Fría noche en Pamplona que hacia presagiar lo que iba a ser el partido de vuelta de octavos de final de la copa del rey. Con el cómodo tanteo a favor con el que se presentaba el Real Madrid en El Sadar, y que Javi Gracia ya había dejado caer que Osasuna debía centrarse en los partidos de liga, todo indicaba que el conjunto blanco no iba a sufrir lo que había sufrido en el partido de liga que empató in extremis.

El técnico italiano Carlo Ancelotti no reservó ningún titular, para prevenir cualquier conato de susto por parte del conjunto navarro. Por su parte el navarro Javi Gracia alineó una mezcla de titulares y suplentes, con un punto más ofensivo quizá que la alineación titular del partido disputado en el Santiago Bernabeu.

El desarrollo del partido fue el esperado, con un Real Madrid agazapado atrás dejando jugar a Osasuna, haciéndose el conjunto rojillo con la posesión pero si intimidar a Iker Casillas. Osasuna quería pausar el balón pero el conjunto blanco generaba peligro con una facilidad pasmosa, siempre a la contra. Las primeras tarjetas hicieron acto de presencia en apenas diez minutos, con un objetivo fijo por parte de los jugadores rojillos, Cristiano Ronaldo.

Un gol doloroso

De una falta cometida por Raoul Loé nació el primer gol. Cristiano disparó en el minuto 22 un balón que, pese a los movimientos extraños que ya caracterizan los disparos del jugador luso, Andrés fue incapaz de despejar contundentemente, saliendo rebotado entre sus piernas directamente al fondo de la red. A partir de este momento los escasos aficionados asumieron que el milagro ya era imposible, pero los jugadores no se rindieron y continuaron luchando intentando maquillar la eliminatoria.

El partido entró en una dinámica de ocasiones para ambos equipos. Ronaldo y Xabi Alonso hicieron que Andrés se redimiera de su error anterior con dos grandes paradas, y Di Maria por su parte erró una clara ocasión lanzando el balón directamente a la grada. Los últimos cinco minutos del partido fueron de Osasuna en un último arreón de los navarros. La ocasión mas clara fue de Álvaro Cejudo que disparó directamente a la cepa del palo derecho de la portería defendida por Iker, el cual despejó dos grandes disparos en jugadas posteriores de Miguel De Las Cuevas y Roberto Torres respectivamente llegando así el final del primer acto.

Segunda parte innecesaria

La segunda parte arrancó con los pupilos de Gracia mas enchufados, y generando ocasiones. Loé estuvo apunto de anotar, pero su disparo se marchó desviado por encima del larguero. Tras el saque de un corner por parte de Osasuna, y pese a que Mateu interpreto que no hubo falta de Alonso sobre Torres, el tolosarra armó la contra junto a una larga cabalgada del canterano Jesé que le dejó en bandeja el gol a Di Maria, que no perdonó esta vez.

Ahora si la eliminatoria estaba totalmente decidida, por lo que los técnicos comenzaron con las rotaciones. Por parte de Osasuna José Gracia y Oriol Riera ingresaron en el campo para intentar maquilar el partido, y el canterano Satrustegui que jugó sus primeros minutos de la temporada. Del banquillo del Real Madrid ingresaron Gareth Bale, por Ronaldo, y los canteranos Casemiro y Morata, con la mala fortuna de lesionarse al disputar el primer balón que se le aproximó.

El partido entro en una dinámica gris, y esto llevó a que el portugués Coentrao realizar una entrada a destiempo sobre Oier, viendo la roja directa, dejando al conjunto de la capital con 9 jugadores.

Ésta acción llevó a que Osasuna volviese a gozar de ocasiones de hacer gol al filo del final de la eliminatoria, finalizadas en su totalidad por un incisivo Roberto Torres.

De este modo se llegó al final de la eliminatoria, con un Osasuna que nunca ha visto posible su clasificación y que saltó al césped de El Sadar con un ojo puesto en el partido del próximo sábado frente al Granada. Por su parte el Real Madrid se clasificó cómodamente y prosigue en su intento de conquistar la tan ansiada copa del rey.

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