La historia en ocasiones es muy caprichosa y hace que los equipos en ciertas ocasiones se tengan que ver las caras en más de una División, por lo tanto, estos dos equipos que llevan al hombro una gran cantidad de partidos y de vivencias, se han tenido que ver en la Primera, Segunda y Segunda División B de la Liga española. En esos quince partidos, el Albacete, se ha llevado la victoria en la mayoría de los encuentros haciendo de su estadio un autentico fortín inexpugnable, ya que se ha llevado la victoria en 4 ocasiones y concediendo el empate en otras tres, es decir, el Racing no conoce la victoria en campo manchego. En cambio, cuando son los jugadores del Albacete, quienes tienen que pisar el "infierno" del Sardinero, la cosa es muy distinta, ya que el Racing apoyado por su afición da una vuelta más de tuerca y ha sido capaz de llevarse la victoria en dos ocasiones, aunque no fueron capaces de pasar del empate en la mayoría de las ocasiones.

El enfrentamiento entre dos equipos tan fuertes, siempre es sinónimo de un gran espéctaculo, ya que suelen ser duelos para alcanzar la salvación y para mantener la categoría en una de las ligas más difíciles del mundo. Son partidos frenéticos, de defensas muy rocosas y de gran artillería en la zona delantera, que finalizan con resultados como el empate que El Sardinero vivió en el año 1995, (5-5).

La balanza goleadora está a favor del Racing, en el Sardinero, pero está muy ajustado (13-11) a favor del conjunto verdiblanco. En cada encuentro, los jugadores han ido dando a medida que pasaba el tiempo, todo de ellos mismos, su fuerza y su espíritu de lucha ha proseguido y ahora ha recaido en manos de esta nueva generación de verdiblancos que tienen que luchar para poder dar un golpe en la mesa y cambiar el transcurso de la historia. 

La etapa en Primera División

Ambos equipos siempre han sido de presupuesto muy modesto y han tenido dificultades a la hora de traer grandes fichajes a sus respectivos conjuntos, por lo tanto, en la Primera División, siempre han estado al filo del descenso y luchando cada punto como si de una final se tratara, para poder conseguir alcanzar la salvación y mantener la categoría, para poder seguir disputando los partidos al más alto nivel. Estos partidos se disputaron en la década de los 90 y fue uno de los momentos en los que el Racing y el Albacete eran capaces de desplegar su mejor juego, tanto ofensivo como defensivo. Así, se sucedieron una serie de enfrentamientos que finalizaron con dos empates y una victoria a favor del conjunto verdiblanco.

El primer partido en el que el Racing y el Albacete se veían las caras, se saldó con un empate (1-1) entre ambos conjuntos y un reparto de puntos que a ambos conjuntos beneficiaba. Al año siguiente, el Racing salió a comerse al conjunto manchego y consigió sacar un (2-1), aunque en los últimos minutos el Albacete reaccionó tardiamente anotando un gol de penalti y con varias ocasiones que no dieron sus frutos y tuvieron que volver con las manos vacias. El último encuentro que disputaron en primera división hasta su reencuentro 6 años después, fue el protagonizado en 1995.

El partido comenzó con un Racing absolutamente volcado en ataque que anotó el primer gol en el minuto 1. El conjunto manchego fue paliando poco a poco la diferencia de juego, pero en ningún momento poniéndose por delante. Iban anotando y anotando, hasta que el Racing iba ganando (5-4), pero en los últimos minutos y como suele pasarle al Racing, tras una buena jugada del Albacete, el gol anotado puso un marcador de (5-5), que marcaba el final de un partido trepidante y con infinidad de ocasiones. Tras ese partido, ambos equipos no volvieron a coincidir en un terreno de juego hasta el año 2001. 

Encuentro en Segunda División y vuelta a Primera

Tras separarse las trayectorias de ambos equipos y haber jugado en diferentes categorías, ambos equipos volvieron a tropezar por el camino, pero esta vez, todo había cambiado, ya que se estaban viendo las caras en Segunda División. Un año, en el que el Racing necesitaba ascender y lo pudo conseguir (quedó en segunda posición) y un Albacete que lo conseguiría al año siguiente. El conjunto verdiblanco recuperó el espíritu de lucha que había mantenido siempre y endosó al Albacete un contundente (3-1) que hacía vibrar a El Sardinero y hacía recuperar la fé al equipo. Pero en el año 2003 las tornas volvieron a cambiar, el Albacete. El conjunto manchego aprovechó de una situación delicada del Racing, para endosarles un (2-0) sin casi posibilidad de reacción por parte del equipo verdiblanco. Pero el Racing tuvo la oportunidad de su revancha en el año 2004, en el que David Aganzo fue el héroe verdiblanco por un día anotando el único gol del partido (1-0) y cerrando el marcador antes de finalizar la primera parte. 

El sueño de Segunda B: ser campeones 

Tras una temporada completamente frenética y un sueño (volver a Segunda tras todos los problemas directivos), además de contemplar como un nuevo Racing resurgía de sus cenizas, el Albacete y los discípulos de Paco Fernández tras haber derrotado a sus rivales en sendos grupos y tener ya asegurado el ascenso a Segunda División iban a disputar dos partidos para demostrar quién era el campeón de Segunda B ese año. Tras las celebraciones y un pequeño parón, la alegría se llevó de nuevo a los campos de fútbol. El primer partido se disputó en El Sardinero con un semi-lleno en las gradas y con la afición intentando llevar hacia la victoria al conjunto verdiblanco, pero no pudieron pasar del empate (1-1). Los pupilos de Paco Fernández comenzaron dando un golpe en la mesa con un gol de cabeza de Ayina, pero el conjunto manchego comenzó a echar hacia atrás a un Racing que se replegó totalmente en defensa y consiguió el empate en la segunda mitad tras una gran jugada. El conjunto verdiblanco volvió a echarse al ataque en los últimos minutos, pero los jugadores del Albacete se encontraban en un gran momento de forma y les hicieron imposible el paso al área. El árbitro pitó el final de un partido emocionante en los minutos finales y que dejaba todo abierto para el último partido de la temporada. 

Con todo por conocer y el resultado en ascuas, todo se trasladaba a suelo manchego, un estadio en el que el Racing ha sido incapaz de sacar una victoria y por lo tanto, es uno de sus "imposibles". El conjunto verdiblanco volvió a adelantarse gracias a dos goles de Ayina, que ponían el (0-2) y hacían explotar a la grada, pero esta vez el Albacete consiguió remontar, anotando tres goles muy escalonados, siendo el último en el minuto 90 y puso el (3-2) definitivo y que les hacía campeones de la División. Aún así, la fiesta no se apagó, ya que ambos equipos ascendían y tendrían otras dos nuevas posibilidades para poder demostrar que la historia siempre se puede cambiar y que no hay imposibles.