Por suerte o por desgracia, los aficionados del Rayo han podido aprenderse de carrerilla un once tipo para su equipo. Paco Jémez parece que ha encontrado los jugadores que provocan que el conjunto franjirrojo hagan ese fútbol intenso y agresivo, pero siempre ordenado y con criterio, que quiere el canario.
En el partido de ida (1-4 a favor del Espanyol), los goles de los visitantes llegaron gracias a dos penaltis y dos fallos defensivos, provocados por contras rápidas. El Rayo se vio superado por la movilidad de los delanteros y Sergio García se paseó en el Estadio de Vallecas (anotó un hat-trick). Por suerte para los madrileños, las cosas han cambiado desde aquel 24 de noviembre.
A pesar de las bajas en defensa que sufre esta jornada (Gálvez y Rat están sancionados), parece que el Rayo Vallecano no cambiará el planteamiento en Cornellá – El Prat. Rubén es el hombre fijo en la portería; en defensa, Arbilla y Ze Castro mantendrá sus puestos y los acompañaran Nacho y Borja López, menos habituales; Saúl y Trashorras serán los hombres clave en el centro del campo; el tridente de mediapunta estará formado por el inspirado Alberto Bueno, Falqué y Rochina; y arriba, el guerrillero Larrivey.
En principio, el Espanyol cuenta con las bajas de Hector Moreno, clave en la zaga catalana, y Felipe Mattioni, con escasas posibilidades de recuperarse. A partir de ahí, el equipo de Aguirre formará con Casilla en la portería; línea defensiva con Javi López, Raúl Rodríguez, Colotto y Fuentes; doble pivote para David López y Abraham; tres mediapuntas, que serán Stuani, Pizzi y Simao; y Sergio Garcia como punta de lanza. Con este once previsto, el Espanyol intentará jugar un fútbol centrado en la solidez defensiva y el contraataque rápido. Previsiblemente, los locales cederán el balón a su rival, lo que facilitará su estilo de juego.
Por otro lado, es el Rayo un equipo relativamente joven y dinámico, lo cual posibilita el fútbol agresivo que pretende Jémez. La presión alta de Larrivey, junto a los tres mediapuntas, suele obligar al equipo contrario a jugar balones más arriesgados para evitar problemas en defensa. Este juego ambicioso provoca una recuperación de balón rápida, que es el primer objetivo del Rayo Vallecano. A partir del esférico, los franjirrojos vertebran un fútbol de posesión que tiene su espacio clave en el centro del campo, con el triángulo formado por el doble pivote (Saúl y Trashorras) y el mediapunta (Bueno). Es aquí donde ambos extremos entran en acción, con desmarques profundos y diagonales, gracias al apoyo de Larrivey, que funciona como hombre – boya.
Respecto al Espanyol, el trabajo de Alberto Bueno será clave. A priori, los periquitos jugarán con un 4-2-3-1, similar al del Rayo. El mediapunta franjirrojo tendrá la misión de colocarse en el espacio entre la línea de pivotes y defensas para poder romper el entramado local. Para ayudar, Rochina y Falqué tendrán que abrir espacios, estirar al contrario, para permitir a Bueno realizar su labor. Es decir: liberar huecos para después ocuparlos con desmarques. Y Larrivey, fijando a los centrales, debe favorecer la creación de ese espacio en la línea de tres cuartos del Espanyol.
En defensa, el balanceo del doble pivote será lo más destacado. El Espanyol posee una gran capacidad de contraataque gracias a los tres mediapuntas que coloca Aguirre. El robo y la salida rápida suelen sorprender a sus rivales. Además, la gran movilidad de Sergio Garcia provoca que la defensa tenga problemas para sujetar las marcas. Saúl y Trashorras deberán estar avispados para tapar las contras y ofrecer ayudas a los laterales, que verán como, además de su extremo, tendrán que vigilar el ‘pique’ de Sergio Garcia a la banda y el apoyo del mediapunta. Una tarea compleja para la defensa del Rayo Vallecano, que el domingo contará con hombres poco habituales y menos compenentrados.
Por lo tanto, la victoria del Rayo frente al Espanyol pasa por la línea de tres formada por Bueno, Rochina y Falqué. Si esos tres hombres, apoyados por Larrivey, consiguen romper el entramado del Espanyol, las oportunidades llegarán. En defensa, el corte rápido de las contras y el apoyo del doble pivote serán claves para evitar ocasiones locales, que no cuentan con facilidades a la hora de elaborar y llevar la iniciativa del partido.