Partidazo en los Campos de Sport. Los dos Racing, probablemente los equipos más fuertes del grupo 1, se midieron en un enfrentamiento que no defraudó. Intensidad, buen fútbol, llegadas... y hasta polémica. Lo tuvo todo. El conjunto cántabro fue dueño y señor de la primera parte, en la que pudo golear. La ofensiva ferrolana en la segunda mitad no pudo con un Racing que tiró de casta y garra y logró vencer, incluso con un jugador menos sobre el verde santanderino y sufriendo enormemente.

Como un equipo grande, con la presión que tenía. El Sardinero engalonado, como en sus grandes tarde. Y un rival, el líder de la categoría, que venía dispuesto a no dejar acercarse al conjunto cántabro. Y así salió, con un arranque bestial y una primera parte para enmarcar. Así salió el equipo local en el día de hoy. Con la adrenalina de un recibimiento que recuerda a partidos de una enjundia muy superior, con los ánimos de los suyos desde el primer minuto. 

La idea era clara: había que tener la posesión y jugar con la verticalidad en los últimos metros. El Racing de Ferrol estaba incómodo sin la pelota mientras que el Racing cántabro tocaba y tocaba, sobaba la bola con mimo hasta que encontraba el hueco. Bien a banda o bien en profundidad hacia los puntas. Granero y, sobre todo, Dani Rodríguez, fueron los jefes de medular en esos primeros 45 minutos.

Susto y asedio

La primera ocasión fue para el Racing de Ferrol, pero la primera parte tuvo color cántabro

El Racing empezó dominando, eso sí, con un susto. Y es que Pablo Rey, en el minuto 5, estrellaba un balón en la madera. El susto llenaba El Sardinero que no cejó de animar a los suyos. Lo intentó el Racing, y mucho, por la banda diestra. Óscar fue un quebradero de cabeza para Víctor Vázquez. Una y otra vez, el extremo cántabro ponía en apuros al Racing de Ferrol. Lo intentaron los locales de córner, con remates de César Caneda que, bien por Mackay o por su falta de puntería, no pudo perforar la meta visitante. Tampoco lo hizo el Racing con combinaciones más elaboradas. Granero, Dani, Dioni, Artiles, Coulibaly... mucho toque y balones en profundidad, más cómodos para los centrales ferrolanos. Eso sí, el ataque del Racing de Ferrol se veía anulado, una y otra vez, por el excelso nivel de la zaga cántabra. 

La primera clara para el Racing llegó en el minuto 15. De nuevo Óscar lo probaba, con un disparo potente que rebotaba en un defensa y a punto estaba de sorprender a Mackay. Instantes después, el asedio y acoso futbolístico del Racing local acababa con un gol de Dioni, tras un rechace, pero era anulado por fuera de juego. Y seguía aprentando el Racing cántabro. Una y otra, una y otra... el conjunto gallego parecía un equipo de la zona baja a merced de un grande, de un grande humilde en un feudo de grandes gestas.

La enésima para los locales. Dioni remataba ajustando el balón al palo pero Mackay estaba hábil para despejar. No cesaba el juego de ataque. La banda diestra, los pases de Dani Rodríguez, crecido ante su exequipo... por su parte, el Racing de Ferrol pasaba los tres cuartos de campo a cuentagotas y apenas tenía disparos lejanos como únicas ocasiones de ver puerta, una puerta segura detrás de los barrotes impuestos por Óscar Santiago.

Imparables

Gran resolución de Dioni para hacer el primero al filo del descanso

Artiles, con un remate cruzado, Fede de cabeza, las constantes llegadas de Óscar por el flanco... Imparable, el Racing de Santander era imparable. Pero faltaba finiquitar, finalizar, sentenciar todas esas ocasiones subiendo un tanto al luminoso. Y el gol llegó en un buen momento. Al filo del descanso, como no, un pase en profundidad de Dani Rodríguez hacia Dioni, dejó solo al delantero andaluz que ganó la carrera a una defensa algo lenta. Dioni finalizó como un ariete clásico; se abrió; esperó; aguantó; y definió bajo las piernas de Mackay. Inapelable. Enorme el estado de forma del exjugador del Oviedo.

Y así se llegaba al descanso. La intensidad y el buen juego raciguista era agradecido por una grada entrenada. Atronadora ovación. 'Raaaaacing, Raaacing' gritaba El Sardinero. No podían decir lo mismo los aficionados ferrolanos. Su equipo se había visto superado y parecía improbable poder ganar al otro Racing hoy. Y resultó ser imposible.

