Entre las lesiones y la falta de continuidad han tenido que pasar 18 partidos para ver el primer gol del delantero mexicano en España. Y, no contento con uno, se fue a casa con un doblete bajo el brazo. Jugó sólo 45 minutos, pero le sirvieron para coger confianza y reivindicarse de cara a este 2014. Según él, "es importante para un jugador hacer gol, y más en mi posición que juego arriba, pero lo más importante de todo es ganar y que el equipo esté bien, y es algo que no ha pasado. Estamos todos muy tristes por la derrota".

El segundo gol fue de penalti, y vino con polémica incluida. Castillo cogió el balón con confianza dispuesto a lanzarlo, pero los 3 últimos penaltis los tiró y marcó Jonathan Viera, que se interpuso en su camino, discutiendo con él para decidir quién lanzaba el penalti, que finalmente marcó Castillo. Nery le quitó miga al asunto: "Jonathan es un gran jugador y gran amigo. Tenía motivos para pedirme tirar el penal porque venía tirando los penaltis. Es un jugador que le gusta tirarlos. Nos entendimos después del penal y ya se terminó".

La afición del Rayo animó durante 90 minutos para acabarse llevando una manita para sus casas. El delantero reconoce que "la situación es muy complicada, pero a la afición no se le puede decir nada, hay que demostrarlo en la cancha". Él sabe que aunque "ha sido una derrota que duele, pero hay que pasar página y tratar de salir adelante". La próxima oportunidad para hacerlo llega el jueves en los octavos de Copa del Rey contra el Levante, partido que, como afirmaba Nery, "sirve para levantar un poco, para tratar de ganar y agarrar confianza".

Para terminar, dejó palabras para su técnico y para su posible técnico, el seleccionador de México, que visita España en febrero. Sobre Paco Jémez no dudó: "Paco me parece un gran entrenador, que sabe llevar muy bien al grupo. Para mí es el mejor entrenador que he tenido. Los culpables de todo esto somos nosotros los jugadores, no es él". En cuanto a Miguel Herrera, técnico de la selección de México, se le notaba con ganas de que le diera la oportunidad: "Dios quiera que lo haga, todos los jugadores estamos esperando eso. Uno tiene que trabajar y esperar a que diga el entrenador. Él decide".