El partido ante el Athletic de Bilbao perfectamente podía ser un partido de Primera División en el que ambos equipos lucharían por los tres puntos. Pero no. Los de Bilbao visitaban Pamplona por última vez durante este año, y no precisamente en competición liguera. Se trataba del primer partido de pretemporada en tierras navarras para Osasuna —el tercero tras la mini gira realizada por Inglaterra— y el segundo para los de Bizkaia. Ambos conjuntos saltaban al terreno de juego con la intención de probar diferentes cosas, ya que sus objetivos son totalmente diferentes. Mientras los rojillos pelearán por el ascenso a Primera, los rojiblancos lo harán por hacerse con una plaza en la Champions —conocerán su rival de la fase previa el próximo viernes—.

El partido ha comenzado con intensidad y llegadas por parte de los de Urban, algo que podía hacer presagiar la tarde de goles y fútbol que se avecinaba. Etxeita, por parte del Athletic, era el primero en arrimarse a puerta contraria. Solo era el minuto dos de juego, pero su balón se marchaba por encima del travesaño. Dos minutos después, y tras una falta lateral sacada por el joven José García, era turno para Oier. El de Estella no llegaba a rematar de cabeza por muy pocos centímetros.

Javi Flaño y De las Cuevas marcaron los dos primeros tantos

Las siguientes acciones —primeras del encuentro— fueron idas y venidas para ambos conjuntos, turnándose las ocasiones y las llegadas al área. Ruiz de Galarreta y Javier Flaño tuvieron el primer tanto en sus botas, pero los dos porteros estuvieron atentos a la jugada.

Hasta que llegó el minuto 17 de encuentro. Tras una internada por banda de Osasuna y al borde del área rojiblanca, Javi Flaño se hizo con el esférico. Con gran habilidad dejó atrás a todos los defensas que se ponían en su camino, para chutar casi sin ángulo y hacer el primero de la tarde.

Sin tiempo para asimilarlo y cuando todavía la grada vitoreaba al de Noain, Miguel De las Cuevas ampliaba la distancia en el marcador y anotaba el segundo de la tarde. Su gol bien podría ser un calco del de su compañero, ya que tras dejar atrás a la defensa con unos soberbios regates, lograba enchufar el cuero y que este entrase por toda la escuadra.

Con el tercero, la explosión

La grada enloquecía. Aunque solo era un partido de pretemporada, los asistentes no daban crédito a que un equipo recién descendido a Segunda División estaría arrollando a un conjunto que el próximo viernes conocerá a su rival en la fase previa de la Champions League. Graderío Sur, —con sus primeras filas tapadas, todavía sin arreglar tras el desplome del partido frente al Betis— era el motor que animaba el ambiente, y con él, a los jugadores.

Tras la avalancha rojilla, las aguas se calmaron un poco y el Athletic volvía a hacer acto de presencia. Tuvo sus ocasiones para, al menos, reducir las distancias marcadas por los hombres de Urban. Toquero, en doble ocasión, pudo hacer gol para los suyos, pero se topó con un Asier Riesgo en estado de gracia. Parecía que todo se contagiaba.

Toquero y Etxeita pudieron acortar distancias en el marcador

Los dos goles vividos hasta el momento, no iban a ser los únicos que se iban a presenciar. Era el minuto 33 y paradojas de la vida, llegó el tercero. Córner lanzado por José García y chutado por Jordan Loties, que hacía estallar de júbilo, más si cabe, a la afición. Los rojillos estaban demostrando que ese partido no era un simple amistoso, sino que querian demostrar que durante la campaña van a luchar por estar arriba y volver a la Primera División.

El final de la primera mitad pudo haber concluído con algo menos de distancia en el marcador, y es que Etxeita tuvo una gran ocasión para hacer gol. Su disparó se topó con el larguero, y posteriormente, recayó en las manos del guipuzcoano Riesgo. Era la última jugada de los primeros 45 minutos.

Relajación e igualdad final

El tiempo de descanso bien lo pedían a gritos los hombres de Valverde. Y bien que lo supieron aprovechar. Las instrucciones en el vestuario sirvieron para que Osasuna dejase de estar en superioridad y que se igualasen las fuerzas. El partido perdía la intensidad de la primera mitad, y las ocasiones no llegaban con tanta frecuencia.

En el minuto 55 Ibai ponía la primera de la segunda mitad. Su balón se marchaba, no obstante, desviado por la parte izquierda de la portería defendida por Riesgo. En el banquillo, Valverde pedía calma, Urban, intensidad. Pero las fuerzas demostradas en la primera mitad por parte de Osasuna parecían haber desaparecido, dejando el balón y el juego en manos del Athletic.

El balón corría, pero no llegaba a puerta, y la afición pedía más. Pedía lo que había visto al principio del encuentro, pero nadie se lo daba. Hasta que llegó el mágico minuto 66. Javad Nekounam saltaba al terreno de juego entre una ovación que se podía oir en un kilómetro a la redonda. Era la vuelta a casa de uno de los más queridos.

En el minuto 70 de encuentro Asier Riesgo hizo la parada de la tarde. Un balón que llegaba a bocajarro y tras un saque de esquina metía el miedo en el cuerpo de la zaga navarra. Era Guillermo el encargado de apretar las tuercas a los defensas. Ibai, esta vez en el 76, dejaba claro que ellos habían ido también a jugar. Su disparo, con dificultad, lo logró parar el guardameta de Osasuna, que se pefila como titular para la temporada.

Y tanto avisar, por fín el esfuerzo tiene sus frutos. Era el miunto 86 de juego cuando llegó el esperado gol de los leones. Ibai, de cabeza, acortaba distancias y ponía el 3-1 en el marcador. Aunque ya era tarde para lograr la gesta de la remontada, el trabajo de la segunda mitad dio sus frutos, y lograron que Osasuna no metiera el dedo más en la yaga que habían abierto en la primera mitad.

Con el gol de Ibai llegó el final. Un final que muchos de los presentes habrían firmado en cualquiera de los partidos de la pasada temporada. Pero que ven con buenos ojos para la próxima.