No podía ocurrir de otra forma, casi como un milagro navideño, como un cuento en el que todo sale mal al comienzo y poco a poco van sucediendo acontecimientos que te hacen ver que el final será halagüeño. Osasuna es así, un cúmulo de situaciones prácticamente inconexas las unas con las otras. Más de uno se sorprende de cómo un equipo es capaza de jugar tan mal y tan bien en un mismo encuentro sin prácticamente variar el esquema de juego. Así actuó ayer el conjunto de Jan Urban que ve como poco a poco su Osasuna va saliendo a flote, después de haber estado al borde del abismo futbolístico.

Tenía que llegar la segunda victoria consecutiva algún día, y que mejor jornada que jugando en casa del líder de Segunda. El conjunto de Paco Herrera se mostraba intratable en su feudo y pocas eran las posibilidades de que Osasuna pudiera sacar un resultado favorable. Finalmente el trabajo de los delanteros, especialmente de Nino y Cedrick, sumado a las impresionantes paradas de Roberto Santamaría, que hacen que el recuerdo de Andrés quede en el olvido prácticamente, lograron doblegar a un conjunto canario no sin dificultades.

Inicio típico rojillo

Osasuna saltó al estadio de Gran Canaria como acostumbra, dormido y sin darse cuenta de que el partido había comenzado. El dominio local era aplastante y los navarros seguían sin reaccionar. Asdrúbal por parte de los canarios fue uno de los que puso en aprietos a Santamaría, que era pitado cada vez que intervenía en el juego. El juego comenzó a igualarse y Osasuna parecía reaccionar mediante la velocidad de Cedrick que lo intentaba una y otra vez por el flanco derecho. Pese a la insistencia rojilla por banda derecha las ocasiones no llegaban. Roberto Santamaría continuaba esplendido y continuaba atajando todos los balones que los jugadores canarios trataban de introducir en la portería rojilla. A punto estuvo el equipo local de adelantarse en el marcador, pero Aythami se encontraba en fuera de juego cuando logró batir al arquero navarro.

La insistencia rojilla se transformó en un tiro al larguero de De Las Cuevas tras lanzar una falta al borde del área, que a punto estuvo de convertirse en el primer gol del encuentro. Este gol llegaría pocos minutos después, cuando Momo con un recurso de pillo perforó la meta navarra mediante un gol olímpico, directamente de córner. La falta de entendimiento entre Santamaría y Mikel Merino, que cubría el primer palo generó que el tanto subiese al marcador en el casillero local.

El encuentro se transformó en un recital de cartulinas amarillas por parte de Arcediano Montescillo que en la primera parte mostró seis cartulinas, demasiadas para las pocas acciones merecedoras de sanción que hubo. En el minuto 44 llegó el primer disparo de Osasuna entre los tres palos de Casto, que detuvo en dos tiempos sin problemas.

El despertar de Osasuna

Como si de una película se tratara Osasuna despertó y se metió de lleno en el partido. Comenzó la segunda mitad con mucha más intensidad por parte de los rojillos que vieron como la posesión de los locales apenas les generaba peligro. Rondando el minuto 60 de partido, la insistencia de Cedrick se vio recompensada. Una larguísima carrera sobrepasando en velocidad a la defensa canaria, le otorgó la posibilidad de dar un pase hacia atrás para Nino, que desde el punto de penalti remató al fondo de la red.

Osasuna entró sus mejores minutos de juego. El cambio de Cedrick, fundido por el esfuerzo, por Olavide aportó frescura a la parcela ofensiva rojilla. En el minuto 68 después de un buen saque de esquina de Roberto Torres, Merino remató y dio la vuelta al marcador, logrando el gol que seria a la postre el definitivo, siendo el primer tanto que anota con Osasuna.

A partir de minuto 70 comenzó el sufrimiento. El conjunto de Paco Herrera se volcó en tromba para lograr empatar el partido. Santamaría volvió a ejercer de héroe realizando varias paradas consecutivas de merito. Para más inri en el minuto 76 Flaño veía su segunda amarilla tras una decisión rigurosa del colegiado, dejando a Osasuna con diez hasta el final.

Fotografía www.osasuna.es
Fotografia Osasuna.es

Lejos de sufrir en exceso Osasuna pudo aumentar en varias ocasiones la diferencia en el marcador. La UD Las Palmas buscaba a la desesperada el empate y Sisinio a pase de Kodro a punto estuvo de aprovechar esa desesperación insular al plantarse solo frente a Casto, que también estuvo bastante acertado a lo largo de la noche.

Así pues finalizó el encuentro sumando una nueva victoria, la segunda consecutiva, que aúpa al conjunto navarro a la zona media de la clasificación, otorgando unas navidades más tranquilas a la plantilla rojilla.

Fotografia @lakibuteka
VAVEL Logo