El Alavés se presentaba al partido de hoy con el objetivo de conseguir un triunfo que le convirtiese en el campeón de invierno de la categoría y con un punto le bastaba. En frente tenía a uno de los huesos duros de la categoría, un equipo que consiguió el ascenso la pasada campaña, y que esta firmando una temporada espectacular situado a tan solo un punto de la zona de playoff de ascenso. Un partido que presumía como muy igualado y emocionante y no defraudó a nadie.

Inicio vibrante

El inicio del partido marcó lo que fue toda la primera mitad, un choque apasionante entre dos conjuntos que se plantaron en el campo con un objetivo claro: conseguir la victoria. El Alavés buscaba aprovechar su superioridad en banda con la velocidad de hombres como Kiko Femenía y Dani Pacheco, que en tres minutos pusieron 2 balones a la cabeza de Toquero, que no consiguió rematar con claridad. La réplica del Nàstic fue inmediata pues en el minuto 4 Emaná tuvo la primera gran ocasión para abrir el marcador. Tras una gran jugada de Lobato, que estuvo muy incisivo durante estos primeros 45 minutos, cedió la pelota al camerunés que recortó perfectamente en línea de fondo y en vez de buscar el centro quiso ponerla en la escuadra derecha, pero el balón le salió desviado.

Tras este reparto de golpes para intentar noquear al rival, Kiko Femenía aprovechó de nuevo su velocidad en banda para llegar hasta Manolo Reina, que chocó con el extremo y la afición de Vitoria reclamó penalti en una acción puramente fortuita. La peor parte del golpe se la llevó Femenía, que en el minuto 15 tuvo que ser sustituido por el uruguayo Guichón por el impacto tras intentar aguantar en el terreno de juego durante casi diez minutos.

Después de este inicio de alto ritmo, el Alavés se fue asentando poco a poco en el campo hasta conseguir ser ligeramente superior al Nàstic en cuanto a juego, pues en lo que a ocasiones se refiere el resultado fue muy igualado. El conjunto de José Bordalás tuvo gran peligro sobre todo en sus bandas, pues buscaban la superioridad ante los laterales grana continuamente. Emaná por una banda, que jugó en banda izquierda, y Jean Luc por la otra ayudaban de forma continua a sus defensores para evitar el dos contra uno. Toquero y Guichón buscaban el remate en los centros y parecían crear sensación de peligro en la puerta de Reina.

Reparto de ocasiones hasta el gol

El equipo tarraconense defendió de forma solvente las ocasiones que llegaban desde las bandas, y no se arrugó en sumarse al ataque en cuanto había posibilidad. Así, Tejera tuvo la mejor oportunidad para el Nàstic hasta el momento cuando en el minuto 23 lanzó un misil desde fuera del área hacia la portería defendida por Fernando Pacheco, que atajó con una espectacular palomita un disparo que iba directo a la escuadra.

El peligro en ese momento por parte del líder llegaba siempre a balón parado, pues tras una sucesión de diversas faltas alrededor del área de Reina, los balones aéreos eran todos rematados por el conjunto local, aunque el Nàstic se mostraba fiable en esas jugadas. Toquero en el 27’ y el 30’ tuvo las dos más claras al rematar por encima del larguero.

En el 38’ Emaná recogió en el centro del campo un balón rechazado por parte de la defensa grana, se giró sobre sí mismo y mandó un balón filtrado entre la defensa del Alavés dejando al joven Naranjo sólo frente a Pacheco. El delantero ex del Villarreal, se plantó en el área y cuando parecía haber superado ya al meta albiazul, Carpio llegó a la jugada y con la intención de despejar el balón lo acabó introduciendo de forma fortuita en su propia portería. Era el 0-1 para el Nàstic.

La primera parte finalizó con Jean Luc siendo atendido por una pequeña brecha en la ceja, siendo la ejemplificación de la intensidad vista en el campo en los primeros 45 minutos.

El Alavés salió como un torbellino

El descanso sentó mucho mejor al conjunto local que a los grana. Tras la reanudación, el Alavés creó muchísimo peligro de nuevo a balón parado y de nuevo Toquero y Laguardia pudieron poner las tablas en el marcador de cabeza en la salida de ambos saques de esquina. Guichón tuvo en el 53’ otra clara ocasión para los albiazules al encontrarse con la madera después de un cabezazo en un buen centro de Pacheco.

En ese momento y viendo la superioridad del Alavés, Vicente Moreno en el 62’ quitó del campo a Cristian Lobato en su primer partido como titular en las filas del Nàstic y dio entrada a Gerard Valentín, para reforzar la banda en la que Pacheco creaba muchísimo peligro. Un minuto más tarde, Bordalás cambió precisamente a Pacheco por el delantero Barreiro que entró como un tiro y ya en el primer minuto en el campo lanzó un zurdazo por encima de la portería grana.

El gol cayó del lado grana

El Alavés seguía siendo muy superior en el campo y las ocasiones se sucedieron de forma continuada. Barreiro, Guichón y Manu tuvieron las más claras alrededor del minuto 70, cuando las fuerzas del equipo tarraconense empezaban a flojear. Mientras el Nàstic se defendía con uñas y dientes, también buscaba sentenciar a la contra y en una salida rápida el recién entrado Valentín se torció el tobillo y Moreno se vio obligado a cambiar al lateral. Stephan Emaná se preparaba en la banda pero finalmente fue Juan Muñiz quien entró en el minuto 77 y debutó con el equipo grana tras ficharle en este invierno procedente del Sporting de Gijón.

En ese momento el Alavés tuvo la mejor ocasión para lograr el empate. Manolo Reina hizo una doble parada espectacular tras repeler un cabezazo de Guichón y el posterior remate de Manu. Cuando parecía que el uno a uno caería en cualquier momento, y en la posterior jugada a esta, Jean Luc aprovechó un error defensivo para plantarse sólo ante Pacheco. No supo definir bien y en el rechace del meta albiazul, Emaná remató por debajo de las piernas del portero y esta vez sí movió el marcador a un 0-2.

Final trepidante

El Alavés buscaba lo que tanto se había merecido con insistencia cuando Stephan Emaná entró en el 83’ por Jean Luc. Finalmente, el conjunto de Vitoria encontró su premio en el 87’ cuando en uno de esos corners peligrosos de los que se había hablado anteriormente, Juli lanzó un tremendo disparó que chocó en la cruceta de la meta defendida por Manolo Reina y Barreiro aprovechó el rechace y daba de nuevo esperanzas a su equipo para conseguir obtener un punto.

Cuando todo el Alavés estaba lanzado en ataque, la dupla de hermanos Emaná sentenció el encuentro en el 93’. Achille consiguió llegar hasta la meta local y regaló el gol a su hermano Stephan que remató a placer para estrenarse como goleador en la categoría de plata del fútbol español. La sociedad camerunesa consiguió así, afianzar el asalto grana en Mendizorroza y quedarse en zona de playoff de ascenso. Por su parte, el Alavés deberá esperar un tropiezo del Córdoba para proclamarse campeón de invierno de la Liga Adelante.

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Sobre el autor
Paco Cancela
Periodismo en la URV.