Se empieza a quedar sin nada que decir. Para José Manuel Mateo las comparecencias ante los medios tras los partidos han pasado de práctica burocracia a martirio y el técnico apenas puede distinguir ya las fugas en la nave rojilla. "No sé si ha influído el calor o el esfuerzo que hemos hecho en el primer tiempo, pero el segundo ha sido muy diferente", ha dicho el míster navarro tras el 3-0 encajado en el Benito Villamarín ante el Real Betis. El que fuera capitán del equipo a finales de los noventa y principios del siglo XXI ha destacado las dos caras que han ofrecido los suyos sobre el verde. "Hemos hecho una buena primera parte, pero tras el descanso nos han ganado en el centro del campo por fortaleza", ha asegurado el entrenador rojillo, que hoy ha prescindido en la medular de Mikel Merino para dar entrada a Raoul Loé junto a David García.

El cuadro de El Sadar ha completado 45 minutos de buen juego, continuándo la tónica de la semana pasada ante el Sporting de Gijón a pies juntillas. Tanto, que el equipo ha sido incapaz de batir a Adán a pesar del dominio mostrado ante el líder de la categoría. Sin embargo, tras el paso por vestuarios, un Betis lanzado a por la victoria, con Dani Ceballos a la cabeza, ha matado el encuentro a los 60 minutos con el gol de N'Diaye. "Y con el gol en contra al equipo le cuesta reaccionar cuando sufre un golpe en a situación en que estamos", lametaba el técnico. Pues Osasuna, con este, suma su noveno partido sin conocer la victoria, su séptima derrota en todo ese tiempo y continúa con su desencuentro de cara a puerta, con solo dos goles —y ambos de penalti— desde la victoria ante el Barça B en el Nou Estadi.

Mateo: "Sabíamos que el trabajo no iba a ser fácil, no íbamos a cambiar de un día para otro"

El tanto del centrocampista senegalés ha supuesto el comienzo de una caída libre en el estado tanto físico como anímico de los jugadores rojillos que han acabado encajando dos goles más: uno seis minutos después, obra de Rubén Castro, y otro en el 88, con el partido ya decidido, firmado por Jorge Molina. "Mi trabajo es recuperar el ánimo de los jugadores, que confíen en lo que estamos haciendo", ha dicho Mateo, quien ha añadido que sabían que el trabajo no iba a ser fácil: "No íbamos a cambiar de un día para otro". Y es que ya lo dijo al poco de hacerse cargo del equipo: actualmente parece que la preparación física de los hombres de Osasuna no es lo suficientemente alta como para soportar con garantías los noventa minutos.

Una vez más, Mateo se ha referido al próximo partido antes de finalizar su comparecencia post partido. "Ahora mismo hay que hacer un partido completo en casa. Es cuestión de corregir los errores", ha recnocido el técnico. Tampoco se ha querido ir de la sala de prensa sin tener unas palabras para la afición: "Más que pedirle hay que darle. No me cabe la menor duda de ellos van a estar arropándonos, animándonos y debemos devolvérselo con trabajo e intentando conseguir los tres punto", finalizó el entrenador.