El tercer encuentro de la pretemporada rojilla enfrentó a un Osasuna con gran cantidad de jugadores del filial frente a la SD Huesca. Instantes antes del encuentro se firmó un contrato de filialidad entre la entidad rojila y el club local, el CD Buñuel, por tres temporadas.

Los jugadores de ambos equipos comenzaron a llegar a las instalaciones navarras e iniciaron los primeros ejercicios de calentamiento, asi como las respectivas charlas técnicas.


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Instantes antes del inicio del encuentro se realizó un acto conmemorativo por la muerte de Asier Sarriá Monreal, fallecido el pasado 23 de julio en accidente de tráfico. Miguel Flaño hizo entrega de un ramo de flores y una camiseta a la familia, la cual estaba visiblemente afectada por la tragedia.

El buen ambiente reinó en el estadio Jesús Remón Guripa, donde se congregaron cerca de 700 personas para presenciar el choque. El comienzo del partido estuvo marcado por unas ténues acciones de peligro por parte del Huesca, que pronto comenzó a desdibujarse, pasando a la acción el equipo navarro.

El partido transcurría con superioridad por parte de Osasuna. Las llegadas se repetían, hasta que Oier logró conectar un pase con Manuel Onwu que le permitió anotar el único gol de partido.

Osasuna seguía dominando al Huesca. El juego de control rojillo estaba resultando efectivo, ya que los jugadores azulgranas únicamente corrían detrás del balón. El poderío de Nekounam en el centro del campo pesó demasiado para dar oportunidades al conjunto oscense. Kodro y Onwu continuaron intentando poner en peligro al arquero Dani Jiménez.

Osasuna tenía el partido controlado. El centro del campo, dirigido por Javad Nekounam, trataba de sacar el balón jugado con criterio. Las acciones por banda se sucedian, pero los arietes rojillos no conseguian disparar entre los tres palos.

El cansancio y el sofocante calor fueron mermando la resistencia física de los jugadores. Pese a ello, Roberto Torres fue uno de los jugadores más activos en la recta final del encuentro.