra el palo. Los visitantes tuvieron la suya con un fuerte disparo de Manu que el otro Manuel, Reina, desvió a córner (79’).

Uno detrás de otro, los centros de Mossa se sucedían. En el 82’ este centro fue rematado débilmente por Stephane Emaná a las manos de José Juan. Ya en el 88’, una clarísima ocasión para los granas. Fue Palanca quien buscó la portería rival, pero su disparo se fue al palo y después fuera. Ya en el tiempo de añadido, los granas dispusieron de una peligrosa falta, pero Tejera chutó por encima del larguero.