Osasuna cosechó una nueva derrota en Tenerife y titubea con el descenso antes de recibir al Sporting de Gijón la próxima jornada. Los de Mateo, que suman un punto de los últimos 24 en juego, no merecieron irse de vacío del Heliodoro Rodríguez López y siguen sin ganar en el feudo chicharrero. La parroquia rojilla se desespera al ver que su equipo, que estaba a principios de año a cinco puntos del playoff de ascenso, se hunde cada semana.

En su intento por dar con la tecla deseada, José Manuel Mateo siguió haciendo probaturas en el once titular. La decisión más significativa fue la de dejar a Roberto Santamaría en el banquillo y apostar por Asier Riesgo, que había salvado a los rojillos de la derrota ante el Alcorcón. También notable fue el regreso de Oier, 211 días después de su grave lesión de rodilla, al lateral izquierdo. Esto provocó que Javier Flaño ocupara el lateral derecho y Sisi regresara a su posición natural, más adelantado. Nekounam y Raoul Loé, que fueron baja ante el Alavés, también salieron de partida.

El primer aviso fue obra de David García

Las derrotas de Racing de Santander y Barcelona B; y los empates de Recreativo de Huelva y Sabadell, daban la posibilidad a Osasuna de dar un golpe sobre la mesa y alejarse a cinco puntos del descenso. Esto lo sabía el equipo rojillo que salió a buscar la victoria desde el pitido inicial. Las señas de identidad volvieron por un instante y el cuadro de José Manuel Mateo monopolizó la posesión de balón durante los primeros compases. También una presión alta, lo que permitió robar cerca del área defendida por Dani Hernández. El primer aviso llegó en jugada de estrategia, cuando Sisi puso un buen centro que remató algo forzado David García. El Tenerife, hasta entonces muy estático, se asomó por medio de Suso pero el pase de la muerte lo despejó la zaga navarra.

Si fallas, lo pagas

Casi en el ecuador de la primera parte iba a llegar le mejor ocasión de Osasuna. La jugada nació de los pies de Cedrick que se fue de varios contrarios para poner en bandeja la pelota a Mikel Merino. El canterano solo tenía que empujarla hacia uno de los lados, pero la ansiedad le jugó una mala pasada y su remate pegó de forma inocente en el cuerpo de Dani Hernández. El cuadro chicharrero se repuso de la mejor forma posible. Un centro desde la banda derecha de Suso, aparentemente sin peligro, lo despejó de puños Asier Riesgo con tan mala fortuna que pegó en el cuerpo de Juan Carlos. El esférico quedó muerto en los pies de Diego Ifrán que solo tuvo que empujar para poner el 1-0 en el marcador y el éxtasis en la grada.

Cuando estás en un bucle negativo, como le ocurre a Osasuna, ni la suerte se alía contigo. El tanto sentó como un jarro de agua fría a la expedición navarra que pudo encajar el segundo tras el paso por vestuarios. Un pase en profundidad llegó a Maxi y, ante la salida de Riesgo, el sudamericano retrasó la pelota para Diego Ifrán. El delantero cedido por la Real Sociedad dio un zapatazo que se estrelló contra el larguero, pero el rechace le cayó a Juan Carlos que con todo a favor remató fuera. Los rojillos se salvaban en un nuevo despiste defensivo que dejaba claro que tanto David García como Vujadinovic sufrían con pases a la espalda.

Emoción hasta el final

José Manuel Mateo, como ya ocurriera en Vitoria, movió pronto el banquillo para dar entrada a Berenguer por Oier. Este cambio provocó que Sisi volviera al lateral derecho. Los minutos pasaban y el Tenerife se hacía fuerte atrás gracias a una defensa que rozó la matrícula de honor durante todo el partido. Los rojillos, faltos de ideas, se encontraban con muchos problemas en la línea de tres cuartos. Esto lo notó enseguida el técnico navarro que dio entrada a Miguel Olavide por un cansado Mikel Merino.

Mateo apostó por defensa de 3 y enseguida el Tenerife puso el 2-0

Con el canterano incrustado por detrás de Nino, Osasuna ganó en circulación de balón pero seguía siendo muy previsible. Por su parte, los de Raúl Agné habían tejido una telaraña impenetrable y esperaban agazapados una contra para sentenciar el partido. En un acto de valentía Mateo retiró a Javier Flaño y Ansarifard saltó al terreno de juego. El navarro apostaba por una defensa de tres sabiendo al peligro que se arriesgaba. Dicho y hecho. Cristo Diaz puso un centro pasado y Maxi remató al palo largo poniendo el 2-0 en el marcador ante la desesperación visitante.

El Tenerife celebra uno de los goles en el Heliodoro Rodríguez López.

El partido agonizaba, pero Osasuna lo seguía intentado al menos para empatar un golaveraje que al minuto 88 estaba perdido. En una nueva internada de Cedrick, el congoleño asistió a Nino y Cristo Diaz arrolló al menudo delantero almeriense en un claro penalti. Nekounam recortó distancias desde los once metros poniendo la emoción hasta el final. Ya en el descuento y con un cuadro navarro muy volcado hacia la meta de Dani Hernández, el propio iraní fue expulsado por una aparatosa entrada. José García tampoco jugará el vital encuentro ante el Sporting, ya que protestó de forma airada desde el banquillo y Sánchez Martínez le mostró el camino a vestuarios.

Tras esta derrota, Osasuna se queda a dos puntos del descenso antes de recibir al colíder en El Sadar. La situación es preocupante, pero los rojillos han demostrado durante toda su historia que el fango es su escenario preferido. Mientras tanto la parroquia rojilla sigue dando muestras que el club está más vivo que nunca con la campaña #YoSoyRojillo