El Racing quiere tratar de olvidar el desastre copero de la pasada campaña. Los pupilos de -por entonces- Pedro Munitis no pudieron superar la eliminatoria ante el Laredo, de Tercera División, en una de las mayores 'papardas' de la historia racinguista. Tras un año de ausencia -el Racing fue sancionado tras el plantón ante la Real-, el conjunto verdiblanco decepcionaba y se iba quedaba fuera a las primeras de cambio.

Pero este año quieren que sea diferente, intentar al menos superar alguna ronda y soñar, porqué no, con jugar con algún rival de enjundia -y de paso hacer caja-. El conjunto cántabro jugará una ronda menos por lo que el camino queda algo más allanado. El sorteó dictaminó que el Racing quedaba exento de jugar la primera ronda y pasa directamente a la segunda eliminatoria.

Y ahí, el rival saliente del bombo, fue la UE Llagostera. El encuentro se disputará a partido único el 7 de septiembre y en casa, en los Campos de Sport. No hay excusas. El equipo catalán es un recién descendido a Segunda B y se trata de un rival que trae grandes recuerdos a los verdiblancos. Ante lo gerundenses se logró el ascenso de la 2013/2014, aunque se perdiera la plaza en Segunda A la temporada siguiente.

Precisamente en esa misma campaña, la Llagostera acabó subiendo a la categoría de plata, logrando una histórica permanencia al año siguiente. En la 2015/2016 no pudo quedarse en el segundo escalón del fútbol nacional y regresaba a la división de bronce. Así pues, se trata de un rival duro y complicado que querrá dar una alegría a sus aficionados tras dos años de sueño en Segunda División.