El Racing parece destinado a vivir episodios grandes, no solo de alegría sino también de tristeza y preocupación. Esos que se están viviendo en los últimos tiempos y que tan grande están haciendo al equipos cántabro. Por desgracia, las noticias están siendo malas aunque corre un halo de esperanza en Santander y en Cantabria, que espera que su Racing pueda ser inscrito en Segunda División y tener una oportunidad de sobrevivir.
Unidos contra la anterior directiva en tiempos pasados, hoy el racinguismo se ha unido contra una situación que consideran injusta. Y es que el Racing está al borde de la desaparición y el entorno del equipo verdiblanco vuelve a protestar y a manifestarse para salvar a su equipo. No solo aficionados, sino que los jugadores y el cuerpo técnico, encabezado por Paco Fernández, han ido en primera línea de la manifestación, sujetando una pancarta que decía: "No nos matareis".
Adelante, al lado de su entrenador, se podía ver a los capitanes, Mario Fernández, Francis, Andreu y Oriol. Un poco más atrás, en segundo plano, el resto de jugadores y técnicos. Entre toda la afición, unidos como una sola masa, como una gran unidad: equipo y afición. Así han llegado los éxitos a Santander, así se ha dejado atrás el ostracismo propiciado por la mala gestión del gobierno anterior. Así, el Racing ha podido sobrevivir y así sobrevivirá, si es que finalmente es así.
La quedada partió de Peña Herbosa, cerca del Gobierno cántabro, para bajar hacia el Paseo Pereda y parar enfrente de la sede de Hacienda. Allí, la pitada de la tarde. Hacienda es el principal escollo para el Racing pero no el único, ya que los ratios de la Liga son otro de los grandes impedimentos. Tras esto, se retomaba la marcha en dirección al Ayuntamiento de la capital cántabra.
Lectura del comunicado
En la plaza del consistorio finalizaba la marcha. Allí, Mario iniciaba la lectura del comunicado que el Racing emitía en relación a todo lo que está ocurriendo. "El Real Racing Club. Este nombre lo dice todo y es por el que estamos hoy aquí. Por lo
que en nosotros representa, a nivel individual, como ciudadanos y aficionados, y a nivel colectivo, como masa social. Adscripción, arraigo, representatividad, tradición…., deporte. Sabemos de sobra lo que significa el Racing y lo que queremos que signifique. Lo hemos heredado durante décadas, a lo largo de 101 años", así se iniciaba el comunicado, explicando lo que es el Racing, resumiendo el sentimiento verdiblanco y su historia. Juanma Patrón, presidente de la Asociación de Peñas y el consejero Enrique Díaz Velasco también han leído parte del comunicado.
En el comunicado, a grandes rasgos, se hablaba de "dignidad, regeneración y justicia" y se reclamaba que esta afición es la misma que protestó por la directiva que ha llevado a su equipo a esta situación. La apelación a aquello que el racinguismo consiguió entonces y que ahora le quieren quitar.
"El Racing no ha incumplido. Incumplen las personas que han dirigido al Racing parapetados en subterfugios legales. Personas a las que hemos denunciado y de cuyo futuro ya solo nos interesa la sentencia judicial que les condene", rezaba el comunicado en relación a Pernía, Lavín y compañía. El Racing no tiene la culpa de quién lo dirige parece querer decir.
Para acabar, apelaron a la lógico y a ser tratados como el resto de clubes: "Nos preocupa otro futuro, el del Racing y el del fútbol profesional. Un Racing que quiere cumplir, como todos, con la legislación vigente, un Racing que no pide un trato preferencial, pero que, a la vez, exige no ser tratado con dejación o agravios". Volvía a llamar la atención del ente público para decir que era la sociedad la que iba a perder con la desaparición del club (la deuda no será abonada). Finalizaba la lectura con una llamada desesperada: "Dejadnos vivir, dejadnos inscribirnos, dejadnos demostrar que nuestro órdago contra la gestión errática y desarraigada es más que cierto: es nuestra hoja de ruta".
Tras esto y las comparecencias individuales de jugadores y directivos, tanto plantilla como demás miembros del club se marcharon de la plaza en un pasillo humano que la afición ha hecho a los que hoy han vuelto a ser sus héroes.