En descenso y sin conocer la victoria. Así saltará al estadio El Sadar el RCD Mallorca el próximo domingo 21 de septiembre bajo la atenta mirada de las cámaras de Canal +. Junto con el Real Zaragoza, Sabadell y Racing de Santander; el equipo bermellón tampoco sabe qué se siente al llevarse los tres puntos. Los medios de comunicación locales esperan ansiosos el resurgir del equipo entrenado por Valeri Karpin y la paciencia se acaba tras conseguir un punto de los doce posibles. Para postre, su paso por la Copa del Rey fue casi testimonial al caer derrotado a las primeras de cambio ante otro equipo insular: la Unión Deportiva Las Palmas. De este modo, el inicio de liga hace recordar al de la temporada pasada donde el conjunto balear empezó con tres derrotas consecutivas y se ancló en la zona media-baja de la clasificación.

El defensa Pau Cendrós pasó por los micrófonos para dar la cara por el equipo y admitió que ganar a Osasuna sería un balón de oxígeno: "Será un partido complicado, han bajado de Primera y son uno de los favoritos, pero nosotros tenemos que ir a lo nuestro para intentar sumar los tres puntos". El rival no parece el más propicio para empezar la reacción bermellona pero viajan con "ilusión y optimismo".

Fuego cruzado

Si en lo deportivo el RCD Mallorca no pasa por años de bonanza, en el plano institucional la marea está a punto de llegar al casco urbano de la ciudad. La afición teme despertarse un día con el anuncio de un nuevo mandatario y, es que, en las últimas nueve temporadas el club ha tenido nueve presidentes. Incluso, la mayoría de ellos, no lograron completar una campaña en el cargo. El objetivo hacia donde apuntan todos los focos es el dueño de la entidad, Lorenzo Serra Ferrer, que está provocando la descomposición y fragmentación de un equipo histórico. Lejos queda el año 2003 en el que se escribió una de las páginas doradas tras la consecución de la Copa del Rey.

Dudú Aouate puede ser el 'salvador' pero necesita un "músculo financiero considerable"

Ante este mar de dudas, Dudú Aouate se quiere erigir como salvador. El exguardameta encabeza un grupo que intenta hacerse con el control del club pero se necesita un "músculo financiero considerable" para hacer frente a la deuda y presentar unos informas de viabilidad. Al israelí se le acaba la paciencia y no le tiembla la voz al asegurar que si se tiene que ir, se irá. Para dar un giro de tuerca al rocambolesco episodio que vive la entidad insular Aouate es el actual mánager general y él decidió la incorporación de Valeri Karpin como entrenador.

El capitán Pep Lluís Martí dio un golpe sobre la mesa tras un entrenamiento en Son Bibiloni y confirmó estar harto de la situación. "No podemos ser el hazmereír de toda España. Todo lo que pasa es malo para el club". El palmesano pide un poco de coherencia en las decisiones que se tomen ya que "el Mallorca no es una empresa privada, es un sentimiento arropado por los aficionados". A pesar de todo apuntó que el equipo está unido por la misma causa.

RCD Mallorca: plantilla actual

La plantilla para esta temporada poco tiene que ver con la formada el verano pasado. Entre finalización de cesión, contrato y rescisiones 19 futbolistas han dejado la entidad. Esto se traduce en una limpieza total, que nunca gusta a la afición. La dirección deportiva apenas ha podido mirar a las vacías arcas del club, por lo que la mayor parte de las incorporaciones han sido de jugadores libres - como Arana, Fofo o Gai Assulin - o las cesiones de Saborit y, sobre todo, Scepovic que se espera que sea el hombre gol.

Para el partido del domingo Karpin no podrá contar con Michael Pereira, uno de los futbolistas que ha jugado los cuatro partidos ligueros. El francés arrastra unas molestias y salvo milagro se unirá a la ausencia del guardameta Jesús Cabrero que fue expulsado ante el Recreativo de Huelva. Todo hace indicar que Rubén Miño será el encargado de defendar el arco balear.

Las cámaras de Canal+ serán el mejor testigo para examinar el estado de ánimo de dos clubes que hace poco se codeaban con los grandes titanes de la Primera División y ahora luchan por enderezar un barco perdido en un mar de dudas. La victoria será un bálsamo para curar las todavía abiertas heridas del verano.