Las Palmas, Leganés y ahora Zaragoza. El Racing ha perdido puntos importantes, y muy trabajados, en los últimos minutos de partido. Si bien la derrota duele, la imagen dada, siendo superior a uno de los mejores equipos de la categoría durante gran parte del partido, hace que las esperanzas sigan estando muy vivas en Cantabria. Por su parte, en Zaragoza, sueñan con el ascenso en medio de la delicada situación que vive el equipo maño por la presión de Hacienda.

Un partido muy completo y divertido, de cara al espectador. Ambos conjuntos trabajaron bien, sobre todo en ataque, y buscaron superar unas defensas blandas y poco acertadas en la tarde de hoy. El Zaragoza comenzaba dominando el encuentro y se encontraba con el tempranero gol de Borja Bastón. Poco a poco, el Racing iba cogiendo su ritmo y comenzó a dominar el encuentro. El gol de Koné refrendó el buen trabajo de los de Paco Fernández. Al final, tras una segunda parte de dominio dispar y con carreras y contras hacia uno y otro lado, Jaime Romero se aprovechaba de la indecisión de la zaga verdiblanca para hacer el gol de la victoria en el descuento.

Reivindicación, de la mejor manera: con un gran partido

Hubo manifestaciones previas al encuentro en contra de la decisión de Hacienda

Tarde de manifestación y preocupación en Zaragoza, pero una tarde que acabó con una sonrisa entre los seguidores del club blanco. Hacienda aprieta y la afición sale a protestar en favor de su equipo. Además, el buen ambiente reinó en la capital aragonesa pues la afición verdiblanca, experta en ese tipo de lides, se unió a la afición maña para protestar por la limpieza del fútbol. Una vez finalizaron los actos de protesta, ambas aficiones hicieron de La Romareda una fiesta, buena entrada y gran ambiente para hacer honor a lo que verdaderamente importa, el fútbol como deporte. Y el partido ha sido un auténtico espéctaculo, la esencia de este deporte.

Arrancaba el encuentro con dos históricos sobre el verde de La Romareda. Sin sorpresas en los onces, el encuentro enseguida se iba a inclinar hacia el lado local. El Zaragoza empezaba mejor, con más empuje, y los balones largos hacia Borja Bastón y Willian José ponían en aprietos a la zaga cántabra. En una de esas, una combinación de calidad entre Eldin y Bastón, acababa con el primero de la tarde. El bosnio ponía picaba el balón para que Borja Bastón, colándose entre los centrales, rematará desde la frontal del área para, de vaselina, batir a Raúl Fernández que debutaba en la meta verdiblanca. Alegrón local y mazazo para el Racing.

De los balones largos a la presión y circulación

Aun así, el Racing no se descompuso y siguió a lo suyo: serio, ordenado y buscando balones largos a Koné como único recurso ofensivo. Eso sí, las líneas se juntaron para evitar esos balones al espacio. El Zaragoza mantenía la posesión, dominaba el encuentro a su antojo y buscaba balones al hueco hacia sus atacantes, creando peligro en las cercanías del área de Raúl, además de algún tiro lejano de Willian José. Pero el Racing, poco a poco, fue madurando, haciendo su estrategia, hasta hacerse dueño y señor del encuentro.

El exracinguista Rubén González, no tuvo su mejor tarde

Los hombres de calidad y control del Racing entraron en juego. Miguélez, Fede, Soria...se aliaron para que la velocidad de Saúl, Iñaki y, sobre todo, Koné, entraran en funcionamiento. No solo el toque, sino que la presión contribuyó a la mejora racinguista. Esa presión que provocó el empate verdiblanco. Y es que el Racing ya había puesto en aprietos a la zaga maña con la presión intensa, sobre todo sobre Rubén González. Algún amago de ocasión llegó por ese camino y el equipo cántabro lo aprovechó. Iñaki vio la lentitud de Rubén y le robó el cuero en un control largo y ahí apareció Koné. El marfileño encaró el área y, sin pensárselo dos veces, disparó seco y raso desde la frontal para ubicar la bola en la cepa del palo izquierdo, engañando a Whalley y aprovechando la pasividad defensiva.

Empate y el Racing crecido. Poco más fútbol hubo en la primera mitad. Los cántabros intentaron parar el ritmo de partido, intentar llegar así al descanso y lo consiguieron. La sensación de nerviosismo atrás, algo criticado por la grada, mató al Zaragoza en esos compases de juego y, como se vería después, en la segunda mitad.

Segunda mitad, de ida y vuelta

Empezó la segunda mitad como acabó la primera, con un tiro lejano de Willian José que apenas inquietó al debutante Raúl Fernández. El primero que sufrió bajo los palos en esa segunda mitad fue Whalley. El joven canterano maño vio como el disparo de Koné desde la frontal pasaba a unos centímetros de la escuadra de su portería. El Racing funcionaba, la entrelínea hacía daño y Miguélez conectaba con Koné y con Iñaki. La réplica maña no se hizo esperar y de nuevo, las defensas tuvieron mucho que ver. Mal despeje de Orfila que le dejó el balón a Eldin quien habilitó a Borja Bastón que llegaba por el costado diestro pero Raúl estuvo rápido para atajar, abajo, el potente remate del delantero madrileño.

