Ilusión. Eso es lo que generaba este partido en la afición rojilla. Día de las peñas, tifo en graderío sur y un ambiente espectacular en la grada, sólo quedaba que el equipo respondiese sobre el césped para redondear la tarde.

30 minutos de asedio

Osasuna se contagió del ambiente de la grada y salió a por todas desde el primer minuto. Martín alineó un equipo ofensivo con dos puntas, Nino y Kodro, acompañados por De las Cuevas por detrás, además de Berenguer en el carril izquierdo. Este planteamiento demostró ser acertado cuando, en el minuto 6 Nino recogió un centro desde la derecha de Javier Flaño, pasó atrás el balón con el pecho y Miguel De las Cuevas fusiló desde la frontal a Whalley.

El arranque era inmejorable, Osasuna ganaba y dominaba el juego, y además seguía generando ocasiones. Así, a los 21 minutos, Oier estuvo a punto de volver a perforar la portería oscense. El canterano remató forzado un buen centro de Kodro, y el balón golpeó en el lateral de la red. Los navarros estaban crecidos, y en la siguiente acción Berenguer reclamó un posible penalti por mano dentro del área. El hoy carrilero izquierdo disparó y su remate se topó con un defensor del Huesca, pero el árbitro no observó infracción alguna.

Expulsión y empate

Cuando parecía que el encuentro no iba a suponer demasiados problemas para el conjunto navarro llegó un contratiempo inesperado. Tyronne recogió un balón e inició la carrera hacia la meta defendida por Nauzet, pero Berenguer agarró de la camiseta al jugador del Huesca, siendo el último defensa. El navarro era expulsado y, acto seguido, Luis Fernández colaba magistralmente la falta por la escuadra rojilla. 1-1, con 10 jugadores y con 60 minutos por delante.

Las cosas se complicaban aún más cuando Nagore lograba remontar el marcador tras una gran jugada colectiva del Huesca. Osasuna quiso reaccionar, pero el conjunto maño se replegaba bien y la suerte tampoco estaba de parte de los rojillos, ya que un lanzamiento de falta de Miguel De las Cuevas se estrellaba en el larguero. De esta manera se llegaba al descanso, con mucho trabajo que hacer si se quería remontar.

El conjunto de Enrique Martín salió con fuerza y garra tras el descanso, y a punto estuvo de empatar en dos ocasiones consecutivas de Kodro, pero la primera se marchó alta y la segunda pegada a la cepa del poste. La actitud del conjunto osasunista invitaba a creer en la remontada, tal y como sucedería en el encuentro frente al Numancia.

Merino volvió a aparecer

El entrenador rojillo daba entrada al terreno de juego a Urko Vera y Pucko en sustitución de Kodro y Tano, con el objetivo de que el equipo tuviese mayor profundidad y lograse el empate. Y así sucedió: en el minuto 55 De las Cuevas, el hombre más destacado del partido, puso un balón en el pie de Mikel Merino que, de un zurdazo espectacular desde la frontal, colocaba el empate a 2 en el marcador. Éxtasis en la grada y 35 minutos por delante para darle la vuelta al encuentro.

El mazazo

Osasuna lo seguía intentado mientras el Huesca se defendía y salía con mucho peligro a la contra. Los minutos pasaban y el cansancio físico hacía mella en los navarros, con uno menos gran parte del partido. No sólo no llegaba el gol de la remontada, si no que cuando el partido agonizaba, de nuevo Luis Fernández enmudeció a la grada. Un disparo suyo golpeaba en Mikel Merino y se introducía entre los tres palos. 2-3 que sería definitivo. El Huesca consiguió la permanencia matemática y Osasuna debe ganar en Oviedo y esperar para tener opciones de clasificarse para el play-off.