El día se acerca. El Racing afronta su trascendental de playoff partido contra el Reus, tras proclamarse campeón de forma épica en la última jornada. Una temporada de sufrimiento para los de Munitis, que puede terminar con final feliz.

Defensa férrea, velocidad y ritmo en ataque, acompañado de trabajo y calidad en el centro del campo son las armas que utilizará el Racing para las batallas de El Sardinero y El Municipal de Reus. Repasamos las claves del este Racing, que buscará el ascenso.

1- El 'gato' con guantes

Óscar Santiago se ha convertido en el cerrojo indispensable para un campeón de grupo. Confianza, reflejos felinos, buen juego con los pies y seguro en las salidas. Empezó desde el banquillo, pero desde la jornada 11 -frente al Guijuelo- ha mantenido su puesto gracias a un sinfin de buenas actuaciones. El guardameta ha encajado 16 goles en 27 encuentros. El cántabro ha acudido al rescate de un Racing acostumbrado a sufrir en los últimos minutos de –casi todos- los encuentros. Las aspiraciones de ascenso pasan, literalmente, por sus manos.

2- El mejor ataque es una buena defensa

La clave del Racing. Los guardianes de la zaga, César Caneda y Míkel Santamaría, han conjuntado a las mil maravillas sus labores. Férreo al corte y con una salida de balón majestuosa, Caneda ha encandilado a la afición de El Sardinero. Tiene 38 años, pero -permítanme la expresión- está mejor que dos de 19. Un jugador de otra categoría, que ha hecho progresar a su camarada, Santamaría.

El navarro –que tampoco es un chaval- ha ido a más, como la mayoría del equipo. El juego aéreo y la garra son sus principales valedores. Santamaría se ha fogueado durante nueve años en Segunda B, conoce perfectamente el terreno y los partidos de tal magnitud. El día del fatídico ‘rodillazo' en Ferrol se vio su furia, el carácter de un jugador intenso y pasional. El domingo formarán pareja de baile de nuevo.

Santamría realizando indiciaciones a Caneda contra el Racing de Ferrol | Fuente: Real Racing Club
Santamaría realizando indicaciones a Caneda contra el Racing de Ferrol | Fuente: Bibi Peón

3- Daños (co)laterales

La marcha de Iñaki fue un palo. No había más recambio que el bueno de Francis, recién recuperado de su lesión en el tendón de Aquiles. Aquí llegó la sorpresa. Munitis realizó un ‘experimento’ muy criticado, tras situar en el lateral izquierdo a Migue García, interior zurdo e inquilino habitual del banquillo hasta noviembre. Revelación donde las haya. Migue se ha convertido en un fijo para el del Barrio Pesquero. El jienense se ha apoderado de la banda izquierda con un sinfín de subidas, dobladas, desborde y centros. Sus subidas por banda dañan como un puñal. Defensiva y tácticamente no es el brasileño Cafú, pero como Juanfrán o De Marcos –extremos reconvertidos- ha sabido adaptarse a su nueva posición, y día a día mejora su labor en el robo de balón.

Migue García ha sido una de las sorpresas   de la temporada

Por otro lado, y nunca mejor dicho, está el monopolio de los San Emeterio. Las lesiones de Borja han obligado a este ‘bilaterismo’ –al más puro estilo Cánovas y Sagasta- pese a que la posición originaria de Fede es la de pivote defensivo. Fede y Borja, Borja y Fede, describir a uno de ellos es extensivo para el otro. En ellos se aúnan juventud y espíritu de lucha. Son el caso opuesto de Migue: férreos en defensa pero más limitados en ataque. Roberto Carlos una vez dijo que “o pasa el hombre o pasa el balón”. Dicho y hecho. Los San Emeterio son un tormento para los extremos. Son auténticos perros de presa. Tienen mucho margen de mejora, pero ya son futbolistas hechos y derechos. 

Borja San Emeterio reclama una acción al árbitro | Fuente: Bibi Peón
Borja San Emeterio reclama una acción al árbitro durante el partido contra el Racing de Ferrol | Fuente: Bibi Peón

4- Las torres centrales

Para que jueguen el balón ‘los de arriba’, antes hay que recuperarlo. Borja Granero y Fede San Emterio –pluriempleado en el campo- son los encargados del trabajo ‘invisible’. Esfuerzo y sacrificio. Cualquier gran equipo tiene destructores en sus filas, véase Busquets en el Barsa o Makélélé en el Real Madrid. Se valora menos al que roba al balón que al que lo mueve, sin ningún argumento. La dimensión defensiva del Racing supera, con creces, a su apartado ofensivo, y en buena parte es gracias a ellos.

Granero es un ejemplo de poderío físico y rigor táctico. Un jugador que ‘intimida’ por su porte y que juega con criterio cuando tiene el balón en los pies. Llega al playoff en un gran estado de forma y con mucha confianza. Fede es otro perfil. Aporta sacrificio y frescura, es incansable. Ni siquiera su maltrecho hombro puede pararle, ya tuvo que colocárselo él mismo en A Malata. Su función parece haber derivado al lateral, pero el canterano podría jugar de pivote si fuera necesario.

5- Creación e imaginación

Son los ‘segundos apellidos’ de Álvaro Peña y Dani Rodríguez. Peña es elegante en la forma y eficaz en el resultado. Se mueve por la medular como un equilibrista y nutre de balones precisos a sus compañeros de ataque. Le gusta llegar al área y tiene buen último pase. Marcó –al igual que Granero- un gol que, a la postre, ha resultado vital en Ferrol.