Los racinguistas acabaron muy descontentos con el árbitro

Partido de ida y vuelta, espéctaculo que agradece el espectador pero que hace sufrir a entrenadores y aficionados. El Racing a punto estuvo de anotar el segundo pero Miguélez no pudo rematar un buen pase de la muerte de Iñaki, quien llegó a línea de fondo tras robarle la cartera a Rubén, de nuevo. Además, Koné era un incordio constante para la zaga blanca, sus carreras, su desparpajo, su desborde, su regate... todo traía de cabeza a una defensa más bien lenta. Además, las incursiones de Iñaki, Concha o Saúl y la calidad de Miguélez y Fede hacía que el Racing tuviera peligro en cada acercamiento. El Zaragoza no iba a ser menos y con el tridente Eldin, Willian José y Bastón hacía temer lo peor a la zaga cántabra.

El ritmo aminora

Pero el ritmo de partido bajó en torno a la hora de juego. Cansancio, cambios, faltas... dejaron atrás ese fuerte ritmo de partido aunque las ocasiones continuaron sucediéndose. Dorca empalmó fuera desde la frontal y Juanpe estuvo a punto de rematar en el área pequeña, tras una buena jugada de estrategia. La entrada de Vallejo en la defensa maña, había hecho que el Zaragoza tuviera más controlado a Koné.

La ruleta rusa

Con la entrada en los quince últimos minutos, el partido cogió ritmo de nuevo y volvieron las ocasiones a las áreas. Borja Bastón lo intentó de chilena y Granero en el remate de una falta, pero sus esperanzas se marcharon por línea de fondo. Fue ahí donde el partido entró en esa fase de vida o muerte, de ganar o ser ganado, donde el empate peligrababa en cada balón. La ruleta rusa del fútbol entró en funcionamiento y en cualquier momento alguno de los equipos podía caer en el intento. Pero ninguno se achantó.

En torno al minuto 84, una carrera de Koné, perseguido por Mario, llevaba a los jugadores al interior del área. Ahí, Koné era derribado por el defensor pero el árbitro no pitaba nada. Podía haber agarrón, podía haber codazo pero también el africano podía haberse dejado caer al mínimo contacto. Nadie lo sabe. Lo que si es cierto es que la decisión del árbitro sacó a relucir el genio de Paco Fernández quien fue expulsado por protestar. El técnico asturiano lleva semanas quejándose de los errores arbitrales, que siempre les perjudican, y salió quemado con Lesma López.

Koné se duele tras ser "derribado" por Mario | Fuente: LOF - El Diario Montañés.

Nadie se rendía, ambos equipos buscaban el gol temiendo ser víctimas de una contra que les dejara sin puntos. Un buen córner a favor del Zaragoza era despejado por Juanpe, de chilena, en el interior del área pequeña, evitando que Mario rematara en boca de gol. Instantes después, Álvaro no podía rematar en condiciones el enésimo pase de Iñaki al corazón del área pequeña.

¿Falta de concentración e intensidad o mala suerte?

Y fue ahí cuando la mala suerte o falta de concentración del Racing, depende de cómo se mire, salió a relucir. Error en un pase fácil y posesión para el Zaragoza que se armó rápido. Robó Dorca pero enseguida salieron los hombres de ataque y pegada. Pase de Jaime Romero hacia Borja Bastón quien, con una conducción corta a la par que eficaz, enviaba un balón al hueco a la carrera de Jaime que enviaba el balón, con la rosa precisa, para que ni Raúl pudiera llegar al cuero ni se estrellara en el palo. Golazo para llevarse los tres puntos y dar más esperanzas a su afición, entregada con el equipo. El Racing había jugado a la ruleta rusa y había perdido.

Un gol que desequilibraba un encuentro vibrante e igualado entre dos equipos ofensivos y bien armados en ataque. El Zaragoza se llevaba tres puntos que les meten de lleno en la pugna por el ascenso directo mientras que el Racing quedaba desolado tras dejar ir, una vez más, los puntos en los últimos minutos. El conjunto cántabro se acerca al descenso e incluso puede acabar la jornada en los puestos rojos de la tabla.

A pesar de todo, las esperanzas en Santander siguen intactas pues la derrota de hoy, ante un rival que, a priori, tiene equipo y metas más altas que el Racing, ha sido muy ajustada y peleada por lo que los racinguistas no temen por la permanencia de su equipo. Un bloque sólido y que sabe lo que tiene qué hacer y cómo lo ha de hacer. Próxima parada, en El Sardinero ante el Alavés. El Zaragoza se medirá, a domicilio, al Alcorcón.

El vídeo del resumen del encuentro (vía Liga Adelante)