Y al final, líder. Tras un inicio de temporada malo y una campaña algo irregular, aunque muy buena finalmente, el Racing de Santander afrontará los playoffs de ascenso en ventaja. Real Madrid Castilla, Reus o UCAM Murcia serán sus posibles rivales en la eliminatoria de campeones que, de ganar, le haría retornar a Segunda División.

Con una remontada épica, el conjunto cántabro ha logrado desbancar al Racing de Ferrol del liderato. A comienzos del mes de marzo, once puntos separaban a gallegos de cántabros pero en la última jornada se obró el milagro tras el varapalo de Ferrol -se escapó la victoria con un gol en propia en el minuto 89-. La victoria del Racing ante el Coruxo y la derrota del líder en La Eragudina dejaba líder al conjunto verdiblanco.

Una pretemporada 'hasta noviembre'

Los inicios nunca son fáciles, pero al Racing el principio de esta temporada se le hizo más largo de lo que hubiera querido su técnico. Tan solo cuatro victorias en doce encuentros fue el bagaje de un equipo con aspiraciones de liderato, que ya en la primera jornada ‘patinó’ contra el Celta B. Sendas derrotas en El Sardinero contra Logroñés y Pontevedra –que sería la última en su feudo- y un empate contra el Burgos hicieron tocar fondo a los cántabros.

El capítulo de salidas tampoco fue positivo para los verdiblancos. La derrota en Barreiro, y los empates en Aranda, contra la Arandina y contra el Peña Sport en Tafalla, confirmaron un desastroso inicio. Una pretemporada otoñal. Además, los seis puntos de sanción –por el caso Nasief Morris- parecían dilapidar la temporada, condenando al Racing a los puestos de descenso.

Una racha histórica

Sin embargo, la visita a Guijuelo fue un punto de inflexión. Revitalizante. Desde aquella victoria, el Racing encadenó seis victorias consecutivas. Tras el cambio en la portería, y la conjura de los jugadores, el equipo ganó en oficio y comenzó una escalada hasta el playoffs. La recuperación de los seis puntos fue el golpe de efecto que necesitaba el Racing. Una bombona de oxígeno. Desde entonces, la moral cántabra se infló más que la prima de riesgo. El clímax: Tudela. Un campo imbatible hasta la visita del Racing –e invencible el resto de temporada- que se saldó con un dos a uno para los visitantes.

Los de Munitis se sentían en la pomada, pero quedaba mucho que remar para alcanzar a Racing de Ferrol y Logroñés. El tourmalet gallego empezó con la visita a Compostela, donde los cántabros remontaron un partido que un mes antes hubiera supuesto una quimera. Llegó el plato fuerte. La cruz en el calendario. El Racing de Ferrol visitó Los

El Racing arrasó al líder en El Sardinero

Campos de Sport justo antes del parón navideño. Un vendaval verdiblanco –en su mejor partido hasta la fecha- arrolló a los gallegos, que estaban invictos desde la jornada uno. Un tres a uno que evidenció la mejoría cántabra, y que permitió soñar a la parroquia racinguista con la posibilidad de alzarse con el liderato.

La crisis lejos de El Sardinero

Tras las seis victorias consecutivas llegó un pequeño bajón. De resultados y de fútbol. De las exhibiciones, de las las victorias claras, dominando y marcando muchos goles, se pasó a los marcadores ajustados, a las dudas, a los goles encajados y a las ocasiones perdidas.

La derrota ante el Coruxo, nada más volver del parón por Navidad, inició una racha de irregularidad. Bien es cierto que el Racing goleó a Celta B y Peña Sport pero también es cierto que cosechó empates inesperados ante Astorga, Izarra y Pontevedra y llegó el fenómeno de las salidas. El Racing se mostraba fuerte en casa pero fuera era incapaz de dominar y, por ende, ganar los partidos. Consiguió un positivo empate en Logroño y ganó por la mínima al Sporting B en El Sardinero. No era el Racing de meses atrás, avasallador, arrasador. 

La primera parte de esta segunda vuelta quizá le condenó. Tras el empate ante el Pontevedra, un 28 de febrero, nadie daba un duro por el Racing pues estaba a once puntos del líder, el Racing de Ferrol, que sí que avasallaba, sí que arrasaba por el momento. El conjunto cántabro había cedido cinco empates mientras que el conjunto gallego ya llevaba seis triunfos, hablando de la primera mitad de la segunda vuelta.

