La visita del Sevilla FC este domingo al Sadar es una muy buena noticia. Y es quelas dos últimas veces que el equipo del Guadalquivir ha visitado Pamplona, el equipo navarro ha conseguido certificar su presencia en la máxima categoría durante un año más. Así pues, de ganar en esta jornada, la permanencia no estaría matemáticamente asegurada, aunque psicologícamente sería un golpe de efecto para conseguirlo. 

Las últimas jornadas del campeonato siempre son en las que más sufre el corazón, y más el de los rojillos, que ven como año tras año, tienen que llegar los últimos instantes dela vida para salvar los muebles y conseguir el principal objetivo. Y para darle más emoción, si cabe al desenlace, las victorias ante el Sevilla llegaron tras sendas remontadas, de esas que nunca piensas que llegarán, y que el infierno se convertirá enuna realidad. 

Los aficionados nunca defraudan en estas ocasiones, y se espera que este fin de semana no sea para menos. Teniendo en cuenta, también, que el partido se disputará a las 12 de la mañanael horario favorito para los seguidores que siempre se desplazan al Sadar. 

En la temporada 2011/2012 fueron los dos goles de Kike Sola y el de Lekic quienes hicieron posible la hazaña, todos ellos después de que Negredo adelantase en dos ocasiones a su equipo en el marcador. Tanto era el empeño que tenía el equipo por quedarse un año más en primera que Camuñas terminó la jugada del gol de lavictoria con una brecha en la ceja. Era la jornada 36 y Osasuna se ponía con 44 puntos, a cinco del descenso, que lo marcaba el Zaragoza.     

Puñalada y Cejudazo

El partido de la temporada pasada es uno de esos que permanecerán en la retina durante unos cuantos años. Laagónica victoria, por dos goles a uno, supuso la salvación enla trigesimo séptima jornada, justo una antes de visitar el Santiago Bernabéu. Los protagonistas, sin duda alguna, fueron por una parte los aficionados que se congregraron a las puertas del estadio para recibir a los jugadores, y por la otra, los goleadores de la noche: Patxi Puñal y Álvaro Cejudo. 

Sus goles, para enmarcar ambos, hicieron estallar la olla a presión que era el Sadar. Primero el capitán abrió el camino en el minuto 63, para que dieciséis minutos después,el cordobés certificara la hazaña. El miedo había entrado en el cuerpo de los alli congregados al principio de la segunda mitad, cuando de nuevo Negredo, había adelantado al Sevilla.  

Foto: osasuna.es