Dani Rodríguez ha anotado cinco goles desde fuera del área

El otro ‘bailarín’ es Dani Rodríguez. El gallego ha demostrado ser, técnicamente, uno de los mejores jugadores del Grupo 1. Si bien intermitente –especialmente lejos de El Sardinero- el ex del Racing de Ferrol posee un toque de balón exquisito, además de un golpeo que se ha traducido hasta en cinco goles desde fuera del área. La pareja de creadores serán un buen argumento para desmontar la coraza defensiva del Reus, que no podrá concederles un segundo de maquinación.

| Fuente: Bibi Peón
Migue García y Álvaro Peña celebrando su gol ante el Racing de Ferrol| Fuente: Bibi Peón

6- Diagonal y 'a correr'

Llega a capítulo uno de los jugadores más en forma del equipo: Óscar Fernández. El canterano se ha asentado como extremo en el once de Munitis desde el inicio de liga. Veloz, incisivo y con desparpajo. El de Renedo ha crecido a pasos agigantados desde su debut en Montilivi el curso anterior. El extremo ha marcado cinco goles –todos ellos en El Sardinero- y se perfila como una baza importante para perforar la defensa catalana. Por el otro costado, o bien Dani Rodríguez, o bien José Artiles. El canario empezó muy fuerte, pero tras la lesión su efecto se diluyó. El de Las Palmas es un jugador eléctrico e incansable, una pesadilla paras las defensas. Coulibaly llegó para actuar en este sector, pero el técnico cántabro lo ha reconvertido en segundo delantero.

7- 'Sin gol no hay paraíso'

El racinguismo encontró en Dioni un goleador inesperado tras un mal inicio de campaña. Desde entonces, su olfato goleador aparece y desaparece. Sus meses de noviembre y dicembre fueron una oda al fútbol de ataque. Goles por doquier. Pero lleva unos partidos irregular, intentando hacerlo todo. Se antoja clave que la ‘bayoneta’ del Racing esté afilada para el playoff, porque la falta de gol es una evidencia que Munitis debe arreglar. El ariete malagueño ha anotado trece goles, mientras que los goles de sus perseguidores se cuentan con los dedos de las manos: Coulibaly ocho, y Dani Rodríguez y Óscar Fernández cinco. Pumpido no ha conseguido dar tampoco con la tecla tras su fichaje invernal. 

| Fuente: Real Racing Club
Dioni marcando el gol de la victoria contra el Lealtad | Fuente: Alberto Brevers

En el playoff un solo gol podría bastar –como hace dos años frente al Llagostera- pero las ocasiones que se tengan hay que aprovecharlas. El Racing solo ha ganado un encuentro en los últimos cuatro meses por más de un gol, prueba de su falta de acierto de cara a puerta. Sin embargo, llegado el momento de la verdad los números son solo eso: números.

8- Cómo en 'casa' en ningún sitio...

Los rivales tachan en rojo sus viajes a Santander. Solo dos equipos han logrado arrancar los tres puntos de El Sardinero. Un estadio de otra categoría. Y unos números demoledores. Catorce victorias, tres empates y dos derrotas son el bagaje del mejor equipo en casa del grupo 1 de Segunda B. El Racing es poco hospitalario con sus visitas, tan solo ha encajado ocho goles –el último el 21 de febrero- y desde octubre sin perder.

El Racing lleva sin encajar en casa desde          el 21 de febrero y no pierde desde octubre

Gran parte de las aspiraciones del Racing contra el Reus pasan por obtener un resultado lo suficientemente bueno para viajar a Tarragona con la mayor tranquilidad posible. Porque ese es otro defecto del Racing: los partidos lejos de Cantabria. Y sí, lejos de Cantabria en su sentido más amplio, porque contra rivales cercanos -véase asturianos y vallisoletanos- ha sumado la totalidad de los puntos. El miedo escénico que sufre lejos de su feudo preocupa, pero no asusta. El Racing –y el racinguismo- viajará, una vez más, a Cataluña para que el Municipal de Reus parezca El Sardinero. Pero esa es otra historia.

9- Otro día más en la oficina

El Racing está curtido en mil y una batallas de este tipo. Getafe, Llagostera y otros tantos ascensos. Por algo es uno de los equipos conocidos como ‘ascensor’, de tanto subir y bajar. Los cántabros, además, cuentan en sus filas con varios jugadores fogueados en este tipo de situaciones, tanto con el Racing como en otros clubes. Pocos quedan desde el último ascenso –Granero, Francis, los San Emeterio y el exiliado Koné- pero la propia campaña del equipo es explícita: “Sabemos cómo hacerlo”. Y vaya qué saben. El conjunto verdiblanco ha llegado a escalar de Tercera División hasta Primera. Esta eliminatoria será una oportunidad más para agrandar la historia del sufrimiento de este club.

10- El jugador número 12, el 13 y el 14

No es empírico, pero la importancia de la afición en este tipo de partido es capital. Tanto jugadores como estamentos del club lo han repetido hasta la saciedad: “¡Gracias afición!”. La comunión que hay entre los futbolistas y la grada ha obrado un milagro inimaginable hace dos meses. El jugador número doce está en la grada, y quizás el trece y el catorce. Importancia capital.

Los racinguistas han cogido coche –autobús o tren- en varias ocasiones para ver a su Racing allá donde ha jugado. Desde Asturias hasta La Rioja, pasando por Galicia o Castilla. Ejemplo de animación y buen comportamiento, han invadido cada ciudad que ha acogido a los santanderinos. El racinguismo espera que Reus sea el último destino que invadir, y que en unos meses los límites del viaje se amplíen. Será buena señal, el Racing y el racinguista lo habrán logrado.

Más de tres mil racinguistas viajaron a Villaviciosa | Fuente: Alberto Brevers
Más de tres mil racinguistas viajaron a Villaviciosa | Fuente: Alberto Brevers