La épica remontada

Pero las tornas iban a variar, peligrosamente, para el Racing de Ferrol. El conjunto gallego solo sumó tres victorias en los siguientes once partidos mientras que el Racing de Santander, que seguía sin convencer, sobre todo fuera de casa, sumaba triunfo tras triunfo.

Despues de ese 28 de febrero, el conjunto cántabro sumó cinco victorias consecutivas (Somozas, Valladolid B, Cultural, Burgos y Guijuelo) y la remontada era un hecho. Cinco jornadas después el Racing estaba a solo cuatro puntos del liderato. La crisis ferrolana seguía acentuándose seis jornadas, 18 puntos en juego.  

Tras una dura goleada en Cáceres y un previsible empate ante el Tudelano, el Racing no falló mientras su homólogo ferrolano sí lo hacía. Una victoria en los últimos seis partidos lo refrendaban. Mientras tanto, el Racing se imponía a Lealtad y Compostela con lo justo y llegaba el gran enfrentamiento.

El destino se solidariza con el Racing

El Racing de Ferrol-Racing de Santander se antojaba definitivo. El que saliera líder tenía muchas papeletas de acabar así. El Racing de Ferrol logró el empate con un gol en propia de Mikel Santamaría en el último minuto de partido. Destino cruel para el Racing cántabro. Un destino que le devolvía las lágrimas y la tristeza de A Malata, cuando rozaron el liderato.

Y es que el destino quiso que el Racing ganara al Coruxo en la última jornada; y es que el destino quiso que un Atlético Astorga descendido salvo milagro, ganara al Racing de Ferrol. Al final, épica remontada. El Racing creyó hasta el final y las lágrimas se derramaron en La Eragudina. Tiempo de playoffs, un tiempo bonito, definitivo y que el Racing de Santander afrontará con ventaja. La eliminatoria de campeones puede dictar sentencia.

El estandarte: Borja Granero

Toda revolución está encarnada por una persona. Cualquier equipo necesita un líder. El Racing requiere a Borja Granero. Capitán, luchador y partícipe de las últimas ‘batallas’ racinguistas. Líder en la arena y emblema fuera de ella, Granero –en poco más de dos años- representa a la perfección qué es el racinguismo. Humildad, trabajo y capacidad de sufrimiento. Además, el valenciano cuenta con algo innato: el liderazgo. En los momentos de máxima presión ha aparecido. Con el empate a uno en A Malata, válgame de ejemplo, rozó la heroica con un gol al más puro estilo Van Basten.

Granero ha despertado en el tramo decisivo de la temporada. Tras varias semanas apático en el juego, ha vuelto para devolver la ilusión a El Sardinero. Lejos de venirse abajo por el varapalo ferrolano, el capitán hizo un llamamiento por la red social Instagram para afirmar que, ahora más que nunca, siente un “orgullo enorme por el equipo y afición”. Granero ya no solo es el jefe de la sala de máquinas o la prolongación de Munitis en el campo. Se ha convertido en el estandarte de la primavera verdiblanca.

La pizarra de Pedro Munitis

Poco a poco, Pedro Munitis y su cuerpo técnico fueron encontrando el estilo de juego que mejor le venía al Racing. Cambios de posición, de jugadores, de sistema... hasta llegar al dibujo y estilo actual. Desde Guijuelo se ha ido consolidando un tipo de fútbol, combinativo e intenso a partes iguales. Combinación, sí, pero con velocidad y salidas rápidas por las bandas, basándose es un sistema defensivo férreo.

Poco a poco, el Racing se fue adaptando a sus futbolistas y sus futbolistas al Racing. Un falso 4-4-2 fue el sistema del éxito de Pedro Munitis. Y digo falso por tres posiciones concretas: en ataque (prácticamente un 3-5-2), el lateral izquierdo es un extremo más en ataque, primero con Borja Docal y luego con Migue García, el extremo izquierdo es un mediapunta, bien con Dani Rodríguez o Artiles y uno de los delanteros arranca algo escorado. En defensa, es un 4-4-2 verdadero, con dos líneas de cuatro y dos puntas para iniciar la presión.

En ataque                                            En defensa

Las únicas dudas en el once  adican en dos posiciones. Una es el lateral derecho, en donde las continuas lesiones de Fede, Borja y Francis no han dejado que nadie se asiente en ese puesto. La segunda es el extremo izquierdo o 'falso' mediapunta. Y es que Dani Rodríguez se lo gana con sus golazos y su calidad pero la irregularidad que muestra algunas veces le hace perder el puesto, dando entrada a un Artiles también irregular.

