Allá por el mes de noviembre, saltaban las alarmas en Osasuna cuando la Confederación Africana de Fútbol (CAF) confirmaba que, a pesar de las diversas quejas por el temor al ébola, la Copa de África se iba a disputar en Guinea Ecuatorial. Tras las ya conocidas bajas de Nekounam y Ansarifard por la celebración de la Copa de Asia, Osasuna perdería durante el mes de enero a Cedrick, Loé y Cadamuro.
Neko y Karim abandonaban Pamplona después de lograr los tres puntos en Las Palmas. Los africanos disputarían el encuentro frente al Leganés, que se saldaría con victoria rojilla por 2-1. Pero, tras ese partido, el aficionado rojillo se preparaba para afrontar una dura cuesta de enero. Con la problemática de las fichas profesionales como mayor quebradero de cabeza para Urban, los canteranos tomarían el papel de actor principal.
El calendario deparaba dos encuentros fuera de casa —frente a Recreativo y Barça B— y otros dos en el Sadar, recibiendo la visita del Sabadell y Zaragoza, que al final no se disputaría al ser aplazado por la nieve. Un total de 12 puntos en juego que decidirían las aspiraciones reales del club navarro.
La primera prueba de fuego era en el Nuevo Colombino, frente a un Recreativo que no pasaba por su mejor momento, necesitado de la victoria como el comer. Tras un debut no muy afortunado al ser expulsado, Olavide aparecía en el once titular ante la sorpresa de todos los aficionados. Respaldado por un ‘veterano’ Merino, despejaba cualquier tipo de duda existente antes del encuentro respecto a su posible rendimiento.
Una semana después, en casa frente al Sabadell, el conjunto rojillo tenía que afrontar la baja de Sisi, cuya posición ocuparía Echaide. A pesar de que no se consiguieron los tres puntos, el partido dejó muy buenas sensaciones y un descubrimiento: Alex Berenguer. El extremo había debutado en Huelva, aunque sin mucho tiempo. Sin embargo, ante el conjunto catalán, su desparpajo y velocidad asediaron la banda derecha del Sadar, provocando una constante sensación de peligro cada vez que encaraba al lateral izquierdo del cuadro arlequinado.
Una vez logrados dos puntos frente a Recre y Sabadell, los de Urban visitaban el Mini Estadi, que viviría un duelo de canteras. La Masía, fuente inagotable de talentos, frente a Tajonar, fábrica de jugadores como Azpilicueta, Monreal o Raúl García. Un Osasuna plagado de canteranos frente a un Barça B donde la media de edad de la plantilla es de 20 años. Los rojillos, alentados por más de 100 seguidores y dirigidos en la medular por la pareja Olavide-Merino, se llevarían los tres puntos gracias a una jugada de estrategia que acabaría con gol de Nino.
Un punto en Huelva, otro en casa frente al Sabadell y las victorias ante Leganés y Barça B hacían que la pendiente de la dichosa cuesta de enero, que se antojaba pronunciada y costosa, cambiase de sentido, convirtiéndose en una cuesta hacia abajo, impulsando a Osasuna en su carrera por alcanzar los puestos de play-off.
Osasuna ha completado el segundo mejor arranque de año en la última década
Con estos cuatro partidos, y a falta de disputarse el que les enfrentará al Zaragoza, Osasuna ha completado el segundo mejor arranque de año en la última década. Los ocho puntos en cuatro partidos logrados por Urban solo son superados por los 10 puntos conseguidos por José Antonio Camacho, que tenía a Azpilicueta, Monreal, Juanfran y Pandiani, entre otros, como sus grandes estrellas. El entrenador murciano disputaba cinco jornadas en el mes de enero, por lo que los 10 puntos se consiguieron con un partido más que esta vez. Si el conjunto rojillo venciera al Zaragoza superaría esa cifra.
Ya con todos los internacionales de vuelta excepto Cedrick y con Mikel Merino y Kenan Kodro con fichas profesionales, un nuevo problema se aparece en la cabeza de Urban: ¿seguir con los jugadores que han obtenido los buenos resultados o contar con los internacionales que han sido fijos en el resto de la temporada? Esta vez sí, dichoso problema.
Osasuna ya puesto el pie en el segundo escalón de la escalera que lleva a todos los navarros al 7 de julio, San Fermín. Dos de febrero, la cuesta del primer mes del año la vemos desde el retrovisor y, según lo que hemos visto, ojalá no terminase nunca. ¿Quién dijo cuesta de enero?