La Deportiva cayó por enésima vez a domicilio en Anduva, territorio nada propicio para los blanquiazules en las últimas temporadas. La llegada de Fabri tampoco está siendo revitalizadora para el equipo blanquiazul para mejorar sus pobres números como visitante. El equipo berciano volvió a adolecer de capacidad de reacción cuando se ve por debajo en el marcador y se vino de vacío de tierras burgalesas.

El técnico gallego introducía pocas variaciones respecto al partido ante del sábado pasado ante la Llagostera. Camille volvía repetir titularidad tras su buena actuación y Casado regresaba al once como extremo tras cumplir sanción en lugar de Álvaro Antón. La otra novedad era la titularidad de Jebor como punta en lugar de Djordjevic, que ni fue convocado.

Primera parte con poca historia

El partido comenzó sin demasiado ritmo y los primeros minutos transcurrieron sin ningún tipo de ocasión por ambos equipos, poco fútbol y sin ningún tipo de dominio por parte de los dos conjuntos. Poco a poco se iban desperezándose las dos escuadras, pero sus intentos carecieron de demasiado peligro. Primero sería el Mirandés por medio de Alain y luego Jebor por parte de la Deportiva, los encargados de abrir el fuego.

Poco a poco fueron transcurriendo los minutos y en el minuto 26 llegaba la jugada que decidió el encuentro para el Mirandés. La zaga blanquiazul hizo un córner totalmente evitable que lanzó desde parte izquierda el conjunto local, Santamaría con muchas dudas despejaba el esférico que cazó desde fuera del área Alain, totalmente libre de marca, soltara un zapatazo que desvió Acorán y se introdujo en la portería blanquiazul.

El cuadro burgalés aprovechó el impulso de este tanto para estirarse un poco más y hacer más sangre en el marcador, pero los intentos por parte de Aridane o Sangalli se quedaron en nada. La Deportiva llegó varias veces con claridad por banda izquierda durante este primer acto pero los centros descontrolados de Casado a ningún sitio no supusieron ningún tipo de problema al conjunto local y acabó sin probar al guardameta Sergio durante los primeros 45 minutos.

La Deportiva reacciona pero adolece de pegada

El conjunto blanquiazul salió con otra actitud e intensidad tras el paso por vestuarios y gozó de muy buenas ocasiones para mínimo haber logrado un gol. El primero en abrir el fuego sería Seoane, pero el disparo del lateral se fue totalmente desviado. Poco después, Jebor se plantó solo ante la portería de Sergio y cuando tenía totalmente a Casado solo para empujar el balón a portería, el delantero liberiano optó por un disparo complicado que se le marchó muy desviado.

Seguía el acoso por parte de la Deportiva que volvió a llegar poco después con una internada dentro del área por parte de Casado que centro raso y Melero, inexplicablemente, no se tiró a por el balón cuando tenía todo para marcar, el cuero llegaría a Acoran, pero el disparo del tinerfeño lo sacó un defensa local debajo de los palos. No quedaría ahí el empuje deportivista, Alan Baró con un disparo potentísimo desde fuera del área, estampó el balón en el larguero de la portería local. 

Muy buenas opciones durante los diez primeros minutos de la segunda parte y el no ser eficaces pesó en los blanquiazules que poco a poco se vinieron abajo y perdieron fuelle durante este segundo acto. Fabri introdujo dos variantes tras este sinfín de oportunidades desperdiciadas y serían tanto Khomchenovsky como Pablo Infante los que entrarían en el terreno de juego en lugar de Acorán y Casado, pero no tuvieron la incidencia deseada en el partido. El Mirandés se fue estirando con el paso de los minutos, pero no logró crear demasiado peligro a la portería defendida por Santamaría. Sin embargo, por parte de la Ponferradina, sería Pablo Infante, bastante activo, el que llevó peligro con sus internadas por parte izquierda pero que solventó la zaga local con acierto.

Para colmo en los últimos instantes del encuentro la Deportiva se quedaría con un jugador menos, ya que el colegiado del encuentro expulsó por doble amarilla al central catalán Ignasi Miquel que no podrá estar en la final del próximo domingo ante el Almería, al igual que Gonzalo Melero que, por acumulación de tarjetas, también se perderá la cita clave del próximo domingo en El Toralín. La Ponferradina debera aferrarse a los partidos como local para conseguir los puntos que le hacen falta para salvar la categoría, ya que sigue dejando mucho que desear su rendimiento como visitante.