Por lo demás es muy raro que el once titular del Racing varíe pues los jugadores se adaptan a la perfección al juego que quiere Munitis. En defensa, la pareja Caneda-Mikel aporta seguridad, confianza, contundencia, experiencia... son un seguro de vida, con laterales que cumplen atrás. Un doble pivote equilibrado con Granero-Peña, de recorrido e intensidad. Unos extremos que aportan en la presión, al igual que los delanteros, haciendo el trabajo sucio desde el principio.

En ataque, más de lo mismo. Desde la salida de balón de Caneda-Mikel, pasando por la profundidad de Migue Garcia en el carril zurdo, por la calidad de Álvaro Peña, por los desplazamientos largos de Borja Granero, por la calidad, la llegada y el desborde de Óscar y la calidad y el gol de Dani Rodríguez. En punta, Dioni es sinónimo de calidad y de gol y, ahora junto a Pumpido, cuenta con más potencia y juego áereo.

Así se transforma el 4-4-2 en ataque

En definitiva, un sistema de juego que mezcla la gran seguridad defensiva, con un ataque centrado en la combinación, la salida rápida y llegada por banda y aprovechando la calidad de hombres como Peña, Óscar o Dani y el gol de Dioni y Pumpido. Combinación mezclada con velocidad. 

Uno por uno

Repasamos, uno por uno, la plantilla del Racing de Santander en la temporada 2015/2016.

Óscar Santiago, el seguro

Se alzó con la titularidad en Guijuelo debido a los errores deportivos y extradeportivos de Sotres y se ha consolidado como uno de los grandes porteros de la categoría. Pocos o ningún fallo se le recuerda y siempre que ha intervenido lo ha hecho para salvar puntos. Seguridad bajo palos y buen juego con los pies.

Dani Sotres, los reflejos

Comenzó como titular, pero varias malas actuaciones, unido al rendimiento del equipo, lo condenaron al banquillo en detrimento de Óscar Santiago. Su relación con la grada y sus errores le condenaron.

Borja San Emeterio,  la garra

Al igual que a su hermano, las lesiones -en  este caso la pubalgia- le han lastrado durante todo el año. Arrancó como indiscutible en el lateral derecho pero, desde octubre, apenas ha disputado ocho encuentros. Entrega, garra, sacrificio, lucha y versatilidad, prácticamente las mismas cualidades que su hermano.

Fede San Emeterio, la garra (bis)

Las lesiones le han lastrado durante toda la temporada. Lucha, sacrificio y esfuerzo son sus valedores. Ha sabido suplir a su hermano en el lateral diestro, en un ejemplo de polivalencia.

Francis Pérez, el oficio

Seguramente su última temporada en el Racing. Lleva la entrega por bandera, aunque este año apenas ha gozado de participación. La lesión frente al Cacereño en su maltrecho tendón de Aquiles puso fin a su temporada.

César Caneda, la veteranía

El jefe de la defensa. Su experiencia y contundencia son un seguro para la zaga racinguista pese a sus 38 años. Ya ha llevado el brazalete y es uno de los líderes del vestuario. Aporta seguridad, contundencia y veteranía sobre el césped.

Mikel Santamaría, el mariscal

Arrancó con dudas e incluso trajeron a Jon García para sustituirle pero el central vasco ha ido de menos a más y ha acabado siendo uno de los líderes de la zaga. Jugar junto a Caneda es un seguro pero Mikel aporta juego aéreo, contundencia y buena salida de balón. Puede jugar como lateral.

Alain Álvarez, el cumplidor

No ha contado demasiado para Pedro Munitis, pero cuando ha salido lo ha hecho con garantías. El defensa asturiano se ha mostrado férreo cuando se le ha requerido. Es el cuarto central para el técnico del Barrio Pesquero.

Jon García, la corpulencia

Llegó para ser titular pero pronto se demostró que estaba fuera de forma tras una larga lesión. Es un central lento pero muy corpulento por lo que yendo al choque es un seguro. Un acompañante esporádico de Caneda o Mikel.

Migue García, la vertiginosidad

De menos a más. El jienense supo reconvertirse al lateral izquierdo y hacer olvidar a Iñaki. Profundo, incisivo y con velocidad se ha afianzado en el once. Tiene que mejorar en el capítulo defensivo aunque está cumpliendo desde que se le encomendó la tarea.

Borja Docal, la rapidez

Empezó como titular pero el cambio de puesto de Migue García le mandó al banquillo o incluso fuera de las convocatorias. Sus fallos defensivos le condenaron porque en ataque aporta lo mismo que el jienense: velocidad, desborde y llegada hasta línea de fondo.

