El club cántabro ha dado un golpe en la mesa esta tarde en El Sardinero imponiéndose por (3-1) al Sabadell. Esta victoria es fundamental para el Racing, ya que así el conjunto dirigido por Paco Fernández puede respirar con un pequeño colchón de puntos por encima de los puestos de descenso y puede proseguir con el objetivo de esta temporada que es mantener la categoría. El Racing ofreció a una afición volcada una lección de buen juego y de toque sobre todo entre la delantera verdiblanca complementándose a la perfección entre ellos y sobre todo la velocidad a la hora de presionar y asfixiar la salida de balón del Sabadell. Esta vez el Racing estuvo muy acertado en ataque ya que consiguió anotar tres goles (dos de ellos a balón parado) cumpliendo así con las exigencias de Paco Fernández de "mejorar el ataque". El equipo cántabro salió desde el primer momento en busca del gol, pero se topó con un penalti en el minuto cinco que desbarató todos sus planes. A pesar de ese revés, los jugadores consiguieron salir a flote y remontar el partido fácilmente, ya que en el minuto 20 ya iban dominando en el marcador por (2-1). El conjunto verdiblanco consiguió dominar el partido, a pesar de que Mario tuvo que salvar en varias ocasiones al equipo, ya que los errores en defensa propiciaron demasiadas internadas por la banda muy peligrosas de los extremos del conjunto catalán. 

Paco Fernández como cada semana repitió once inicial en El Sardinero volviendo a utilizar a Mario como portero, ya que está totalmente recuperado de su lesión. En la banda volvió a jugar una de las promesas de la cantera verdiblanca, Borja San Emeterio, el cual hizo un grandísimo partido siendo muy contundente en defensa y ahogando a los delanteros. Los jugadores durante la primera parte salieron a por todas y no defraudaron a su afición y en la segunda, a pesar de el espíritu de Paco de echar a sus jugadores atrás, cuando se vieron ahogado volvieron a buscar el gol finiquitando así un gran partido. 

Reacción al penalti

Comenzó el partido y ambos equipos salieron a buscar la victoria que sería la clave para poder escapar de los puestos de descenso. El Sabadell empezó controlando la posesión y buscando constantemente las bandas, sobre todo la que se encontraba Saúl, ya que al principio se encontró un poco perdido en defensa. El conjunto catalán no conseguía crear peligro, pero tras un error defensivo de Orfila, los delanteros del Sabadell consiguieron colarse en el área y Mario tuvo que forzar un penalti muy polémico, ya que es bastante dudoso si toca o no la pierna del delantero del Sabadell. Después de toda esta confusión, Collantes anotó el penalti (tirándolo al centro) y puso el (1-0) en el marcador en el minuto cinco. Tras este revés, los jugadores del Racing salieron más fuerte aún en ataque y comenzaron a realizar una fuerte presión para buscar el corte a la salida del balón mermando así las posibilidades de poder llegar al centro del campo. 

Seguía esta fuerte presión racinguista, pero sobre todo destacaba la entrega de Iñaki que no paraba de correr a toda velocidad por el campo para poder llevarse los balones de una defensa del Sabadell con poca calidad para sacar el balón. Tan grandes fueron esos esfuerzos, que en el minuto 11 el conjunto verdiblanco conseguió arrebatar la pelota a un Sabadell embotellado, aunque tuvo alguna ocasión peligrosa por las bandas. Tras un pase milimetrado de Miguélez que había visto como Iñaki se zafaba de los rivales, consiguió poner el balón en sus botas y con un disparo con pierna izquierda, Iñaki puso el empate en el marcador. 

El tempo del partido comenzó a ser cada vez más rápido. Ambos equipos comenzaron a lanzarse ataques, el Sabadell jugando con balones largos a las bandas descuidando completamente el centro del campo, ya que el Racing sobre todo con Iñaki y Miguélez conseguía que los balones se mantuvieran en la zona de peligro del Sabadell. Mario Fernández tuvo que aparecer en varias ocasiones sobre todo para cortar los balones que llegaban colgados al área y algún que otro disparo que no le causó demasiados problemas. El Racing seguía encerrando al Sabadell, hasta que en el minuto 20 tras una jugada a balón parado, Borja Granero consiguió con un excelente remate de cabeza estrellar el balón en las redes de la portería y poniendo el (2-1) en el marcador. El Racing estaba postulándose como gran candidato a llevarse el partido llegando en diversas ocasiones al área con peligro pero que no entraron en la portería. 

La presión constante, elemento principal de la victoria 

A partir del penalti, el Racing adoptó una nueva forma de juego, la presión. Al ver los jugadores del Sabadell tenían serias dificultades para sacar el balón, ya que al retrasar el portero, este tenía que despejar automáticamente. Por lo tanto, los jugadores se colocaron en dos filas de presión. En la primera, se encontraban Concha, Koné e Iñaki, los cuales se encargaban de robar el balón en el primer pase con la ayuda de Miguélez que se decantaba a una y otra banda. Koné muy poco veloz no robó demasiados balones, pero Iñaki demostrando que está en un estado de forma increible, corriía velozmente por los 3/4 del campo robando hábilmente los balones y junto con Saúl provocando gran peligro en el área rival, como por ejemplo la jugada en la que Iñaki le robó el balón al portero pero salió el esférico por la línea de cal. 

