El Rayo Vallecano ha encontrado la senda que le conduce hasta el premio del gol. Por las bandas del Estadio de Vallecas se puede ver 2 verdaderos atletas con mucha calidad en los pies con el balón, con desborde y con gol. Uno valenciano y otro gallego, pero la esencia es la misma: la magia que tienen los que hacen el buen fútbol.

Rubén Rochina: Una banda derecha con mucha clase

Rubén Rochina, con 23 años, acumula ya 13 partidos con la elástica franjirroja desde que llegase cedido del Blackburn Rovers, y desde entonces la dinámica del equipo, aquello que tantas veces ha mencionado Paco jémez, fue cambiando con ritmo bastante acelerado. Desde que debutase contra el Atlético de Madrid como local disputando 33 minutos y el Rayo perdiese ese partido, los resultados del equipo cambiaron de forma radical así como el juego desplegado por los pupilos de técnico canario.

24 puntos de los 40 se consiguieron desde su llegada

7 victorias, 3 empates y 3 derrotas –contando el debut contra el Atlético- a nivel de equipo y aportando 3 goles, siendo los dos últimos de vital importancia. Real Sociedad, Celta de Vigo y Betis han sido sus víctimas, los dos jugando como local y con una trascendencia similar, ya que ambos sirvieron para abrir la lata en los sendos encuentros.

Si bien es cierto que en los 876 minutos que ha disputado en la Liga BBVA con el Rayo no ha asistido a sus compañeros en ninguna ocasión, lo que en ocasiones ha provocado que se le tachase de individualista y de explotar sus recursos técnicos sin asociarse con sus compañeros. No obstante, según ha ido avanzando la temporada y se ha ido adaptando al estilo de su entrenador y a los movimientos de sus compañeros, lo que le ha permitido dar lo mejor de sí y ganarse el cariño de una grada que necesitaba del talento de y la explosividad de Rubén Rochina.

Iago Falque: Una zurda que vale su peso en oro

En una situación similar se encuentra el extremo izquierdo del Rayo, Iago Falque. Y es que a los 24 años el de Vigo atraviesa también un momento de dulce de forma y arranca los aplausos de la afición vallecana cada fin de semana. Tres goles anotados –doblete ante el Málaga en casa y ante el Espanyol en Cornellá- en los 24 partidos que ha disputado, dos de ellos arrancando desde el banquillo.

En el último partido frente al Betis no marcó, pero estuvo muy cerca en el minuto 66 con un disparo lejano que pegó en el poste de la portería que defendía Adán. Sin embargo, más allá de convertir un gol o no, destacó por transformarse en un martillo pilón para la zaga bética durante todo el partido. Aprovechó los balones en largo como nadie, generó espacios a los compañeros, buscó la espalda de Juanfran una y otra vez, la mayoría con éxito.

En 1633 minutos sobre el césped ha conseguido dar dos asistencias de gol a sus compañeros. Su versión en el campo es muy variada, mezcla jugadas individuales con grandes asociaciones con sus compañeros de forma indistinta, pero siempre generando ocasiones de peligro y levantando el griterío de los aficionados rayistas. Además, es una vía de desahogo para sus compañeros en partidos donde la posesión es menor, pero para eso está Falque: pelotazo en largo y a correr. Es una pieza clave en el once y Paco Jémez y los aficionados lo saben.

Futuro en el aire

Precisamente, ahora que faltan 4 partidos para el final de la temporada y que el equipo tiene prácticamente asegurada la permanencia, viene la siguiente pregunta que más de un seguidor del Rayo se hará: ¿Tan solo cuatro partidos más con estos dos pilares fundamentales?

Hay que recordar que ambos futbolistas tienen contrato en vigor con sus respectivos clubes y que el lazo que les une a la entidad vallecana expira a finales de 2013/2014. Rochina está vinculado al Blackburn Rovers, equipo al que debería regresar al finalizar este año a no ser que el club ejerza la opción de compra que acordó en la cesión. Este caso se puede extrapolar en idénticas condiciones al de Iago Falque y el Tottenham.

A pesar del deseo del club por firmar su continuidad y de la felicidad de los jugadores en el equipo madrileño, todo está aún en el aire, pues las cantidades económicas exigidas para el traspaso se salen de la viabilidad del club. Ya ocurrió con Iago en los dos mercados de verano anteriores, donde desde Vallecas se intentó su compra, pero la puja de otros clubes y la cantidad económica demanda por él provocaron el fracaso de la operación.

Aunque si algo queda claro es que el Rayo es el club de los sueños, y una vez hecho realidad el de la salvación, ¿por qué no soñar con poder mantener a estos dos puñales por extremos el próximo año?