Munitis es uno de los nuevos entrenadores del Racing. Y es una persona metódica, perfeccionista, trabajadora y generosa. Ama el fútbol rápido y de combinación. Es intenso y está loco por entrenar. Es de trato cercano con el futbolista y reservado fuera de él. Así le define Manuel Cantero, coordinador de las secciones del Club Bansander, entidad en la que Munitis está trabajando actualmente (en el juvenil de Liga Nacional), a la espera de poder empezar en el Racing. El miércoles debía haberse despedido de sus jugadores, pero no lo hizo. Entrenó como una día más, a la espera de que se formalice su marcha al equipo de Segunda División.

Aunque la burocracia no le permite entrenar, Munitis ya ha tomado las riendas del equipo. Porque aunque son Pinillos y Mayordomo los que ejercieron de entrenadores en el entrenamiento, todo llevaba la firma del ex-jugador verdiblanco, sacado de su manual de estilo: el trabajo a campo ancho, la intensidad defensiva, la salida del balón, la posición el campo de cada una de las líneas… Al ser preguntado por ello, Pinillos defendía que de momento él es el entrenador, aunque por lo visto fuera imposible de disimular. El Bansander ya anunciaba la marcha de Munitis en su página web, pero la del Racing todavía no.

En este difícil trance, a Munitis le acompañara Gonzalo Colsa. Juntos formaran la pareja a la que se ha encomendado el futuro del club. Puede parecer que sean distintos, pero no lo son. Como futbolistas, tienen muchos parecidos: ambos, al salir del Racing, ficharon por equipos grandes (Munitis por el Real Madrid y Colsa por el Atlético de Madrid) y ambos colgaron las botas en el equipo de su tierra. Los dos recibieron lecciones de los técnicos más importante del mundo futbolístico (Vicente del Bosque, Luis Aragonés, José Antonio Camacho…), pero el que más les llenó no fue ninguno de esos, sino Marcelino García Toral. Su pizarra táctica está influenciada en todo (estilo intenso, trabajo táctico, fidelidad a ultranza al 4-4-2, todos defienden sin balón, verticalidad, capacidad de sorpresa para atacar…) por el técnico asturiano, actualmente en el Villarreal. Pedro Alba (coordinador técnico de selecciones de la Federación Cántabra) comenta que a los dos les gusta jugar con espacios, tocar el balón y que todos participen. Cantero dice que la primera medida fue buscar un camp más grande.

A Munitis, el Juan Hormaechea se le quedó pequeño y se llevó a jugar al Bansander a Villaescusa, un campo con mayores dimensiones que el primero. En él era más fácil de practicar la idea de juego del entrenador, es decir, correr al desmarque, esperar muy ordenado el fallo del rival, juego de rápidas diagonales… Colsa participa del mismo guion en la selección cántabra sub 18. Según Felipe, el capitán del Bansander juvenil (que ha entrenado con los dos), “los dos tienen las cosas muy claras. Cada día se rebaja una cosa y en todo lo que nos trata de enseñar  se refleja su personalidad”.

Todo lo anterior son las señas tácticas de los dos nuevos entrenadores del Racing. Aunque la situación de este es tan especial, que es posible que cambien alguna de ellas porque “el equipo necesita ganar después de tanto tiempo”, según señala Pedro Alba. También comenta que “su idea es hacer un fútbol que divierta, pero ahora se necesitan resultados”.

Munitis es el primero que llega al campo y el último que se va. Prepara el trabajo a conciencia y examina a los rivales sin excepción. Con esa forma de trabajar, se hizo cargo del Reocín femenino, recién descendido a Segunda. Sara de Estal, una antigua jugadora del equipo, comenta que ella “no pude tener un entrenador mejor para empezar. Valora los esfuerzos. Otros quizás enseñan más táctica, a nosotras Pedro nos enseñó a jugar en grupo, en bloque, y a colocarnos en el campo. Venían amigos que jugaban en Tercera División y me decían que jugábamos mejor que ellos. La que no entrenaba no jugaba. Recompensaba el esfuerzo siempre”.

Como es un hombre de fuerte personalidad, a veces el del barrio Pequero puede parecer inaccesible, pero los que han entrenado con él lo desmienten: “Es muy cercano, sabe lo que necesita y quiere el futbolista. Participa de los entrenamientos. En el vestuario siempre está preocupado, hablando contigo…”. Sobre su mala leche, también sus pupilos la desmitifican: “Si tiene que echarte la bronca para que mejores, te la echa y punto”, dice Sara del Estal. Colsa es más comunicador y dialogante, por lo que complementara a Munitis.

Para ambos, su aprendizaje en los banquillos y su deseo de crecer como entrenadores les ha llevado a sufrir una profunda transformación y se han adaptado mucho a la hora de transmitir sus conocimientos. El respeto lo tienen ganado de antemano y el vestuario está esperando que todo cambie, para lo que Munitis y Colsa marcaran el paso a partir de muy pronto.