Jornada idónea para Osasuna antes de disputar su partido en Miranda. El Leganés había ganado al Córdoba, el Oviedo empató en casa ante el líder… El equipo de Enrique Martín Monreal se encontraba ante una oportunidad de oro puesto que podía acabar la jornada en puestos de ascenso directo, a dos puntos del líder. Pero para eso había que pasar por ganar en Miranda.

El cuento de la lechera podría haberlo protagonizado hoy Osasuna. En una semana donde lo extradeportivo había dejado de lado a lo deportivo, acaba con un accidente en forma de derrota frente a un Mirandés que en una misma semana había visto cómo terminaba su sueño en la Copa del Rey y cómo uno de sus jugadores franquicia, como era el caso de Lago Júnior, dejaba la disciplina rojilla para marcharse al Mallorca.

Martín había puesto sobre el césped un once con el que había ensayado toda la semana. Aitor Buñuel y Kodro entraban en el once en sustitución de los sancionados Nino y Javier Flaño. Pero en el campo solo hubo un color, el rojo de los locales. Desde el pitido inicial los hombres Carlos Terrazas salieron a morder, todo lo contrario que un Osasuna que fue entrando a más conforme iban pasando los minutos.

Al descanso se llegaba con el marcador sin goles, en unos primeros 45 minutos donde a Osasuna le costaba hacer tres pases seguidos y donde los locales no conseguían finalizar las llegadas sobre la portería de un conocido para la parroquia local como Nauzet. El canario comenzaría el encuentro algo dubitativo, tanto en balones por alto, como en despejes con el pie.

Tras el paso por el túnel de vestuarios, Mirandés y Osasuna comenzaron la segunda parte con la misma tónica que la primera. Los locales vieron en ese arranque un premio en forma de penalti a los cinco minutos de la reanudación. Un balón rematado por Álex Ortiz impactaba en el brazo de Unai García. El colegiado no dudaría en señalar la pena máxima y el navarro Íñigo Eguaras anotaba desde los once metros, adelantando a los locales, tras colocar el balón en la escuadra izquierda de Nuazet.

Con 1-0 en el marcador, Martín cambiaría cromos, dando entrada a otro ex jugador del Mirandés como Urko Vera en lugar de un Kenan Kodro desafortunado en ataque. 8 minutos después se produciría otra acción polémica. El árbitro interpreta que Miguel Flaño entra con los tacos por delante a la rodilla de Álex García, desentendiéndose del balón, por lo que señala pena máxima y le muestra al defensa rojillo la segunda amarilla, dejando con 10 jugadores al conjunto navarro, en el que era el partido número 300 para el defensa de Noáin con la elástica rojilla.

Eguaras se encargaría de anotar el segundo gol pese a que Nauzet adivinaría la intención del lanzamiento. Con 25 minutos por delante, el Mirandés tenía todo a favor para llevarse los tres puntos. Con un Osasuna con más alma que físico, el Mirandés sentenciaría en los últimos 10 minutos con goles de Néstor Salinas y de Abdón Prats, que batían por bajo a Nauzet, haciendo ambos inútil la salida del meta rojillo. Osasuna acabaría el partido con 9 jugadores tras la expulsión por roja directa de Mikel Merino. El mediocentro era expulsado por dirigirse al árbitro en tres ocasiones diciéndole “Eres muy malo”.

Con esta derrota Osasuna ve cómo se esfuma su sueño de haberse colocado en puestos de ascenso directo y cae a la quinta posición. El próximo partido recibe al Almería en El Sadar, con las bajas de Miguel Flaño y de Mikel Merino.