No pudo ser. A pesar de los refuerzos, Osasuna adoleció de la falta de gol que tanto le hizo sufrir el curso pasado. El problema se vio acrecentado con la fragilidad defensiva y la falta de creatividad que mostró el conjunto navarro ante el combinado nazarí. Los andaluces, con una idea de juego más trabajada y eficaz, supieron rentabilizar la renta conseguida en la primera mitad.

Los primeros compases del choque estuvieron marcados por las imprecisiones y el ritmo pausado de ambos bandos. Osasuna quiso llevar el peso del partido desde el comienzo pero su juego previsible chocó con el orden táctico del Granada. Los pupilos de Lucas Alcáraz se encontraban cómodos atrás, sin fisuras y capaces de crear mas peligro que los rojos a pesar de no tener la posesión.

Del dominio infructuoso de Osasuna, solo nacieron dos ocasiones de cierto peligro y ambas a cargo de Miguel De las Cuevas. El jugador alicantino fue de lo poco rescatable de los navarros en el primer tiempo. Su desparpajo por la banda izquierda es un alivio para el atasco que sufren los pamplonicas en la zona de tres cuartos hacia adelante.

Clase de eficacia visitante

El partido ganó en viveza transcurrida la primera media hora y tras varios avisos visitantes llegó el primer tanto de la noche. Un gran pase del lateral Nyom al corazón del área permitió a El – Arabi adelantar a su equipo a los 38 minutos. La figura del marroquí se agrandó con el transcurso del partido. Un recital de movimientos sin balón, controles y desmarques amargaron a la zaga rojilla. En definitiva, un juego inteligente y eficaz, que da muestras del potencial que tiene el ariete rojiblanco.

El mazazo del primer tanto cayó como una losa sobre el equipo y la grada, consciente de la dificultad de los suyos para levantar resultados adversos. Pero la dificultad se agigantó cuando Yebda cabeceaba a la red un centro medido de Dani Benítez. La calidad del Granada dejaba el partido muy cuesta arriba para los locales antes del descanso.

Reacción local tras el descanso

Pero los rojillos no se dieron por vencidos. Mendilibar introdujo un doble cambio en el descanso, Oier y Sisi reemplazaron a Loe y Cejudo. La entrada del segundo, que reaparecía tras una lesión de larga duración, reactivo a los suyos que se mostraron con algo más de mordiente que en los primeros 45 minutos. El empuje tuvo premio a los 58 minutos. Un balón muerto al borde del área visitante fue aprovechado por el eterno Patxi Puñal para recortar distancias.

El gol espoleó a equipo y afición. El Sadar rugía como antaño y más lo hizo tras atajar Andrés Fernández el penalti ejecutado por Piti. Pero el corazón no fue suficiente y la falta de ideas volvió a condenar a Osasuna. Oriol Riera debutó en el minuto 66 dejando buenos y esperanzadores detalles que tampoco sirvieron para comenzar sumando.

Segunda jornada en Anoeta ante el Athletic

Osasuna comienza la temporada como más duele, cediendo los primeros tres puntos en su propio estadio. La fortaleza de El Sadar siempre ha sido un ingrediente clave para la permanencia rojilla. El próximo viernes los navarros se desplazarán a Anoeta para disputar la segunda jornada liguera frente al Athletic.