La presión fue fundamental en el encuentro, ya que gracias a ella se pudieron conseguir los dos goles de la primera parte. Con este modo de juego, el Sabadell se veía obligado a sacar los balones por alto y allí es donde actuaba la segunda línea de presión imposibilitando sus ataques y si lo sacaban jugado, los jugadores les robaban el balón protagonizando un contraataque con gran peligro. El Racing consiguió ahogar el juego del Sabadell por completo y pudo colocarse con ventaja al término de la primera mitad. 

Una segunda mitad más equilibrada

Volvió a rodar el balón en El Sardinero y tras una charla de los entrenadores, el Sabadell salió con más garra que el equipo racinguista, ya que abandonaron la presión de la primera mitad y comenzaron a intentar cerrar las filas y quedarse atrás (error técnico de Paco Fernández). Lo único que consiguió con esta táctica es que el Sabadell crease grandes ocasiones de peligro y que llegasen constantemente al área de Mario Fernández. Tras varias jugadas llegó una clave en la que el delantero del Sabadell, tras un rechace en el área falló un disparo a puerta vacía. A partir de ese momento, el Racing volvió a adelantar filas y a crear ocasiones de peligro. El partido estaba más igualado en este punto y los defensas del conjunto verdiblanco estaban jugando a un gran nivel, sobre todo Juanpe y Borja San Emeterio, los cuales cortaron todos los balones que se les ponían por delante con gran contundencia y sin cometer ninguna falta. Las ocasiones se repartían entre los dos conjuntos, pero eran mucho más claras las del conjunto verdiblanco, sobre todo gracias a la conexión que existe entre la delantera y las ocasiones de peligro propiciadas por Koné y Concha. En el minuto 71 y tras un rechace de cabeza de Juanpe, Koné consiguió poner el (3-1) definitivo en el marcador con un magnífico remate de cabeza. A pesar de haber jugado de forma muy irregular en el partido, consiguió marcar uno de los tres goles que dieron la victoria al Racing. Minutos más tarde se produjo otra ocasión en la que Concha e Iñaki combinaron a la perfección una serie de pases para que Koné rematara solo ante la portería, aunque se fue por encima del larguero. Con pocas ocasiones más a partir de ese momento, el partido finalizó con tres puntos fundamentales para el equipo verdiblanco, que puede respirar una semana más lejos del descenso. 

Las jugadas a balón parado 

A pesar de ser un equipo más bien de baja estatura, el Racing de Santander consiguió crear un gran peligro en las jugadas a balón parado. Tanto es así, que dos de los tres goles anotados fueron iniciados por una jugada a balón parado. El conjunto verdiblanco esta tarde contaba con dos jugadores que rondan los 2 metros de altura "Juanpe y Borja Granero" haciendo mucho más fácil que los balones que se cuelguen al área sean rematados. En el primer gol, el inicio de la jugada fue un magistral centro de Miguélez que pudo rematar Borja Granero y en el segundo, el primer rechace de cabeza antes del testarazo de Koné es de Juanpe, por lo tanto, el Racing de Santander controló el juego aéreo en todo momento, ya que en la mayoría de faltas y de córners pudieron rematar con cierta facilidad. Esto puede ser un nuevo arma para el Racing, a la hora de buscar el gol que tanto necesita. 

Complementados a la perfección

La delantera del Racing funciona como un solo bloque y esto lo ha demostrado durante todo el partido, ya que ninguno de ellos tenía una posición fija. En defensa, Miguélez caía a las dos bandas para apoyar la presión, mientras que Iñaki podía ocupar tanto su banda como la parte central del campo. En cambio, ha habido ataques en los que David Concha ha ido a apoyar a la otra bando, abriendo nuevas oportunidades al equipo de mejorar la fluidez y de poder llegar con más facilidad al área rival. Además, en los pases se compenetraron de una forma magnífica, ya que la mayoría de los ataques nacían de una genialidad de pases de Miguélez a cualquiera de los dos extremos o a Koné para plantarse en el área y solo tener que rematar. Así crearon ocasiones de gran peligro y así se saldó el primer gol de Iñaki.

La polémica del partido

Dos fueron las jugadas de controversia en el partido: La primera jugada fue el penalti que cometió Mario en el minuto cinco del encuentro. Tras un error de Orfila, el delantero del Sabadell se quedó en el área dispuesto a rematar a placer, pero Mario metió la mano para poder sacar el balón y presuntamente agarró la pierna del jugador del conjunto arlequinado. La decisión del árbitro creó gran controversia en la grada y la confusión de los jugadores era patente, ya que no se esperaban esta decisión arbitral. Esta jugada se saldó con el gol de penalti de Collantes poniendo el (0-1) en el marcador. 

La segunda jugada, fue también en contra del Racing, salvo que esta vez fue la anulación de un gol que aparentemente era legal. La jugada se produjo tras el centro de Saúl y el remate de cabeza de Juanpe que se encontraba en el área, entre la confusión apareció Borja Granero para rematar de cabeza en un supuesto fuera de juego, aunque al haberlo tocado un defensa, el fuera de juego se invalidaba, además de no estar en fuera de juego. De haber anotado este gol, el Racing se habría colocado con el (3-1) en el marcador.