El club verdiblanco disputó el primer partido del año en su casa, en El Sardinero, ante 7000 espectadores que observaron como su equipo no pudo ganar al Numancia y se tuvo que conformar con el reparto de puntos tras finalizar el encuentro con empate (1-1). Este punto para el Racing no es suficiente para poder salir de los puestos de descenso y la sensación que ofrece el equipo es que cada vez se va hundiendo más y más en el lodo y se nota que el equipo debe de mejorar durante la temporada, sobre todo como bloque, ya que les queda aún mucho por andar, aunque ofrecen todo de ellos en cada partido siguiendo ese espíritu luchador y de fuerza que el Racing siempre lleva por bandera. El partido comenzó con un claro dominador, el Numancia. Los rojillos se lanzaron al ataque en busca de la portería de Mario Fernández, pero se topaban una y otra vez con el portero y la defensa verdiblanca que impidió que el gol llegara hasta el minuto 33 de la primera mitad, en la que gracias a un testarazo de Sergi Enrich tras una jugada de balón parado, el conjunto soriano perforó la red del guardameta verdiblanco. El conjunto cántabro no pudo desplegar su juego de toque y cuando se les observaba con el balón estaban perdidos y buscando siempre el "patadón" hacia Mariano, el cual no podía contra la defensa del Numancia. Cuando el árbitro pitó el final de la primera mitad y los jugadores volvieron a los vestuarios todo pareció cambiar y el Racing se volcó en el ataque con la ayuda de su afición y así, en el minuto 55, Miguélez anotó el primer tanto del Racing que cerraba el resultado (1-1). A partir de ese momento, el conjunto verdiblanco fue muy superior al soriano y pudo quizás haberse llevado los tres puntos, pero se tuvieron que conformar con solo uno. 

Paco Fernández se vio obligado a mostrar un once inicial muy distinto al que tiene acostumbrados a su afición, ya que a causa de bajas por lesión como la de Francis, sanciones como Orfila o problemas de otra índole, como es el caso de Koné, los jugadores que menos juegan tuvieron su oportunidad para poder demostrar que pueden formar parte del once inicial del asturiano. El entrenador verdiblanco sorprendió colocando a Andreu (un jugador que no ha dado buen resultado en el Racing) y también con la incorporación en la segunda mitad de Rubén Durán, que no ha disputado casi ningún partido de la Liga Adelante. Además, otras incorporaciones como las de Mariano y Samuel fueron claves para el conjunto cántabro, ya que ofrecieron un gran rendimiento, gracias a su fuerte entrega y lucha para intentar conseguir los tres puntos. Además, cabe destacar la gran mejora de Mariano como delantero, que poco a poco va ganándose un hueco dentro de los onces de Paco Fernández y con su juego hace que la falta de Koné no sea tan abismal. 

El dominio rojillo, el infierno para los verdiblancos

Arrancó la primera mitad y ambos conjuntos comenzaron el primer partido del año, el Numancia 11º en la tabla buscaba ascender hacia los puestos de cabeza, mientras que el Racing, sumido en el descenso buscaba la salvación a toda costa. El conjunto rojillo tenía el balón constantemente y las ocasiones de ataque solo tenían un color. El Racing era incapaz de sacar el balón a pases, ya que la presión era asfixiante y los centrales tenían que recurrir a pases largos hacia Mariano para poder causar peligro a una defensa que estaba jugando de forma muy cómoda, ya que las ocasiones que provocaba el Racing eran muy pocas y sin peligro alguno. Saúl e Iñaki, junto con Concha eran los artífices de las jugadas del Racing, pero el Numancia atacaba con mucha contundencia y minutos después de fallar un pase de la muerte que dejaba completamente solo al delantero rojillo, tras una falta colgada a la perfección, Sergi Enrich saltó para rematar con fuerza ese balón y perforó la red de la portería de Mario y provocó un silencio sepulcral que solo fue roto por los cánticos de los pocos aficionados que se habían desplazado hasta Santander. Un gol antes del descanso que parecía que iba a ser irremontable, ya que el Racing en esos 12 minutos restantes no fue capaz de reaccionar y se fue encerrando cada vez más en su área, salvo una jugada casi cumpliéndose el tiempo de descuento en el que Concha colgó magistralmente un balón al área e Iñaki remató un balón que se marchó rozando el palo de la portería rojilla. Tras el pitido del final el conjunto verdiblanco se marchó con la cabeza agachada y rápidamente para oír las instrucciones del técnico asturiano. 

La resurrección del Racing

Cuando Paco Fernández se dio cuenta de que la táctica de la primera parte había sido todo un desastre decidió cambiarla por completo y el Racing salió a comerse a su rival y a volcarse en el ataque para poder levantar el mal resultado cosechado anteriormente. Las jugadas empezaron a ser mucho más rápidas pero con consistencia y creando un peligro real que hizo que el Numancia tuviera que dar marcha atrás y encerrarse en su campo para paliar el acoso constante del Racing. Un veloz Iñaki combinado con una de las mejores versiones de Concha y Mariano empezaron a buscar las ocasiones y en el minuto 55 cuando llevaban 10 minutos de acoso, tras un gran pase de Miguélez a Concha que culminó con una gran vaselina sobre la cabeza del guardameta del Numancia, el balón se estrelló contra la madera, pero allí estaba Miguélez para empujar el balón hasta alojarlo en la red y poner el (1-1) definitivo para el Racing. El Sardinero estalló por completo y el Racing metió una marcha más pero no fue suficiente para volver a marcar. Tras unos minutos frenéticos, en los que Borja Granero y Rubén Durán hicieron un gran trabajo en ataque, el partido se comenzó a calmar y quedó más igualado, con algunas jugadas de polémica como una acción en la que Mariano se fue empujando con el defensa y cayeron los dos al suelo. El Racing volvió a tener alguna ocasión sobre todo gracias a los centros que realizaba Concha, el cual se iba cambiando con Miguélez. Ese cambio dio un gran resultado en ataque. Finalmente y tras añadirse 3 minutos, el árbitro pitó el final de un encuentro muy apretado, en el que los aficionados se tendrán que contentar con 1 punto y con un sabor de boca agridulce