El enfrentamiento amistoso entre dos de los campeones de grupo de 2ª División B la pasada campaña servía de presentación antes sus aficionados del Sestao River y de nueva piedra de toque para el ya confirmado como nuevo equipo de Liga Adelante, Racing de Santander, que esta vez no pudo repetir las contundentes victorias (1-6 en 2002, y 0-4 la pasada campaña) conseguidas en sus dos anteriores invitaciones al partido de presentación sestaoarra.

El cuarto test de pretemporada, tanto para vizcaínos como para cántabros, ha deparado un entretenido y equilibrado encuentro en el que la solidez del equipo local se ha impuesto a la superior calidad del plantel visitante.

El entrenador del Sestao, Ángel Viadero, pendiente aún de varios mimbres para completar su plantilla, optaba por un 4-4-2 de salida, con el desplazamiento de Eneko Rubio a la banda derecha como aspecto táctico más reseñable. Por parte santanderina, Paco Fernández salía con un 4-1-4-1, en el que la ausencia por lesión de Koné y Mariano propiciaba el debut como hombre más adelantado del jugador del filial Óscar.

Gustó el River en la primera parte, donde gozó de más y mejores ocasiones para marcar de la mano de dos “clásicos” como Josu Hernáez y Jito Silvestre. El capitán de los verdinegros tuvo la primera en el ecuador de la primera parte, aunque Raúl Fernández despejaba su disparo a bocajarro desde dentro del área. El exguardameta del Athletic se mostró  igualmente acertado ante el pichichi local en dos oportunidades: primero con un remate desde el punto de penalti al filo de la media hora, y  luego, a poco de concluir la primera parte, quitando el balón de la cabeza del delantero catalán cuando se plantaba solo tras un saque largo de meta mal medido por los centrales racinguistas.

Tampoco estuvo mal, aunque menos comprometido, el cancerbero local, Raúl Domínguez, que interceptaba en el minuto 25 un disparo desde la parte izquierda del ataque visitante del debutante Óscar. Además de ésta, cabe reseñar una internada de  Rubén Durán, el más destacado del equipo cántabro en este primer tiempo, que reclamó penalti en el momento de lanzar a portería.

Jito no falla

El segundo tiempo daba inicio con hasta cuatro cambios en el equipo visitante durante los primeros diez minutos, en un intento de Paco Fernández de dar más profundidad y criterio a su ataque.

Sin embargo sería el equipo anfitrión quien golpearía por primera y definitiva vez. Corría el primer cuarto de hora cuando el central Oriol llegaba tarde para interceptar una incursión de Josu Hernáez y derribaba al capitán del River dentro del área. La correspondiente pena máxima era ejecutada por el especialista Jito, que, tal y como sucediera la pasada liga, demostraba su infalibilidad desde los once metros y anotaba de tiro raso el único gol del partido.

A partir del gol los pupilos de Viadero se encontraron con el escenario favorito que tanto rédito les diese la temporada pasada. La ventaja en el marcador les hizo retroceder, bien pertrechados, ante el creciente dominio de su rival, que se encomendaba principalmente a Miguélez como referente ofensivo.

Los verdinegros se mostraban sólidos atrás, con su renovado cuarteto defensivo con respecto al de la temporada pasada, y el añadido de David Medina en su labor de pivote defensivo. Un disparo sin mucho peligro de Miguélez, en el 67 una internada del joven Concha, y una serie de saques de esquina consecutivos no fueron amenaza suficiente para los locales, que pudieron sentenciar en un contraataque de Ander Franco, recambio de Jito, que no pudo aprovecharse de un error más de la zaga ayer rojiblanca.

El Racing gastaba su pólvora con un par de disparos de Iñaki y Saúl, poco antes de que el árbitro decretase el final de un partido que suponía su segunda derrota de la pretemporada, al tiempo que la confirmación del Sestao como equipo invicto y aún imbatido.