Celta de Vigo y Rayo Vallecano se enfrentaron en un partido de ida y vuelta, frenético, donde el gato al agua se lo llevó el conjunto visitante que fue mejor en el total de los noventa minutos. El Celta comenzó un lluvioso choque en Balaídos tratando de ser dueño y señor de la pelota sabiendo de la experiencia de los vallecanos a la hora de jugar enfrentamientos tan abiertos. Por su parte, los franjirrojos querían buscar lo mismo para tratar de no provocar esos continuos errores defensivos que tanto han lastrado al equipo.

De los primeros minutos, destacar dos nombres: Santi Mina y Lass Bangoura. Ambos futbolistas fueron los más incisivos a la hora de acercarse a la meta rival en los primeros compases , provocando situaciones de gran peligro. El primero en golpear fue el jugador celeste, lanzando un centro-chut que acabó en botas de Nolito, cuyo remate se hubiese convertido en el primer tanto de no ser rechazado por Tito en línea de gol.

Comienzo frenético que decayó en ritmo a medida que pasaban los minutos La réplica fue para Lass, que colocó un gran balón en el corazón del área que Bueno y Falqué no acertaron a rematar. Pasados los primeros minutos de juego, ambos equipos se plantaron de una forma más eficaz sobre el verde, dejando menos espacios y por tanto, concediendo menos ocasiones de gol.

Ambos equipos ganaron en consistencia, pero el Celta no logró evitar el gol

El partido transcurrió sin apenas hazañas destacables y cuando parecía que el duelo iba a acabar por dormirse y entrar en el séptimo sueño, apareció Saúl Ñíguez en el minuto 23. El joven futbolista, poseedor de una gran calidad, logró ver el hueco por el cual colar el balón para que Jonathan Viera marcase su cuarto gol en Liga ante Yoel.

El Celta lo intentaba aunque de manera ineficaz mediante un combativo Nolito, que no lograba que le saliesen las jugadas de la forma que el quería. El partido pudo ponerse aún más cuesta arriba para los de Vigo si Saúl llega a rematar mejor un gran balón de Lass Bangoura, pero no fue el caso. También si a Gálvez no se le hubiese marchado por poco un lanzamiento de falta directa muy similar al que acabó en gol frente al Almería.

Durante los últimos minutos, el Celta logró arrinconar a los vallecanos gracias al dominio de la pelota, pero se marchó al descanso sin marcar gracias a un Rubén salvador y a una defensa vallecana menos concesiva que en otras jornadas.

A la vuelta de vestuarios, el Rayo comenzó sufriendo ante un incisivo Celta que buscaba un gol de oro a la hora de luchar por no caer en la zona de descenso. El Rayo continuó jugando muy abierto, aunque guardándose bien las espaldas.

Tanto Luís Enrique como Jémez, pasados los diez minutos de juego, buscaron realizar cambios tácticos. Por parte rayista, Bueno dejó su lugar a Larrivey, un delantero puro que sería definitivo. En el lado local, Rafinha salió al terreno de juego sustituyendo a un Santi Mina que desapareció tras haber transcurrido esos primeros minutos tan destacables.

Los cambios, claves en el encuentro

La incorporación de Rafinha otorgó un aire fresco al equipo, que combinando con Augusto Fernández creó serios problemas a la defensa franjirroja.  El propio brasileño, en los minutos 63 y 65, casi logra el empate con dos disparos consecutivos. Una versión menos vistosa del Rayo mantenía el resultado ante un Celta con ganas pero sin orden. La medular conformada por Saúl y Trashorras ayudaba mucho a controlar el partido, trabajo que se sumaba a la línea ofensiva vallecana, muy eficiente a la hora de achicar espacios. Pese a jugar de forma más conservadora, el Rayo contó con ocasiones para alejar distancias y así sería minutos después. Larrivey, que jugó a un gran nivel durante todo el encuentro, destacó en la delantera del Rayo ejecutando grandes movimientos que finalmente obtendrían el premio del gol.

Paco Jémez no cambió en ningún momento el cambio en el dibujo táctico pese a tener un resultado a favor tan corto. Un claro reflejo de la filosofía del técnico fue la entrada de Embarba por Falqué: jugador por jugador.  La calidad del canterano rayista unido a la inteligencia de Larrivey cocinaron el segundo gol rayista.

Embarba, desde banda derecha, ejecutó un maravilloso centro que Larrivey remató al fondo de las mallas entrando desde atrás para poner en el marcador el 0-2. El Celta seguía presionando muy arriba, pero la gran labor de Saúl facilitó las cosas a la hora de sacar el balón desde atrás con comodidad. Solo un disparo de Khron-Dehli consiguió perturbar la tranquilidad que vivió Rubén desde que el segundo gol subió al marcador. 

Embarba y Larrivey, los dos primeros cambios de Jémez, fueron la clave del partido

A medida que los minutos pasaban, el partido fallecía poco a poco en intensidad, ocasiones y fútbol. El Rayo intentaba ejecutar algún latigazo que pusiese el tercero en el marcador, mientras el Celta buscaba acercar distancias con tanta insistencia como poca eficacia. El partido murió con el pitido final de Txeixeira Vitienes dejando atrás una merecida victoria por parte del Rayo Vallecano, que suma su cuarta victoria en Liga y logra salir de la zona de descenso. Destacar que las cuatro veces que el Rayo ha ganado esta temporada, lo ha hecho dejando su portería a cero. Mientras tanto, el Celta sigue en la zona templada de la tabla, pero generando muchas dudas en Balaídos.