Si el Racing refrendaba su mejoría la pasada semana en Guijuelo, ante el Cacereño, en casa, no fue más que la confirmación de esa mejoría. El equipo cada vez es más sólido y los mecanismos están siendo asimilados con éxito. Además, parece que, por fin, el Racing sabe a lo que juega y tiene un sistema más o menos fijo, con variantes en defensa y ataque. Basculaciones, mecanismos y una eficacia ofensiva nunca vista esta temporada.

Un sistema asimilado

Lo más importante es que el Racing tiene un sistema, aparentemente fijo. Lejos quedan las probaturas y los cambios de posiciones. Ahora parece que, con algunas variantes dependiendo del rival y del escenario, el equipo sabe a qué tiene que jugar. En defensa, el 4-3-3 es un sistema muy versátil, con capacidad para apretar arriba ante equipos que tocan y combinan más, como mantenerse arropados y dar un paso atrás ante conjuntos con juego más directo. Además del trivote, que aporta intensidad, robo y salida, la delantera está apoyando en el sistema defensivo. Con Coulibaly desgastándose más, aprovechando su potente físico, dejando mayor libertad a la calidad de Óscar y Dioni (en su defecto Cerro, Migue...)

En ataque, un 4-4-2 'falso'. Y digo falso porque Dani Rodríguez parte desde el centro para sorprender por la zurda, mientras que Dioni parte desde la izquierda para sorprender por el centro, aprovechando su calidad junto con la potencia y pegada de Coulibaly. En la otra banda, Óscar ejerce de extremo puro, con desborde y descaro. El debe de este sistema es que la banda zurda se queda algo coja. El lateral no recibe tantas ayudas pues la transición defensa-ataque de Dioni y Dani Rodríguez evita que el andaluz llegue rápido a la ayuda atrás. Eso lo aprovechó el Cacereño el domingo pero el buenhacer defensivo de hombres como Docal o Alain impidieron el peligro.

Portería y defensa, a buen recaudo

El Racing se ha convertido en uno de los equipos más sólidos de la categoría. Si al principio, y tras la baja de Caneda, las dudas se acentuaron, además de la inseguridad que aportaba Dani Sotres, ahora el equipo juega con la tranquilidad de tener una defensa y una portería tan bien salvaguardada. En los últimos nueve partidos, solo ha recibido siete goles, mientras que al inicio de la temporada, recibió también siete goles en cinco partidos.

César Caneda es el alma de esta defensa. Su ausencia se nota y su vuelta también. Su experiencia y contundencia aportan seguridad a sus compañeros que se sienten mucho mejor junto a él. Mikel, Alain, Borja y Fede San Emeterio, Borja Docal... todos han mejorado sus prestaciones cuando el central vasco estaba sobre el césped. Ya se vio ayer. El Cacereño tocaba y tocaba pero no encontró ni un resquicio de debilidad en la zaga verdiblanca (salvo en una ocasión que terminó con un tímido disparo).

En portería, la seguridad también ha aumentado. Pese a que Munitis se empeñe en defender a Sotres y alabarle como "mejor portero de la categoría", la confianza en Óscar Santiago sigue creciendo. Dos partidos y ni un solo fallo; todo lo contrario. Seguridad por arriba, por abajo, buen juego con los pies y lejos de complicaciones... un seguro de vida en su regreso a la entidad cántabra.

Un trivote de lujo

La presencia de Granero, de vuelta tras su lesión, ha sido fundamental en el trivote a la hora de defender. El centrocampista valenciano es un todoterreno, pero está aprendiendo a mantener la posición como pivote. Roba, sale a la presión, recupera, combina y busca cambios de orientación exitosos en su mayoría. 'En plan Xabi Alonso', salvando las distancias.

Munitis deberá elegir: Artiles, cuando esté recuperado, o Dani Rodríguez

A su lado, el gran momento de Álvaro Peña y Dani Rodríguez está ayudando a la medular racinguista. Dos centrocampistas de calidad pero que no solo aportan su gran toque y combinación, sino que ayudan en la presión y roban muchos balones, como se vio ante el conjunto extremeño. De hecho, un robo de Dani Rodríguez, en campo propio, propició el tercer gol del partido mientras que otro, similar, de Peña, terminó con una gran ocasión de Migue. Lo mismo sucede cuando juega Artiles en lugar de Dani. En el último partido estaba lesionado pero el canario cumple una función similar, aunque con mayor calidad y velocidad (Artiles es un hombre de banda o mediapunta mientras que el gallego es un mediocentro al uso). Habrá que ver cuál es la elección de Munitis cuando el canario esté recuperado visto el gran nivel de ambos.

Un ataque enrachado

Hevia, Cerro, Artiles, Peña, Óscar, Dioni, Coulibaly, Migue... todos ellos han formado en los distintos esquemas de ataque probados por Pedro Munitis. Pero ahora, parece que la delantera en racha está clara. Dioni, Coulibaly y Óscar se han asentado, han aprovechado las bajas o el mal rendimiento de hombres como Hevia o Migue, y se han acomodado en la línea de tres ofensiva. Con Dioni algo más escorado a la banda, la calidad parte desde los costados para sorprender hacia dentro. En el medio, Mohamed Coulibaly está pletórico, como los otros dos. El senegalés aporta físico, presión, potencia, desmarques, velocidad, presencia... una pesadilla para los defensas. Y ahora, también aporta goles de '9', como demostró ante el Cacereño.

En los costados, Dioni actúa como falso segundo delantero. Parte desde la zurda, hacia dentro, para mostrar la calidad que parece haber recuperado. Otro que está pletórico. Ya es el pichichi del equipo y parece haber encontrado 'el gol perdido'. Cuatro goles y sensación de estar en racha. Favorece la combinación tanto con Couly como con los centrocampistas y sus desmarques suelen sre positivos. En la otra banda, Óscar se presenta como el sucesor de Concha. El canterano ilusionante, llamado a liderar el equipo durante los próximos años. Extremo al uso con desborde, velocidad y llegada hasta línea de fondo pero con calidad de sobra para irse hacia dentro gracias a su habilidad y buen regate. Le falta solo una cosa: el gol. Aunque no parece que vaya a tardar en llegar.

El equipo aleja fantasmas

Por último, hacer mención a un fantasma alejado por los verdiblancos. Se han dejado atrás los goles en contra tempraneros y los goles en contra en los últimos minutos, las dudas, aunque las sigue habiendo, no cuestan tan caro debido a que la concentración es mayor, la intensidad no baja. Ayer, el Racing pareció relajarse, pero era fruto de la tranquilidad, estaban pletóricos en defensa, no tenían miedo y tampoco lo pasaron. Dominaron de cabo a rabo, sin grietas, sin fisuras, y supieron matar el partido, apretando cuando era necesario. La mejoría es una realidad.