Tras una semana se salidas, la sangría en el club rojillo se ha cortado con un nuevo anuncio. Esta vez, el protagonista es Roberto Torres quien, tras varias semanas de intensas negociaciones entre su representante y la dirección deportiva, ya puede decir con total certeza que seguirá en Pamplona la próxima temporada; y, si no cambia nada, hasta el 30 de junio de 2018, fecha de vencimiento de su nuevo contrato.

El centrocampista de Arre era uno de los jugadores señalados por la secretaría técnica y la directiva por culpa de su elevada ficha, considerada por el club como "inasumible". Su nombre aparecía el la lista de transferibles junto a los ya exosasunistas Francisco Silva y Javad Nekounam, además de Asier Riesgo, Karim Ansarifard y Miguel Flaño. No obstante, el destino del canterano finalmente seguirá siendo El Sadar gracias a la voluntad del propio futbolista y del club por mantener ligado su futuro.

Tras una primera oferta de renovación en la que Osasuna ofrecía al jugador una importante bajada salarial a cambio de una ligera ampliación de contrato, parecía que la carrera del canterano podía separarse del club de toda su vida cuando su agente rechazó la proposición rojilla. Sin embargo, y a pesar de recibir ofertas –entre ellas una de Chipre–, los días siguientes se convirtieron en un tira y afloja de contraofertas que felizmente han llegado a buen puerto.

"El CA Osasuna quiere agradecer públicamente el gran esfuerzo realizado por Roberto Torres"

En este sentido, el club ha querido reconocer en un breve comunicado "el gran esfuerzo realizado por Roberto Torres a la hora de firmar su nuevo contrato". Se desconocen las cifras de su nómina anual, pero todo apunta a que el mediapunta navarro ha aceptado una importante reducción de su ficha para quedarse en su casa. Cabe recordar las palabras del jugador hace apenas un mes en Diario de Navarra: "Lo único que quiero es quedarme aquí, porque mejor que en Osasuna no voy a estar en ningún sitio. Si el club cree oportuno que no tengo que seguir, que sea decisión de ellos, porque yo no quiero cambiar de equipo". A cambio, la dirección deportiva ha decidido ampliar su relación con Torres –que acababa en 2016– dos años más.

Tras una temporada en la que partía como uno de los referentes del nuevo Osasuna y en la que él mismo ha reconocido no haber dado la talla, Torres se enfrenta a una nueva ocasión para coger galones dentro del vestuario. Y la oportunidad no puede ser mejor para él. Se enfrenta a su cuarta campaña en el primer equipo y lo hace con Enrique Martín al frente, uno de sus grandes valedores. Por otro lado, las posibles salidas de Riesgo y Miguel Flaño podrían convertirle, junto a Oier, en uno de los capitanes del conjunto rojillo. El de Arre debe ahora dar un paso al frente y demostrar que puede ser el hombre importante que todos esperan.

Roberto Torres con Enrique Martín. Fotografía: Diario de Noticias de Navarra.

Por el buen camino

La renovación a la baja de Torres supone una nueva bolsa de oxígeno para Petar Vasiljevic y su dirección deportiva. El secretario técnico es el hombre a quien el club ha encomendado la difícil tarea de reducir el coste de la primera plantilla de los más de cinco kilos que marcó la temporada pasada, hasta una cifra no muy superior a tres millones. Y, de momento, va camino de conseguirlo.

Las salidas del Gato y Nekounam, más el nuevo contrato de Torres, más la extinción de los contratos de Raoul Loé, Sisi, Echaide y compañía, hacen que la primera fase de este mercado esté próxima a concluir para el Club Atlético Osasuna. Tan solo quedan por solucionar los casos de Asier Riesgo, Karim Ansarifard y Miguel Flaño; y la salida de los dos primeros no preocupa lo más mínimo al que fuera central de los rojillos en la década de los noventa.

Riesgo podría firmar en los próximos días por el Eibar

Tras sonar con fuerza para Levante y Málaga, el portero guipuzcoano podría volver a su tierra, concretamente a la SD Eibar, club al que perteneció durante temporada y media entre el verano de 2002 y marzo de 2004, cuando la Real Sociedad, propietario de sus derechos, repescó al meta de Deva para cubrir la baja por lesión de Sander Westerveld. Ahora, el cancerbero vasco regresaría a Ipurúa a coste cero y bajo la dirección de un viejo conocido para él y para la afición rojilla: José Luis Mendilibar. Según Carrusel Deportivo Navarra, las negociaciones para la incorporación del portero al cuadro armero están muy avanzadas.

Riesgo durante su etapa en el Eibar. Fotografía: Cosas sobre fútbol.

Menos claro parece todavía el futuro de Karim Ansarifard. El delantero iraní tiene permiso del club para no volver a Pamplona hasta que encuentre nuevo equipo. Como ocurriera con Nekounam, el jugador ha renunciado al año que le resta y solo faltaría concretar las cantidades pendientes para rescindir su contrato. No obstante, el internacional persa estaría a la espera de encontrar un nuevo destino antes de rubricar el fin de su vinculación con el Club Atlético Osasuna. Y aunque de momento no hay nada confirmado, el punta también podría volver con uno de sus ex, en este caso el Persépolis FC de Teherán, equipo con el que se proclamó máximo goleador de la Iran Pro League durante la temporada 2002/03. El entrenador croata, Branko Ivankovic, habría pedido su vuelta junto al fichaje de otro ilustre rojillo: Masoud Shojaei.

El gran quebradero de cabeza de Vasiljevic es, por tanto, el capitán Miguel Flaño. El central de Noáin renovó con Osasuna el 7 de junio de 2012, un año después de que Josetxo Romero, último gran central de la cantera, abandonara El Sadar rumbo a Huesco. Su vinculación con el conjunto navarro se amplió hasta 2017 con una jugosa ficha, producto en parte del interés del Athletic de Bilbao por hacerse con sus servicios en 2009 y que significó una nueva revisión de su vinculación con el equipo rojillo. No obstante, su rendimiento en las últimas temporadas no ha convencido a un amplio sector de la grada y en muchas ocasiones se le ha acusado de falta de liderazgo a pesar de portar el brazalete. Su salida o renegociación de contrato se antoja imprescindible para cumplir con los objetivos, pero de momento no hay nada claro sobre su futuro.

Miguel Flaño, cabizbajo, con el brazalete de capitán. Fotografía: Diario de Noticias de Navarra.