Se acabó el ir de tapado, el dejar en el aire las opciones de luchar por el ascenso, es hora de empezar a sacar conclusiones y sobre todo de asumir responsabilidades. El Gimnàstic de Tarragona y su afición deben aceptar que el destino y el esfuerzo han hecho que este año la Liga BBVA esté más cerca que nunca. No ha sido un camino fácil, ni deportivamente ni extradeportivamente, pero de nada sirve lamentarse con el pasado; el presente y el futuro de este equipo borra cualquier mirada que se pueda echar hacía atrás.

El fútbol ha sido muy cruel con el club grana. Partidos como el de Llagostera hace dos años dejaron a afición y equipo contra la lona, pero como ocurre en las películas y a veces en la vida real, el Gimnàstic de Tarragona se levantó al unísono para no solo resistir el golpe sino que también para ganar el combate. Otros podían haber visto ese no ascenso a la Segunda División como un fracaso, pero los jugadores lo interpretaron como una lección y como una conjura, Tarragona merecía estar en el fútbol profesional y solo un año después, y no exento de sufrimiento, el sueño del ascenso a la División de Plata se hizo realidad.

Ahora este grupo se encuentra delante de un reto, de un hito,  de una gesta, de un imposible, llámenlo como quieran, y dejen de frotarse los ojos porque comienza a hacerse una realidad. La lucha por el ascenso es un hecho, ya nada ni nadie va a sacar al Nàstic de esa terna, y parece que jugadores tampoco quieren que esto sea una mera anécdota. ¿Por qué no puede subir el conjunto grana?¿A caso le tiene que envidiar algo a la plantilla que tenia el Eibar o el Córdoba cuando ascendieron? Quizás no tengan la plantilla con mayor calidad individual ni con más presupuesto de la categoría, pero tienen algo que es más importante, a pesar del fútbol capitalista en el que se vive hoy en día, y es la unión del grupo y la capacidad de remar hacía el mismo sentido que tienen todos los jugadores y cuerpo técnico del club grana. Desde Emaná hasta el utillero, todos están empeñados en hacer de un sueño una realidad.

El Nou Estadi será clave para el final de temporada

Quedan once finales, seis en casa, es hora de que el Nou Estadi presente un aspecto de lleno hasta la bandera. Estos jugadores no pueden hacer más para que la ciudad de Tarragona se vuelque con ellos. Hay que repetir ambientes como los del año pasado ante el Huesca o como el de la presente temporada ante el Llagostera. Alavés, Zaragoza, Oviedo, Leganés, Osasuna, el camino no va a ser fácil, el calendario lo presagia, pero alcanzar la gloria tampoco lo es. No es hora de acomplejarse, es hora de sacar pecho con Vicente Moreno, con Emaná, con Naranjo, y por los jugadores que llevan remando desde hace varias temporadas atrás. La utopía de ascender, ha pasado a ser un sueño que podría pasar a ser una realidad.