Borja Granero, el alma

El capitán y líder del Racing. En dos años se ha metido a la afición en el bolsillo. Centrocampista con potencia, llegador e inteligente en la sala de máquinas. Un ‘todocampista’ de manual. Ha conseguido una comunión divina con Peña, al que facilita la labor de creación.

Álvaro Peña, la calidad

El centrocampista vasco se ha asentado junto a Borja Granero en el doble pivote. Una mezcla de calidad y equilibrio a partes iguales pues Peña es el encargado de iniciar la distribución del juego pero también es un gran recuperador de balones. Tiene calidad de sobra como para meter buenos pases.

Mohamed Kamal, la destrucción

Llegó como un mediocentro de contención tras hacer un temporadón en la Cultural Leonesa. Ha jugado menos de lo que se esperaba, seguramente porque llegó bajo de forma. Se trata de un mediocentro de corte claramente defensivo.

Dani Rodríguez, la magia

Calidad, técnica y un gran disparo. Un mediapunta diferente, aunque Munitis lo utilice como extremo. Tiene gran visión de juego y lleva un saco de golazos a sus espaldas esta campaña. El gallego ha maravillado a orillas de El Sardinero, aunque su bagaje fuera de casa es más pobre.

José Artiles, el desequilibrio

Así es el canario, un futbolista capaz de no aparecer en todo el partido pero que en una acción te puede dar una gran asistencia. Su centro de gravedad bajo le permite desequilibrar en pocos metros, pudiendo adaptar su juego tanto a la banda como a la zona de media punta. Algo irregular.

Óscar Fernández, el desborde

Canterano, derroche, sacrificio, desborde, no para de correr y calidad, mucha calidad. Es la última perla de la cantera que se ha hecho realidad. Cuando Óscar coge el balón, el rival se echa a temblar. No duda, tiene descaro para encarar hacia dentro o para buscar la carrera por banda. Además, se ha destapado como goleador.

Isma Cerro, dosis de calidad

Es otro de los tantos hombres de calidad que tiene este Racing. Eso sí, su irregularidad le ha dejado en el banquillo durante gran parte de la temporada. Parece que a Munitis le ha convencido y en los últimos partidos ha sido importante saliendo desde el banquillo. Un chaval muy joven y con dosis de mucha calidad.

Dioni Villalba, calidad y gol 

El gol racinguista. Tardó en arrancar, pero cuando cogió carrerilla marcó tantos importantes. Su mejor momento coincidió con el del Racing en noviembre y diciembre. Desborde y movilidad son sus armas, aunque a veces peca de individualista. Es necesario que recupere su mejor nivel para el playoffs.

Mohamed Coulibaly, la electricidad

Quizá peque de individualista o quizá no tenga la calidad de levantar la cabeza, pero cuando el senegalés coge el balón, cualquier cosa puede ocurrir. Se adaptó a la posición de '9' y se hinchó a meter goles en la primera vuelta. En la segunda se quedó con menos minutos pero los aprovecha a base de velocidad, descaro y pegada.

Facundo Pumpido, el remate

Para eso llegó a Santander en invierno, para rematar. Con Dioni y Coulibaly como delanteros de mayor movilidad, el argentino aporta características de '9' de área: remate y juego aéreo. Es un perfecto complementeo para los otros dos pues crea huecos y se mueve muy bien en la zona de remate.

La estadística

- Ha logrado 45 puntos en casa por 29 puntos a domicilio

- Solo ha perdido un partido en toda la segunda vuelta

- Ha acumulado dos rachas: seis victorias consecutivas (primera vuelta) y cinco victorias consecutivas (segunda vuelta)

- Ha sido el segundo máximo goleador de su grupo (tras el R.de Ferrol) con 56 tantos; el único líder que le supera es el Castilla

- El pichichi del equipo es Dioni (13), seguido por Coulibaly (8) y Dani Rodríguez (5)

- El portero titular, Óscar Santiago, ha recibido 15 goles en 26 partidos

- Tanto con Sotres como con Santiago, el Racing ha dejado su puerta a cero en 17 ocasiones de 38

- Solo ha recibido diez goles en toda la segunda vuelta por 19 en la primera

Pos. PJ. PG. PE. PP. GF. GC. Ptos.
1 38 21 11 6 56 29 74

Todas las imágenes son de VAVEL.com (Alberto Brevers - Bibi Peón) y del Real Racing Club.

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Sobre el autor
Adrián González | Pablo García
Comunicación audiovisual. Coordinador y redactor de la sección del Racing, Rallys y Ciclismo y redactor en Betis VAVEL.