Un partido muy complicado para Osasuna el de ayer, ante un Villarreal que ya ha recuperado su estado de ánimo y forma después de haber sido eliminados en la prévia de la UEFA Champions League, de la destitución de Marcelino García Toral como entrenador y con Fran Escribá al mando, no comenzaron bien la Liga, pero ahora parece ser que se han recuperado y vuelve a ser el mismo equipo complicado para todos los equipos.

El dia de ayer, Osasuna que no ha ganado aún durante esta campaña, iba al Madrigal a visitar a este recuperado Villarreal con la intención de conseguir puntos, y de motivar a la plantilla pero no pudo ser, los rojillos salieron dormidos al partido, o eso parecía, al inicio del encuentro, los dos conjuntos se encontraban dándose respeto con contragolpes uno tras otro para buscar el gol inicial, no estaba claro quién iba a dominar el encuentro, un centro de Samu Castillejo le regalaba un gol a Alexandre Pato, poco pudo hacer Mario el cual se marchó lesionado en la segunda parte, los rojillos iban ganando confianza y mejorando su juego. Llegaron a tener dos claras ocasiones en manos de Rivière, quien primero perdonó al enviar muy alto un testarazo en el centro del área y luego envió el esférico mansamente contra un defensor. LLegó una jugada con varios rechaces, en la cual Mario se vio obligado a salir y derribó accidentalmente a Soriano, por lo cual, el colegiado señaló la pena máxima.

Bruno fue el encargado de ejecutar el penalti para poner el segundo gol en el marcador y Sansone después marcó el tercero del encuentro y prácticamente parecia el encuentro sentenciado pero los rojillos dieron una luz de esperanza con una magnífica jugada de Sergio León que provocó un penalti que posteriormente Roberto Torres no fallaría sobre los once metros ante Asenjo.

Sergio León no solo demostró tener carácter y magia dentro del terreno de juego, es el encargado de crear el peligro de un Osasuna que no levanta cabeza,  ha jugado durante toda la temporada un total de 121 minutos con 1 titularidad y dos entradas desde el banquillo, su efectividad y sus acciones dentro del terreno de juego hablan por sí solas, es el jugador indicado qué debe alumbrar la esperanza de la salvación de los rojillos ya que, de momento, todo indica que lucharán por ello, y no por plazas europeas.