Dicen que las comparaciones son horribles, pero en el caso del Rayo Vallecano es casi una obligación hacer un análisis tras observar el cambio radical de la racha del equipo desde el año pasado al actual. La mitad de la plantilla continua respecto al año pasado junto a Paco Jémez y su cuerpo técnico, pero algunos futbolistas clave de la temporada pasada pusieron rumbo en verano a lugares dispares. Seis de los doce que se marcharon eran titulares y además a ese número de bajas hay que añadir una más: la de José Carlos por lesión de larga duración.

La transición ha sido dura y traumática. Durante el verano se marcharon jugadores como Piti, que han tatuado su nombre en el corazón de la hinchada hasta el punto de que una peña le ha puesto su nombre. También se marcharon jugadores como Chori Domínguez, que defendió la franja con calidad, sangre y coraje. Otros futbolistas con futuro y enorme talento como Léo Baptistao pusieron punto y final a su relación con el Rayo Vallecano para dirigirse hacia clubes con aspiraciones mayores, sin contar con aquellos jugadores que vistieron la franjirroja en calidad de cedidos y tuvieron que retornar a sus equipos de origen.

Tras una temporada histórica el listón estaba muy alto, pero Paco Jémez desde el inicio de la presente campaña aseguró que el objetivo era igualar o superar lo acontecido en la anterior. El tiempo le ha quitado la razón al técnico, que ve como su equipo acaba el año 2013 en la penúltima posición.

Plantillas muy diferentes

Lo cierto es que la plantilla del año pasado poco tiene que ver con la actual. La plantilla 2013/2014 está mucho más descompensada y carece de dos factores que han sido clave durante las últimas tres temporadas: el equilibrio de Javi Fuego y un goleador que jugase en la segunda línea.

Si el Rayo Vallecano tiene una característica propia es que en los últimos años no ha contado con un nueve goleador, pero siempre ha gozado de un jugador de segunda línea con gran capacidad anotadora. Así fue en Segunda División con Armenteros y en Primera con Michu y Piti. Esta temporada esa figura no existe, mientras que la fe existente en Larrivey poco a poco se desvanece tras haber anotado tan solo 2 goles en Liga.

Durante la presente temporada, tampoco se ha visto que exista una alternativa natural para el delantero argentino, ya que ni Alberto Bueno ni Lass Bangoura se sienten cómodos ocupando la punta de lanza en ataque. Posibilidades como la de poner a Delibasic, Tamudo o Léo Baptistao son inexistentes en la actualidad debido a lo anteriormente dicho: la plantilla está descompensada y hay un claro déficit de delanteros.

Retrasando la posición, el centro del campo vallecano también es muy diferente al del año pasado. Trashorras sigue en el plantel, pero Javi Fuego cogió las maletas y se fue a Valencia. Saúl Níguez, que llegó a Vallecas para ser su sustituto natural, ha tenido que hacer de parche demasiadas veces en defensa debido a las bajas y Baena parece que no cuenta con la complacencia de Jémez. Además, el agujero que ocupaba el asturiano la pasada temporada es muy grande, ya que tenía unos porcentajes estratosféricos - 9,3 balones recuperados por partido- difíciles de igualar.

En la línea de tres ubicada por delante del doble pivote es una de las más numerosas, pero los jugadores que la ocupan tienen todos un perfil muy parecido: talentosos y desequilibrantes. De esta forma, los Seba, Viera, Falqué o Cueva llegaron a Vallecas. Pese a la variedad en esta posición, las lesiones, una vez más, se cernieron sobre la plantilla rayista. José Carlos junto a Seba Fernández, los presumiblemente titulares, se lesionaron para toda la temporada nada más comenzar.

En defensa, multitud de novedades en total, aunque no en los cuatro titulares. Nacho, Gálvez y Tito siguen acumulando minutos como titulares en el Rayo Vallecano tal y como ocurrió la temporada pasada, aunque sin Casado, Amat, Rodri, Figueras o Labaka como escolta. Esta temporada, la pareja de Gálvez ha rotado mucho más debido a las continuas bajas por lesión o sanción en esa línea. Arbilla, Galeano, Zé Castro o Saúl han jugado en el centro de la defensa durante esta temporada y Paco Jémez tan solo ha podido repetir pareja durante dos partidos consecutivos, algo que hace difícil la compenetración y el entendimiento.

En los laterales, la transición ha sido menos radical, ya que el único cambio ha sido el de Casado por Mojica. El colombiano junto a Nacho, Tito y Arbilla conforman las dos parejas carrileras.

Junto a los laterales, la transición menos dura quizás ha sido la de la portería. De los tres porteros que jugaron la pasada campaña solo se ha marchado Dani Giménez, que además es el que menos jugaba. Tanto Rubén como Cobeño continúan en la escuadra rayista defendiendo la portería.

En definitiva, el estilo sigue siendo el mismo que antes, pero los jugadores han cambiado y estos son, en esencia, el alma del equipo. Tras una transición tan dura, en la que doce futbolistas de los cuales seis eran titulares indiscutibles, Paco Jémez tiene dos tesituras de cara a este 2014: hacer que este grupo, que es completamente nuevo, absorba de forma definitiva los conceptos del estilo que propone o bien plantear otra forma de jugar que se adapte mejor a las piezas que tiene. Sin lugar a dudas a este Rayo Vallecano, que pasa auténticas penurias para fichar, se le ha añadido el factor de la mala suerte, ya que las lesiones tampoco han permitido un desarrollo normal del trabajo. Pese a que la situación es intimidante, el conjunto de Vallecas se sitúa a dos puntos de su objetivo de todos los años, que no es otro que salvarse. Sin lugar a dudas, 2014 será un año lleno de desafíos para el club de la franja roja.

Segunda imagen: Infografía de fichajes.com