Esta jornada Osasuna vuelve a jugar en domingo, día del fútbol por antonomasia. Lo hará a las 17:00h, posiblemente la hora en la que más partidos haya disputado el equipo rojillo en toda su historia —o al menos hasta que desde China comenzaran a interesarse por Liga, sugiriendo variaciones horarias un tanto polémicas—. Pero, a lo que vamos, vuelve al Molinón, uno de esos campos clásicos de nuestro balompié —de hecho, el más antiguo del panorama nacional— y uno de esos rincones del país donde el olor a fútbol supura entre las vigas de cemento que sostienen el estadio. Sin duda el lector ya sabe que el próximo rival de los rojillo es el Sporting de Gijón.

El Sporting es uno de los nueve clubs españoles que nunca han jugado por debajo de Segunda

El equipo rojiblanco cumplirá esta temporada 110 años de historia, siendo uno de los equipos más longevos de la Liga. No obstante, y a pesar de su larga travesía por campos y campillos de la península, hablar del Sporting es hablar de uno de los más arraigados representantes de los llamados equipos humildes, un selecto club —sí, selecto— al que, por supuesto, también pertenece el Club Atlético Osasuna. En su trayectoria centenaria destaca como uno de los nueve clubs que nunca ha jugado por debajo de la Segunda División. De hecho, es uno de esos equipos que queda raro ver fuera de la clasificación de Primera. No obstante, su equilibrio entre temporadas en la máxima categoría y la división de plata está casi al 50%: 40 y 43, respectivamente. Eso sí, hay que decir —como dato especialmente enorgullecedor para la afición sportinguista— que ese "40" es de especial gozo para la parroquia rojiblanca, ya que en su última estancia en Primera adelantaron a su gran rival, el Real Oviedo, como el equipo asturiano que más temporadas ha disputado en la máxima categoría del fútbol español.

Osasuna no gana un partido de liga en El Molinón desde 1986

Y todo ello lo han conseguido mediante esfuerzo, trabajo, cantera y economización de sus propios recursos, una filosofía que ha llevado al club gijonés a ser uno de esos equipos entrañables y simpáticos para un bueno número de aficionados ajenos. No obstante, está por ver que piensan al respecto los aficionados rojillos. Principalmente por uno de esos tantos datos que abundan en el mundo del fútbol: Osasuna no gana un partido de liga en El Molinón desde 1986. Casi 30 desde que Castañera y Enrique Martín Monreal capitanearan a los navarros en su última conquista del feudo sportinguista (2-1). Y fue en Primera, porque para encontrar la última victoria rojilla en Segunda sobre los rojiblancos hay que rebuscar en las bases de datos e irse hasta donde el fútbol casi no era fúbtol: 0-3 un 18 de abril de 1965. Tampoco ayuda a la simpatía que entre las grandes gestas que se recuerden en Gijón está la mayor goleada lograda por el equipo en toda su historia: un 7-1, precisamente ante Osasuna. Fue en la temporada 1993/94, la del descenso, y el catalán Xavier Escaich fue el gran artífice de la machada con un póker de goles.

Sporting y Osasuna: las dificultades de un humilde

Aquella temporada el Sporting cumplió su 23ª temporada consecutiva en Primera —con excepción de un pequeño receso en temporada 1976/77—, sin embargo, las baterias del equipo asturiano comenzaron a apagarse por culpa del sino de este selecto grupo de equipos humildes: el mercado. A mediados de los 80 el cuadro rojiblanco perdió a dos de los mejores futbolistas que han vestido la camiseta sportinguistia: Enrique Castro "Quini" —al Barcelona— y Antonio Maceda —al Real Madrid—. Semejante barapalo deportivo fue mitigado por una nueva hornada de talentos procedente de la siempre prolífica cantera gijonesa —los Luis Enrique, Abelardo, Manjarín o Juanele—, que consiguió devolver al Sporting a los puestos altos de la clasificación e, incluso, le llevó a disputar por sexta y última vez en su historia la Copa de la UEFA en la temporada 1991/92. Pero un nuevo azote del mercado, una crisis económica e institucional importante y un cúmulo de circunstancias desafortunadas llevaron al Sporting a Segunda en la temporada 1997/98 en un calvario que duraría diez temporadas, hasta el curso 2008/09.

Este último gran bache rojiblanco coincidiría en el tiempo con uno de los mejores capítulos de la historia de Osasuna. El ascenso del 2000, la final de Copa, la clasificación para la Champions, las semifinales de la Europa League y una camada mágica criada en Tajonar —Raúl García, Javi Martínez, César Azpilicueta, Nacho Monreal, David López— que, como le ocurriera al próximo rival rojillo, acabaría abandonando Pamplona en pro de las vicisitudes del mercado y mermando la buena salud del equipo navarro hasta que una enfermedad casi mortal —la crisis económica— acabara por consumir la energías del equipo el pasado mes de mayo.

