Bonita mañana la que se planteaba en Pamplona, el buen tiempo y la notable asistencia de aficionados  presagiaban un buen partido. El guión de este presagio se cumplió con creces ya que Osasuna demostró que pese a ir perdiendo por varios goles, una de las máximas esta temporada será no rendirse nunca. Así lo hicieron los pupilos de Jan Urban que no bajaron los brazos y lucharon hasta el final para lograr la victoria. El resultado deja entrever que, pese a conseguir el triunfo, los rojillos siguen teniendo graves problemas en defensa ya que salvo el golazo de falta directa de Marco, el resto de goles encajados provinieron de graves fallos defensivos.

Fantasmas en la primera parte

Comenzaron ambos equipos disputándose el mando del encuentro. Osasuna poco a poco fue ganando enteros para lograr el control del partido logrando las primeras acciones de peligro de la mano de Roberto Torres y Cadamuro. El balón estaba en poder del club navarro hasta que una vez más una acción aislada se transformó en gol del conjunto contrario.

Una acción al borde del área de Roul Loé sobre Martí fue sancionada con falta y tarjeta amarilla para el camerunés. El jugador visitante tuvo que ser atendido por las asistencias fuera del terreno de juego mientras el delantero mallorquín Marco, lograba batir a Asier Riesgo de forma magistral. Otra vez el trabajo y el esfuerzo del conjunto rojillo se veía desbaratado por una desafortunada acción contraria.

El juego se volvió mucho más tosco comenzando a realizarse duras entradas por ambas partes. La ocasiones de peligro se dividían para ambos bandos, siendo Nino y Marco los más incisivos respectivamente.

El partido tenía un color feo para Osasuna, que veía como el equipo visitante se sentía relativamente cómodo con la situación. Todo cambió con un pase largo y preciso de Merino hacia Nino, que mediante un malabarismo de cabeza logra ceder el balón para De Las Cuevas ya dentro del área, que logra anotar el gol del empate navarro al filo de descanso. Los últimos instantes de la primera parte fueron propicios para romper el empate, pero Roberto Torres no tuvo fortuna en varias ocasiones. Así pues el partido llegó al descanso con el mismo empate.

Desbarajuste defensivo en la reanudación

El partido se reanudó con un intercambio de ocasiones por parte de ambos conjuntos. El intercambio de ocasiones se frenó en seco cuando Marko Scepovic en dos acciones en dos minutos logró anotar dos goles, poniendo el 1-3 en el marcador para el minuto 54 de juego.

Las caras de algunos jugadores eran un poema, y muchos aficionados ya se resignaban a asumir una nueva derrota ocasionada por dos fallos defensivos de bulto. Pero si Osasuna es capaz de algo es de hacer lo peor y lo mejor.

Remontada épica

Corría el minuto 54 y Osasuna se encontraba a dos tantos de diferencia del Mallorca. Fue entonces cuando la rasmia de la plantilla saltó a la palestra de la mano de Roul Loé, Nekounam, Nino y sobre todo de Cedrick.

En el minuto 57 fue Loé el que logró rematar a gol un saque de córner. Aquí comenzaba la remontada navarra. Un doble cambio, dando entrada a Nekounam y Cedrick, fue lo que finalmente rompió el partido. Acto seguido Nino en una prodigiosa jugada por la banda izquierda forzó el mal despeje de Miño propiciando que el balón se le quedara en posición ventajosa a Roberto Torres para poder volver a poner las tablas en el marcador.

3-3 y Osasuna quería más. Cedrick estaba desquiciando a la defensa mallorquina que se veía impotente ante la velocidad del congoleño. Solo Miño con una genial parada logró impedir el cuarto gol rojillo. Osasuna seguía intentándolo y pese a que el colegiado anulase un gol legal de Cedrick, las ganas y el pundonor rojillo estaban por las nubes.

Tanto fue así que el cuarto gol no tardo en anotarse. De nuevo Cedrick logró desbordar por banda dejando a Nino su segundo gol en bandeja. El internacional congoleño estaba disfrutando con sus internadas y cada acción suya se contabilizaba como gol. Minutos después una nueva acción del extremo rojillo volvió a poner un balón franco a Roberto Torres para que el navarro anotase a placer.

Pero aun había uno que quería sumarse a la fiesta de los goles. Esta vez fue el lateral Javi Flaño que después de una hermosa jugada iniciada por Kenan Kodro y Roul Loé, chutó desde el lateral del área cruzando el balón haciendo insuficiente la estirada el guardameta bermellón anotando el que sería el sexto gol de Osasuna.

Propios y extraños se frotaban los ojos ante tal hazaña lograda. Osasuna pasó en poco menos de 20 minutos de ir perdiendo 1-3 a imponerse por 6-3. La afición no se lo creía y animaban sin parar a sus jugadores que ya más relajados volvieron a cometer otro error, dejando que Abdón bajara un balón en la frontal del área rojilla y batiera por bajo a Asier Riesgo.

El encuentro finalizó con un sabor muy dulce por la capacidad ofensiva desplegada por los rojillos pero con ciertas connotaciones negativas al haber encajado 4 goles como local. Pese a todo Osasuna suma tres puntos más que le permiten colocarse en la zona media alta de la tabla hundiendo al Mallorca.