Cambio de 'escenario'

Eso sí, las tornas cambiaron tras el descanso. El paso atrás del conjunto local fue evidente; también lo fue el paso adelante del equipo gallego. Empezaron con la posesión, no querían perderla porque, sin balón, sufren, como dejó en evidencia el Racing en el primer acto. Y lo refrendó pronto, con buenas ocasiones de gol.

El gol visitante llegaba tras rebotar el disparo de Heber Pena en un defensor local

Diego Peláez volvió a meter el miedo en el cuerpo al estadio santanderino, pero su disparo se marchó rozando el poste. El Racing quería desperezarse pero no podía. Lo que antes ganaba, lo que antes conseguía gracias a su intensidad y rapidez al cruce, ahora lo perdía. Volcado, el conjunto ferrolano puso en apuros a Óscar Santiago, pero el meta cántabro respondió a la perfección. Primero sacando un mano a mano con Joselu, que fue una pesadilla para los defensas racinguistas en velocidad. Después, el propio Caneda remataba hacia su propia meta, pero Santiago estaba atento y en el sitio para evitar problemas. 

Pero, cuando peor estaba el Racing. Cuando la ofensiva ferrolana era cada vez más temible, el Racing siguió jugando a grande. Córner perfectamente botado por Dani Rodríguez al primer palo, donde aparecía César Caneda, totalmente solo, para rematar a la red de Mackay. Segundo y cambio defensivo del Racing buscando mayor empaque en el centro con Fede. Pero el partido se volvió loco, duro y el árbito no supo pararlo en igualdad. Demasiadas tarjetas para los cántabros ante las insistentes protestas del público. Y, al final, tanto va el cántaro a la fuente que se rompió. Disparo desde la frontal de Heber Pena. Parecía fácil, o así lo vio Óscar Santiago, cuyo paso hacia la derecha dejó evidente. El balón iba ahí. Pero, tras golpear en César Caneda, despistó al guardameta y se introdujo en la red. 

Salió la garra racinguista

Miedo, temor... pero el Racing siguió a los suyo. Tirando de humildad, de raza, de garra, de casta... de épica. Esos valores del Racing de Santander históricamente. Faltas, tarjetas, run-run ofensivo de los visitantes en el área local... la grada sufría. Despejes, ni dos pases seguidos, balones a la nada... era todo o nada. Y lo fue todo. 

El Racing jugó más de 20 minutos en inferioridad numérica

El corazón se paraba. Falta peligrosa en contra del Racing de Santander. El disparo de Peláez y la estirada de Óscar Santiago, salvador. Repelió el empate. De nuevo se paró el corazón de los aficionados locales. Diego Vela desbordó a un sufridor Borja Docal y remató desviado, muy cerca del palo largo. Y, para colmo, expulsión de Dani Rodríguez. El mejor de la primera parte se iba a la calle tras un agarrón en medio campo que suponía su segunda amarilla en plena tángana. Fue ahí donde Fede salió volando y donde el lío se formó. Indignados, los jugadores verdiblancos siguieron cargándose de tarjetas. El miedo rondaba la grada, pero no el campo, donde los valientes defendían su fortaleza, sitiada por un ejército ahora en superioridad.

Una gesta más con El Sardinero de testigo

Los jugadores locales no se achicaron, disputaron cada balón como si fuera el único. La garra, la raza, la casta... la épica fueron recompensadas. Y eso que Dioni pudo sentenciar mucho antes, en el 80, pero su disparo rebotó en el larguero. Seguía asediando el Racing de Ferrol a base de balón parado. Pero la defensa, por alto, estuvo sensacional. Y también Óscar Santiago, que salvó los tres puntos. Entre falta y falta, entre córner y córner, en cada emocionante balón dividido, el Racing encontró el camino para recompensarse a sí mismo. Contragolpe ganado por Dioni ante Maceira y, el andaluz, aseguró cediendo a Migue García que no falló a puerta vacía. Delirio en El Sardinero.

Una gesta de héroes, una de las tardes que serán recordadas con el paso del tiempo. Por su parte, los jugadores ferrolanos ya sí se dieron por vencidos. No quedaba nada, el árbitro pitó el final, y la mezcla de grandeza y épica recompensó al Racing de Santander ante un rival enorme, grandísimo, pero que sucumbió ante el poderío de El Sardinero. Aun así, siguen siendo líderes y, el Racing, se acerca. Aprovecha la derrota de la Cultural y el empate del Logroñés para colarse segundo. Ferrol ya ve Santander por el retrovisor. Seis victorias consecutivas para los cántabros y 'minicrisis' para los gallegos que solo habían cedido tres empates y una derrota hasta hace una semana. Pero suma dos semanas sin ganar y sus rivales se acercan. Ahora, eso sí, merecidas vacaciones navideñas.