El domingo, tras dos temporadas en categorías diferentes, ambos conjuntos vuelven a encontrarse en El Molinón. Los rojillos, a priori uno de esos flamantes exprimera, vagan por la tabla sin rumbo fijo y recibiendo, a base de golpes de realidad y en pequeñas dosis, la bienvenida a la dificilísima Segunda División. El Sporting, en cambio, supo aguantar la primera embestida —10º en la temporada 2012/13, la de su regreso a la categoría de plata—, contratacó con virulencia tras la segunda —5º y a un paso del ascenso el curso pasado— y durante esta nueva prueba marcha firme en camino de su ansiado objetivo: el retorno a Primera División.

El Sporting es el único invicto de la categoría: cuatro victorias y cinco empates

De momento, todo marcha según lo previsto. Los rojiblancos son el único equipo imbatido de la categoría. Si bien no destaca por un fútbol brillante, si lo hace en actitud. El cuadro sportinguista es uno de esos equipos generoso en el esfuerzo. Basado en la unidad de un bloque con escasas fisuras, tienen la pelea como seña de identidad y hasta el último segundo, lo que les ha llevado a rescatar siete puntos en los últimos compases del partido —ante Numancia, Albacete, Valladolid y Leganés—. Entre sus logros en lo que va de temporada destacan la victoria por 2-1 a la Ponferradina y los tres empates ante los tres primeros clasificados de la tabla: Girona, Las Palmas y Valladolid. No es de extrañar, por tanto, que el cuadro asturiano sea el más inmediato perseguidor de este triunvirato que, en vísperas de la jornada 10, lidera el campeonato.

El Sporting marcha cuarto con 17 puntos repartidos en cuatro victorias y cinco empates. La solidez es su punto fuerte. Pichu Cuéllar —que sonó para Osasuna tras la marcha de Andrés Fernández— es uno de los porteros menos goleados de la categoría con tan solo ocho goles encajados y la defensa formada por Lora, Luis Hernández, Bernardo y Alex Menéndez se ha erigido como una de las más fuertes del campeonato. Sin embargo, y aunque con buenas cifras goleadoras (13), el equipo de El Molinón no destaca entre los grandes realizadores de la tabla. Miguel Ángel Guerrero y el canterano y debutante Pablo Pérez son los máximos anotadores del equipo con tres goles cada uno, en una plantilla con apenas cuenta con dos delanteros natos: el propio Guerrero y Carlos Castro, otro jovencísimo talento procedente del filial.

Al igual que Osasuna, el Sporting es un equipo de catera: 12 de las 22 fichas

Y es que, al igual que Osasuna, el cuadro asturiano cuenta con un altísimo porcentaje de jugadores criados en su fútbol base y que hoy día defienden la camiseta del primer equipo. Un total de 13 de las 22 fichas profesionales están ocupadas por jugadores procedentes del filial rojiblanco y hasta cinco jugadores del B —Jorge Meré, Rachid Aït-Atmane, Álvaro Bustos, Dani Ndi y el mencionado Pablo Pérez— entran con asiduidad en las rotaciones de Abelardo. Sí, Abelardo Fernández, aquel rocoso defensa del Barça, medallista olímpico en Barcelona 92' y al que ya hemos mencionado como uno de los grandes nombres del Sporting en la primera mitad de la década de los 90. Hoy Pitu —como se le conocía en el mundo del fútbol— es el entrenador y capitán de la nave sportinguista, el hombre elegido por la directiva asturiana para liderar el regreso a Primera y uno de los principales motivos que hace que este Sporting recuerde al de épocas felices y pasadas. Habrá que esperar hasta el domingo a las siete para ver si Osasuna consigue pinchar o no el globo en el que el cuadro astuariano y Aberlardo parecen volar sin mirar la vista atrás. Castañeda y Martín Monreal estarán deseosos de que los hombres de Urban rompan su dudoso privilegio.

Imagen de la última victoria de Osasuna en El Molinón (1986). Fotografía: Navarrasport.
Imagen de la última victoria de Osasuna en El Molinón (1986). Fotografía: Navarrasport.
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Sobre el autor
Asier Ganuza
Albacete y Murcia. Periodista. Redactor jefe y editor de la sección de Osasuna en VAVEL.com. Contacto: [email protected] // twitter.com/Asiertrece.