Pocas veces en la historia del fútbol se puede hablar de una persona que haya sido jugador, entrenador y presidente de un club además de árbitro de fútbol. Es por esto y mucho más por lo que es muy destacable la historia del señor Joaquín Rasero.

Nacido en Ezcároz, en pleno Pirinieo Navarro. Era un deportista nato, gran pelotari (jugador de pelota vasca), tal era su afición a este deporte y tan buen pelotari era que le ofrecieron marcharse a los EEUU a jugar profesionalmente en Miami, donde este deporte era bastante popular. Su empresa lo trasladó de Navarra para evitar su posible viaje a los EEUU, a Santander, una ciudad en el que la pelota vasca no se practicase. Estuvo dolido por no poder practicar su entonces deporte favorito hasta que llegó uno nuevo.  Unos ingleses de una colonia de Santander le enseñaron un popular deporte que se practicaba en todo el Reino Unido, football. Así que este gran pelotari, se olvidó de la pelota vasca para centrarse en este nuevo deporte; quizás su habilidad para dar patadas a un balón no era la misma que para golpear pelotas contra un muro, así que se apuntó de portero. Tal fue su afición a este nuevo deporte que participó en la fundación del Real Racing Club de Santander, uno de los más antiguos clubes españoles. Años más tarde volvió a Navarra, donde contagió su afición por el fútbol a todos los de la zona.

En 1920 nació el Club Atlético Osasuna, tras la desaparición de dos equipos de la ciudad de Navarra, el Sociedad Sportiva y el New Club. Los aficionados a este deporte, entre ellos Joaquín Rasero, no querían que el fútbol desapareciese de Navarra, por lo que los dos clubes de fusionaron tras varias reuniones de los dirigentes de los dos equipos, para formar el club de Osasuna. Joaquín Rasero, quien había jugado, tanto en la Sportiva como en el New Club, participó en la directiva del New Club en las reuniones de ambos clubes y se convirtió en el primer presidente del Club Atlético Osasuna, además del primer portero y primer entrenador.

El primer partido de Osasuna fue recién fundado el club en 1920; el equipo navarro se enfrentó a una selección militar. Partido que acabó en empate a un gol y en el que Joaquín Rasero fue el portero. Al no tener campo propio, Osasuna alternó sus primeros partidos, la mayoría amistosos, en los campos del Ensanche y del Hipódromo. Hasta que en 1922 Osasuna inauguró el campo de San Juán, ya que el club necesitaba un campo para comenzar sus aventuras de partidos oficiales. Así, el 21 de Mayo de 1922 se inauguró el campo con un partido ante el Arenas de Getxo, partido que fue arbitrado por el presidente de Osasuna, Joaquín Rasero, quién abandonó su puesto de presidente y entrenador y se retiró de jugador para dedicarse al arbitraje. Incluso llegó a arbitrar la final de Copa del Rey de 1923, que enfrentó al Athletic de Bilbao, ganador de la final, y al Club Deportivo Europa.

Así fue este hombre, grande en todo lo que hizo. Gran pelotari, ayudó en la fundación del Real Racing Club de Santander, jugó en Racing, Sociedad Sportiva y New Club, fue el primer portero, primer entrenador y primer presidente del Club Atlético Osasuna y gran árbitro. Así que como futbolista, entrenador, presidente o árbitro, demostró en todo momento su amor por este deporte y así se convirtió en una leyenda del Club Atlético Osasuna.